A pesar del mes de diciembre convulso que ha vivido el cuadro de Joan Francesc Ferrer "Rubi", la victoria ante el conjunto de Eusebio Sacristán da un empujón anímico al equipo en la lucha por la consecución del objetivo que no es otro que el del ascenso, acabando el año cuarto en puestos de playoff a solo cuatro puntos de Las Palmas y Sporting, primero y segundo respectivamente en la tabla clasificatoria de la División de Plata del fútbol español.

Pese a consumarse el descenso en el mes de mayo en ese fatídico partido ante el Granada, el Real Valladolid, con su victoria del pasado domingo, ostenta el privilegio de ser el único equipo capaz de derrotar en el mismo año al Fútbol Club Barcelona y su filial en dos categorías distintas.

Un planteamiento perfecto y una victoria merecida

El conjunto, por aquel entonces de Juan Ignacio Martínez, consiguió la victoria aquel sábado 8 de marzo ante el cuadro de Gerardo “El Tata” Martino con un tanto del italiano, ahora en las filas del Córdoba y a las órdenes de otro viejo conocido para la parroquia blanquivioleta como Miroslav Djukic, Fausto Rossi.

El tanto del italiano llegó en el minuto 17, cuando un disparo del de Turín, rebotaba a la primera en Mascherano, el balón le llegaba a Javi Guerra a la segunda cuyo disparo impactaba contra el cuerpo de Adriano y de nuevo la pelota le caía a un Rossi que en franca posición ante Víctor Valdés y con su pierna derecha alojaba el balón en el fondo de la portería blaugrana.

A partir de ahí el conjunto pucelano fue un dolor de muelas para la nave de Gerardo Martino, que tampoco supo reaccionar a tiempo con los cambios. Tan solo una jugada del argentino Leo Messi, que recorrió todo el campo para finalizar su acción con un disparo centrado que mandó Diego Mariño a córner, metió el miedo en el cuerpo a los locales.

Los pucelanos mostraron en aquel encuentro una solidez defensiva de la que venían adoleciendo a lo largo de toda la campaña y que fue la clave para que, finalmente, el pasado 18 de mayo la escuadra de Juan Ignacio Martínez acabara certificando su descenso a la categoría de plata del fútbol español. Aun así, se derrotó a uno de los conjuntos más fuertes del panorama internacional.

Festín ante el Barça B

Y hace menos de una semana, el equipo blanquivioleta se dio un festín ante el filial blaugrana. Siete fueron los tantos que los de Eusebio se llevaron del Estadio José Zorrilla. A pesar de que los Samper, Sandro, Halilovic y Adama Traoré comenzaron dominando el partido con una personalidad impropia para las jóvenes perlas blaugranas, dos zarpazos de Óscar y Mojica en menos de un minuto decantaron la balanza para los de Rubi.

Con un planteamiento criticado desde el inicio por muchos por la presencia de un trivote más destructivo que constructivo con Álvaro Rubio, Timor y André Leao, los pucelanos, comandados por un gran Óscar y un puntal por banda izquierda llamado Mojica, se dieron un festín para acabar el año endosando una goleada que no se veía a orillas del Pisuerga desde el año 1979.

Los locales desplegaron un gran fútbol, contundentes en ataque y seguros en defensa. Dejando a un lado el daño que hizo la derrota en El Sadar ante Osasuna por dos tantos a uno pese a jugar más de media hora con un jugador más, el Real Valladolid ya demostró en la segunda mitad ante el Elche en Copa que sabe jugar, y muy bien, al fútbol a pesar de que los goles no lleguen.

Sí llegaron el domingo, hasta siete en lo que fue el punto de inflexión en el final de un año que no será especialmente recordado para la parroquia pucelana. No obstante, siete tantos ante un rival complicado como el filial barcelonista pusieron la sonrisa en el rostro de los pucelanos que siguieron el choque, ya histórico, en Zorrilla.

El que no se consuela es porque no quiere

A pesar del descenso y de que aún queda mucho camino que recorrer en lo que a la amortización de la deuda del club se refiere (aún se deben 30 millones de euros), el Real Valladolid ha conseguido una gesta que ante la falta de datos podemos asegurar que es única como la de ganar en el mismo año, este 2014, al Fútbol Club Barcelona y también a su filial, el equipo de Eusebio Sacristán.

Los de Rubi, a pesar de las turbulencias y de derrotas dolorosas en las últimas fechas como la sufrida en Butarque ante el Leganés por 1-0 o la anteriormente citada ante Osasuna por 2-1, se ubican en la zona noble de la tabla clasificatoria de la Segunda División del Fútbol español con opciones a todo en el largo trayecto de esta categoría de plata.

Pese al descenso y las adversidades varias que ha vivido el Real Valladolid a lo largo de este 2014, el que no se consuela es porque no quiere, y el haber conseguido la victoria ante todo un Fútbol Club Barcelona y el haber goleado 7-0 a su filial es una hazaña que quedará grabada en la historia del fútbol español.

Fotografías: www.realvalladolid.es