El partido arrancó con el Pucela tratando de dominar la posesión del esférico, algo que Rubi considera fundamental para poder llevar el peso del encuentro con los futbolistas más técnicos que había dispuesto desde el comienzo de la batalla, como es el caso de Álvaro Rubio, Timor y Óscar. El cuadro vitoriano aguantaba como podía las acometidas de los vallisoletanos, sobre todo haciendo gala de una gran intensidad y cortando el juego de los locales por medio de varias faltas, una cuestión que impedía al plantel blanquivioleta poder combinar y realizar triangulaciones en la zona de creación para surtir de balones a sus integrantes de la parcela ofensiva del campo.

Sería Jeffren el que lo intentaría por el costado diestro con una bonita acción individual, un movimiento técnico que le permitió zafarse de su marcador y asistir a Jonathan Pereira, quien debutada este domingo a orillas del Pisuerga con la elástica del Real Valladolid, aunque el ariete gallego no pudo llevar la jugada a buen puerto. Acto seguido, fue Rubio el que realizó un gran desplazamiento en largo desde el centro del campo para buscar la velocidad de Jeffren, pero el hispano-venezolano no fue capaz de ganar en carrera a la zaga del Deportivo Alavés, que se estaba mostrando muy sólida en el arranque del duelo en el Nuevo José Zorrilla.

Los castellanos continuaban persiguiendo la fórmula exacta para dar con la tecla que les permitiera desarbolar la muralla defensiva que había planteado Alberto López, antiguo inquilino del Club presidido por Carlos Suárez, si bien es cierto que los visitantes no renunciaban a salir rápidamente al contragolpe para descolocar el plan previsto inicialmente por Rubi. En una incorporación por el flanco derecho de Chica, el lateral del bando pucelano llevó a cabo un centro muy medido que fue a parar a las botas de Pereira, quien chutó directamente con la pierna zurda sin demasiada fortuna, debido a que su lanzamiento se perdió por encima del travesaño.

Tremendo zarpazo del capitán blanquivioleta

Habría que esperar hasta que el electrónico luciera el cuarto de hora de choque para que El Glorioso se aproximara con peligro a los dominios de Javi Varas, aunque el colegiado invalidó la acción de los vascos por clara posición antirreglamentaria de un jugador del Deportivo Alavés. No obstante, los pucelanos volverían a las andadas con una triangulación muy veloz que habilitó a Johan Mojica por la banda izquierda, donde el colombiano se deshizo de su adversario, le sirvió el cuero a Álvaro Rubio, y el capitán albivioleta fusiló a Manu Fernández aproximadamente desde el punto de penalti para romper la equidad en el duelo. Esto desató la locura entre la parroquia castellana, sobre todo porque era muy consciente de la importancia de ponerse por delante cuanto antes en un partido de estas características.

Corría el minuto 23 de partido, es decir, se había llegado al ecuador del primer acto cuando Álvaro Rubio se inventó un pase magnífico para habilitar y dejar completamente solo a Jeffren delante del guardameta rival. Sin embargo, Manu no cedió ante el amago del '11' del Real Valladolid, quien intentó elevar el cuero por encima del arquero del Deportivo Alavés para aumentar la renta en el marcador favorable a los intereses de los de Rubi. Pero el extremo que se formó en las categorías inferiores del FC Barcelona no pudo perforar el fondo de las mallas de la portería de su contrincante, lo que hizo que desperdiciara de forma clamorosa una ocasión manifiesta de gol.

Un nuevo lance del partido a tener en cuenta fue un envío en profundidad por parte de los pucelanos para buscar la rapidez de Mojica, quien fue desequilibrado por Galán cuando pretendía encarar a Manu Fernández, lo que le costó la cartulina amarilla al defensor de la escuadra dirigida por Alberto López. A continuación, otra vez sería el turno del jugador cafetero para convertirse en una auténtica pesadilla para toda la zaga de los babazorros, adentrándose en el área de su oponente por el flanco zurdo de ataque, aunque el disparo del extremo cedido por el Rayo Vallecano se marchó un poco desviado.

Mojica fue desequilibrado por Galán cuando pretendía encarar a Manu Fernández

Tras un lance un tanto brusco cometido por Timor, lo que le costó la tarjeta amarilla al centrocampista del Pucela, fue Jonathan Pereira el que llevó a cabo un gran gesto técnico para regatear a su oponente y acomodarse para ubicarse correctamente en el terreno de juego, si bien es cierto que su lanzamiento se fue muy alejado de las inmediaciones custodiadas por Manu. Un poco más tarde le tocaría dar al Deportivo Alavés, en concreto en una acción a balón parado después de una falta llevada a cabo por Pereira, aunque la zaga vallisoletana pudo alejar el esférico sin demasiadas complicaciones de la zona de castigo.

Sangalli lo intentaría antes del descanso por el costado izquierdo para igualar de nuevo la contienda, aunque no pudo librarse de la presión de la defensa vallisoletana y su remate salió repelido para que lo blocara sin apuros Varas. La siguiente jugada estaría protagonizada por Óscar, quizá el más talentoso de los 22 hombres que se encontraban sobre el tapete verde, en una acción que despertaría algo de polémica porque dio la sensación de que los vitorianos evitaron el disparo del salmantino de manera ilegal. La afición no dudó ni un instante en reclamar la pena máxima, mientras Óscar se resentía tirado en el césped sin que el trencilla señalara absolutamente nada.

Al volver del túnel de vestuarios, Jeffren efectuó una internada por la banda derecha para poner el cuero al punto fatídico, aunque la zaga del Deportivo Alavés alejó el esférico cuando Mojica estaba preparad con la caña para superar a placer al guardameta del plantel visitante. Un poco más tarde serían los babazorros los que se acercarían a los dominios de Javi Varas, en una acción que suscitó bastantes dudas porque el trencilla, a través de su linier, indicó un fuera de juego realmente discutible en el preciso instante en el que el equipo vitoriano buscaba por todos los medios devolver la paridad al electrónico del José Zorrilla.

Mojica se incorporaría una vez más por la banda izquierda para desarmar el entramado defensivo de El Glorioso, donde llevó a cabo un par de amagos que le permitieron entregarle el esférico a Óscar. En cuanto el charro recibió el cuero, se giró excelentemente para servírselo en bandeja a Jonathan Pereira, quien batió a Manu Fernández e hizo que la parroquia castellana volviera a vibrar. Aun así, el árbitro tardó apenas un par de segundos en invalidar la jugada por posición antirreglamentaria del '10' del Real Valladolid, por lo que la alegría y el júbilo local serían más bien efímeros.

Los babazorros empiezan a achuchar

El plantel vitoriano continuaba entrañando cierto peligro cada vez que sumaba efectivos en las acciones de estrategia, principalmente mediante libres directos que decía colgar al área para aprovechar el potencial aéreo de los suyos, aunque los pucelanos se estaban mostrando totalmente serios y compactos en ese sentido. Rueda y Valiente eran los responsables de despejar las intentonas de su rival, si bien es cierto que nada pudieron hacer ante el perfecto testarazo ejecutado por Despotovic, con la mala fortuna para los babazorros que dicho cabezazo fue repelido por la cruceta de la meta defendida por Javi Varas. El Alavés estaba empezando a sentirse cómodo en el campo, al tiempo que los vallisoletanos habían comenzado a sufrir después de tener el partido controlado.

El Alavés entrañaba peligro cuando sumaba efectivos en las jugadas de estrategia

Rubi se había percatado de que estaba perdiendo poderío y control en la medular del terreno de juego, por lo que tenía muy claro que debía hacer algo que le devolviera la manija del choque a sus pupilos. Esto provocó que el técnico catalán retirara del campo a Jonathan Pereira para dar entrada a Sastre, quien se incrustaría en el medio junto con Rubio y Timor para formar un correcto trivote, mientras que Óscar ejercería como falso '9' acompañado por Jeffren y Mojica en sendos costados. Volvía por tanto el Real Valladolid al 4-3-3 que había empleado de inicio contra Barça B y Real Zaragoza, dos pugnas de las que salió victorioso y muy reforzado.

Omar Ramos ingresó también al césped en detrimento de Jeffren, además de que Despotovic dejaría su sitio como máxima referencia ofensiva del Deportivo Alavés a Manu Barreiro. El jugador canario del Pucela comenzó a asociarse por el lado diestro con Óscar, moviendo la pelota de un sitio a otro sin que los babazorros pudieran cortar sus triangulaciones. El punto de inflexión llegaría cuando Omar habilitó al crack salmantino para que se internara en el área vitoriana, momento en el que se dio cuenta de que Mojica entraba a la perfección al zafarse de su marcador en carrera. Por tanto, el charro le brindó un gran pase para que el cafetero únicamente tuviera que empujar el esférico a la red, lo que desataría la locura en Zorrilla porque todo hacía indicar que los tres puntos se iban a quedar en la capital de Castilla.

Pese a ello, los alaveses no arrojaron la toalla y trataron de recortar distancias para meterse de nuevo en el choque, pero no eran capaces de crear ocasiones peligrosas que inquietaran a la zaga pucelana o a Varas. Y los albivioletas no perdían ni un momento para buscar la velocidad y la profundidad de Mojica por la izquierda, quien se fue por enésima vez de su marcador en el flanco izquierdo del ataque local, levantó la testa y puso el cuero exactamente en el punto de penalti. Allí esperaba Omar completamente listo para empalar el cuero según lo recibiera, aunque su disparo con su pierna buena (la zurda) se fue lamiendo la cepa del palo de la portería de Manu.

Y no sería la última galopada que realizaría el extremo cafetero por el costado izquierdo, donde se está convirtiendo el dueño y señor del Real Valladolid. En esta ocasión optó por servirle el esférico a Lluís Sastre, quien se revolvió en el seno del área vitoriana y le cedió el cuero a Chica para que el que fuera jugador del Real Betis Balompié estrellara la pelota contra el lateral de la red. Poco más dio de sí el compromiso correspondiente a la vigésima jornada de la Liga Adelante, la cual iba a propiciar que los pucelanos se colocaran en zona de ascenso directo a Primera con 38 puntos. Por lo que respecta al Alavés, permanecerá en la decimocuarta posición de la tabla con 23 puntos, cuatro por encima de los puestos que condenan a la categoría de bronce del deporte rey a nivel nacional.