La Segunda es una de esas ligas en las que todo puede pasar, desde que un equipo recién ascendido luche por estar en Primera a que un equipo que descendió de la categoría de oro tenga que luchar hasta el final por salvarse o aun peor, baje al infierno de Segunda B. Esta es la liga en la que juega el Real Valladolid, un clásico de Primera División, pero también la U.E. Lagostera, nuevo en la categoría. Por ello la historia ha sido caprichosa y ha hecho que estos equipos se enfrenten por primera vez desde el nacimiento de ambos.

El Estadio de Palamós será testigo de este primer duelo entre dos conjuntos con aspiraciones totalmente opuestas. Los pucelanos, asentados en la zona noble, buscan terminar la primera con 41 puntos y en puestos de ascenso directo para seguir con la mente puesta en volver a Primera División. Por su parte, el Llagostera vive la cruda realidad de ser el novato de la categoría, penúltimo en la tabla pero tan solo a un punto de la ansiada salvación que esperan conseguir a final de temporada.

Otro de los rivales con los que el conjunto pucelano debutó esta temporada fue el Mirandés. Los de Carlos Terrazas plantaron cara al Real Valladolid en el feudo de Anduva, donde pocos equipos han sido capaces de sacar puntos. Al Real Valladolid este tipo de equipos parece ser que se le atragantan. Contra el Leganés, los de Rubi sufrieron su tercera derrota de la temporada, segunda de manera consecutiva. Los equipos pequeños plantean problemas, especialmente por su feudos pequeños y su juego físico.

El técnico catalán no se fía y es por ello que espera que su equipo haya aprendido la lección de los anteriores partidos y sea capaz de sacar una importante victoria con la que terminar la primera vuelta. Además, contra equipos como el Llagostera es cuando hay que demostrar que se es uno de los favoritos de la categoría. El ambiente de Palamós será otro de los factores claves para afrontar el encuentro. En ese estadio el Real Valladolid ya consiguió un ascenso hace ya 21 años y será clave en un posible ascenso pucelano.