Cara y cruz. Así es el Real Valladolid Promesas. Tan pronto completa un encuentro de forma impecable en defensa, como concede una y otra facilidad a su rival. Esta vez, tocó la cruz, como ya había sucedido en el último choque en los Anexos. El Tropezón, que debió dar buena cuenta del choque que realizó el Atlético Astorga, tomó el mismo guión que los maragatos. El equipo asturiano, desde el comienzo, plantó la línea defensiva unos pasos adelantada del área, impidiendo el juego entre líneas y obligando a los pucelanos a rifar demasiados balones. 

A pesar de ello, el Promesas controló bien los primeros minutos de juego, buscando algún tiro que otro, en los píes de Jorge Hernández y Carmona, perfectamente resueltos por el arquero Iván. Este fue, sin duda, el protagonista del primer tiempo, pues desbarató cada uno de los intentos, disparos y manos a manos a los que se enfrentó. Precisamente, Javi Navas fue el primero en encontrarse con él, en dos acciones similares, disparando cerca de portería. La primera la detuvo el portero asturiano y la segunda la envió fuera. No estuvo acertado.

Con el paso de los minutos el Tropezón se sentía más cómodo, mientras el Promesas tenía que realizar un cambio obligado, perdiendo a Guille Andrés, que salió cojeando. Un incordio en el camino que se convirtió en socavón cuando el equipo asturiano materializó su ocasión. Un disparo desde el centro del campo, con Julio adelantado, se convirtió en un saque de esquina, pues el portero pucelano pudo desviar el cuero fuera, con previo toque en el larguero. Desde ahí, un buen centro que remató Lucho completamente solo en el segundo palo. A cinco minutos del final de la primera parte, el Tropezón se adelantaba gracias, más a su buen hacer en ataque, a la timorata defensa albivioleta en ese córner.

La historia se repetía en los chicos de Rubén de la Barrera, pues habían dispuesto de mejores ocasiones para abrir el marcador, y sufrían un disparo en su propio pie. Aún quedaba tiempo para lamentar una oportunidad más.  Esta vez era Toni el que marraba un mano a mano ante un Iván que parecía el mismísimo Iker Casillas en la final del Mundial de Sudáfrica. No había manera de superarle.

Tú eres tu enemigo

Viento en popa a toda vela, el Promesas comenzó el segundo acto en busca de un empate tempranero. Casado y Dani Vega probaban y cual escopeta de feria, la mandaban lejos del marco de un imperial Iván. Imperial, porque antes del chut del joven delantero había vuelto a blocar una clara oportunidad de Toni. No era el momento del gol del empate, ni mucho menos. La cabeza de Ángel, que dio tres puntos en tierras cántabras, tampoco era la adecuada para poder hacerlo. Sin embargo, sí era el momento de volver a dispararse en el pie y recibir un gol por un clamoroso error defensivo.

Con el 0-2, De la Barrera revolucionó el equipo y dio entrada a Sekou

Álex, en una posición algo discutible de fuera de juego, no tuvo problemas en superar a Julio tras la asistencia de Rafa Prado. Justo se cumplía la hora de juego, dos goles a favor del Tropezón y de nuevo, por segunda jornada consecutiva en casa, el Promesas tenía que lanzarse con todo para poder empatar. ¿Y cómo lo haría? Lo primero que Rubén de la Barrera decidió fue hacer una revolución con los hombres que tenía sobre el césped. Ya sin Fran No en el campo, Dani Espinar adelantó su posición y se situó en el centro del campo, junto con Anuar. Por delante de ellos, Toni y Jorge Hernández; mientras que Brian centraba su demarcación en la defensa para compartir el eje de la zaga con Casado. Sin bandas, los carriles fueron de los laterales, Carmona por el derecho y Ángel, reconvertido a carrilero, en el izquierdo. Por último, el cambió de piezas se produjo con Sekou, que entró por Javi Navas y se colocó como referencia ofensiva, como ya sucediera hace un par de semanas.

Y Sekou tu amigo

Desde que entró el espigado delantero moreno, el Promesas lo tuvo claro: a colgar balones y esperar un cabezazo que sirviera para recortar distancias. Y así fue, o en parte, al menos. Carmona, determinante siempre en su costado, envió un centro y Sekou, algo molestado por la defensa, cayó al suelo. El colegiado no dudó y señaló un cuestionable penalti, pues no pareció un contacto suficiente para caer derribado. Brian, desde los siete metros, no falló, a pesar de que Iván adivinara el lanzamiento. El lateral zurdo, otra vez a balón parado, ponía a tan solo un gol de diferencia al filial blanquivioleta. Esta historia ya la habían vivido.

A tumba abierta, y sin la necesidad de guardar la espalda ante un rival agazapado en defensa y sin ganas de salir a la contra, el conjunto de Rubén de la Barrera lo intentó de todas las formas posibles. Pero la que había dado resultado, sería la adecuada. Un centro de Carmona, a diez minutos del final, que iba para Sekou, pero llegó a Toni. El menudo mediapunta empaló una volea por bajo a la que nada pudo hacer Iván, devolviendo las tablas al marcador.

Los instantes finales tuvieron más corazón que cabeza, y la falta de nitidez y claridad de ideas pasó factura al Promesas, que no pudo completar la machada. Así, un punto para cada uno, y la sensación, por parte de los dos equipos, de haber dejado escapar el partido. Los pucelanos porque demostraron ser mejores y poder hacer mucha más sangre; y los segundos por desperdiciar un 0-2 a favor. Los errores defensivos, para el Real Valaldolid B, volvieron a pesar

Puntuaciones Segunda División B VAVEL

Real Valladolid B (2) CD Tropezón (2)
 

 
Julio 6 Iván 7
Carmona 8 Fer 6
 Casado 5 Cote 6
  Fran No 5  Nacho 6
Brian 6 Conde 6
 Anuar 5 Lucho 7
Toni 7 Luís González 7
  Javi Navas 5  Iñaki 6
 Jorge Hernández 6   Fran Sota 6
Ángel 6   Álex 7
Guille Andrés - Rafa 6
Cambios
 Dani Vega 6  Vitali 6
      Dani Espinar 6   Primo 6
  Sekou 7 - -