Óscar Díaz llegó a Pucela con una maleta llena de ilusión por ayudar al equipo a conseguir el ascenso a la Primer División, llamado a ser uno de los hombres gol del equipo, el jugador madrileño se esta econtrando con más problemas de lo esperado para perforar la meta rival, pero como el propio jugador dice, lo importante no es que yo meta quince goles y el equipo no consiga el ascenso.

Su llegada a Valladolid estuvo estrechamente ligada a Rubi y el cuerpo técnico, ya que ambos habían coincidido previamente en el Girona, donde estuvieron a un pequeño escalón de conseguir el ascenso: "Venir aquí conociendo el cuerpo técnico y viendo los jugadores que hay, me motivaron para venir aquí. Rubi nos metió en Playoff y casi consigue el sueño del ascenso". Óscar Díaz también cree que el estilo del entrenador catalán viene de fábula a los pucelanos: "Su manera de como tratar la pelota y preparar los entrenamientos le viene perfecto al grupo" apuntó el delantero.

Curiosamente sus inicios futbolísticos destinaron a Óscar Díaz a jugar pegado a la banda, pero fue en Lugo donde encontró en la posición de delantero su lugar idóneo para destapar el tarro de los goles. Consiguó quince goles en treinta y ocho partidos, comsiguiendo así su récord goleador en toda su carrera: "Ahí empecé a jugar de delantero y conseguí más goles que nunca. Ahora es mi posicón favorita ya que me siento mucho más libre y me encanta jugar de delantero".

El gran objetivo de Óscar Díaz es conseguir un ascenso, estuvo cerca de conseguirlo con el Girona, pero el Almería le quitó el sueño de las manos al atacante vallisoletano: "Puede sonar un poco raro pero no me quiero retirar sin conseguir un ascenso. Esa sensación de jugarte la vida el domingo por ascender a primera es increíble". Óscar Díaz ya tiene treinta años, pero no parece muy preocupado, incluso bromea con su edad y se siente físicamente en buenas condiciones: "Tengo treinta años y quiero seguir jugando hasta que me muera", finalizó el futbolista madrileño entre risas.