El Real Valladolid quiere olvidar cuanto antes el tropezón contra el Lugo, un empate que frustró las buenas sensaciones vividas con la goleada en Mallorca. Para ello, no queda otra que seguir entrenando duro a las órdenes de Rubi de cara a la visita a Santander, otro histórico venido a menos, este domingo en El Sardinero. El frío y las adversas condiciones meteorológicas implican que el plantel castellano trabaje estos días a las 15 horas de la tarde, ya que en caso contrario el césped de los Anexos parece más bien una pista de patinaje sobre hielo.

El paso de las sesiones ayuda también a que los flamantes fichajes del mercado invernal se aclimaten a la ciudad y vayan adquiriendo los automatismos e idea de juego de su nuevo club. De esta manera, sabiendo que Raúl Fernández lo tiene difícil para tener minutos sobre Varas, Hernán Pérez y Tulio de Melo han de esforzarse para hacerse hueco en los planteamientos de su entrenador, así como Jonathan Pereira no puede despistarse, a pesar de llevar más semanas en el Pucela.

La de hoy ha sido la primera toma de contacto con sus compañeros para el paraguayo, que ha visto cómo Sastre se ha reincorporado al trabajo grupal. Los ausentes han sido Roger y Alfaro, que han trabajado al ritmo que les permiten sus respectivas lesiones. El extremo onubense retrasará aún más su reaparición debido a que la herida de su tobillo derecho se ha abierto de nuevo, reanudando el calvario del extremo diestro. Si no hay bajas estos días, aparte de las de estos dos hombres, la única ausencia en tierras cántabras será la del sancionado Jesús Rueda.