Contra el frío y el aire, justo después de comer, bueno es un café. Muchos se vieron en las gradas de los Anexos, en un encuentro el que quizá, durante los duros 90 minutos que tuvo, pudo ser lo mejor que los aficionados que se acercaron al feudo albivioleta pudieron catar. Eso sí, aderezado por pequeños conatos de calidad de hombres como Ayub y Toni, que siempre dejan esos destellos de fútbol. Los asturianos, algo confundidos a lo largo del partido, plantaron cara, sí, pero de forma muy timorata y con solo un pequeño arreón al final, cuando se vieron con el agua al cuello. Con el pitido inicial, los dos filiales comenzaron con ganas, con garra y con muchas imprecisiones. Balones de un lado a otro, sin un dominador claro y con la sensación de que el choque iba a estar disputado por ambos, cada cual con sus armas. El Promesas, en cuanto pudo, se hizo con el control del cuero, obligando a su rival a defenderse atrás. Los de Hervás, bien plantados en defensa, aguantaron las primeras acometidas locales, que se redujeron en algún que otro disparo desde la frontal, sin mucho peligro para Pol Busquets.

Sin embargo, el Sporting B apenas creó juego ofensivo, y ya ni hablar de peligro en campo contrario. Sus ataques se simplificaron a mandar balones en largo hacia Mendi, que peleó lo que pudo, pero no controló en ninguna ocasión. Con este guion, el Promesas fue ganando terreno, acercándose cada vez más, disparando desde lejos y centrando desde la esquina. Con ello, el gol parecía cuestión de tiempo. Y quien sino para abrir la defensa rival que Ayub. El joven jugador de origen marroquí se deshizo de varios rivales y pegó un buen centro desde la línea de fondo para que Jorge, ante la pasividad defensiva asturiana, rematara a la red tras controlar en el área pequeña.

Las malas noticias para los visitantes no terminaron en este gol, pues apenas unos minutos después, se quedó con 10 hombres. Mendi, en un salto con Anuar, golpeó con su codo en el rostro del ceutí y ante la sangre que brotaba de la nariz de este, el colegiado no dudó en mandarle hacia la caseta. Todo parecían flores para el Promesas, que se veía con marcador a favor, el juego muy dominado y superioridad numérica. Con esto, los chicos de Rubén de la Barrera trabajaron el encuentro poco a poco. Controlando el esférico, moviéndolo y tratando de obtener un espacio para ampliar el marcador. Pudo hacerlo Ayub, con un fuerte disparo desde la frontal que Pol detuvo en dos tiempos. También Toni, en idéntica situación. Pero no llegó y quedó todo por resolverse en el segundo tiempo.

Reacción tímida e insuficiente

A la vuelta de los vestuarios, el Promesas parecía tenerlo todo en orden, puesto que su rival aún seguía noqueado por verse con tantas adversidades. Sin embargo, la escasa distancia en el marcador dio alas al equipo asturiano, que se fue incorporando cada vez más al ataque. Siempre de forma tímida e inofensiva, eso sí. Sumó metros con el paso de los minutos y también disparos. Debe y Jaime, para Promesas y Sporting B, fueron ejemplo de ello, con disparos que no causaron problemas a los respectivos guardametas rivales. También lo probó el goleador Jorge Hernández, en una buena posición para disparar en el interior del área, pero no acertó a mandar el cuero entre palos.

Pasaba una hora de partido, y la segunda parte se hacía dura de ver para el aficionado, pues la batalla táctica seguía. El Sporting B adelantó su línea defensiva, también su presión, impidiendo así el juego fluido de los locales, que aunque buscaban el gol de la tranquilidad, no lo hacían con especial fuerza. Cabe destacar que, los atacantes albivioletas, no tuvieron su tarde, pues siempre que llegaban a zona de peligro, fallaban en ese disparo o pase final que decanta las jugadas.

Los asturianos se animaron y tuvieron en las jugadas de estrategia sus mejores opciones, especialmente en un envío directo de Juan Mera al que Julio respondió con un despeje de puños cuando parecía que el cuero le superaba. También entró en acción el balón parado para el Promesas, pues dos disparos de Javi Navas y Brian, de falta, pasaron cerca de la portería de un Pol Busquets seguro bajo los palos. Al final, en un ejercicio de imprecisiones, especialmente de Ángel que falló un gol cantado a puerta vacía, el marcador no se movió y la victoria se quedó en tierras pucelanas. Tras una segunda parte en la que ni unos se dejaron el alma en sentenciar, y ni otros en empatar, el choque se decidió por el buen primer tiempo que completó el Promesas, que se acerca así más a la salvación, que es el objetivo principal del filial del Real Valladolid, aunque la clasificación indique lo contrario.

Real Valladolid Promesas (0) Sporting de Gijón B (1)
Julio 6 Pol Busquets 7
Deve 6 Benito 6
Casado 6 Alberto 6
Ramiro 6 Guitián 6
Brian 7 Sergio Menéndez 6
Anuar 7 Adama 5
Ayub 8 Tato 5
Toni 6 Guille Donoso 4
Ángel 6 Juan Mera 6
Jorge Hernández 7 Jaime Santos 6
Guille Andrés 5 Mendi 2
Suplentes
Javi Navas 6 Borja Álvarez 5
Dani Vega 5 Álex García 6
Fran No - - -