El equipo de la capital de Pisuerga llega al encuentro con la moral por las nubes tras su convincente victoria ante el Sporting de Gijón por 3-0, uno de los equipos más importantes de la categoría y aspirante al ascenso. Esta victoria propició que el Real Valladolid se ubicara segundo en la clasificación igualando a puntos al Real Sporting con 51, y a tan sólo un punto del líder, la UD Las Palmas (52). Los blanquivioletas, buscarán este domingo su primer triunfo en Segunda División en el Benito Villamarín frente a Real Betis Balompié, que milita quinto con 50 puntos. El Real Valladolid no sabe lo que es ganar en el Benito Villamarín cuando juega en Segunda División.

El Real Valladolid nunca ha ganado en Segunda en el campo del Betis

El equipo pucelano padece un mal endémico, una especie de virus mortal se instala cuando visita el Benito Villamarín. Los helipolitanos en su feudo se han convertido un auténtico quebradero de cabeza para el Real Valladolid en Segunda Divisón, puesto que los albivioletas no ha conseguido vencer en ninguno de los siete partidos de la categoría de plata que ha disputado en el feudo helipolitano. El cómputo del conjunto blanquivioleta es de tres empates y cuatro derrotas en las siete ocasiones en las que ha visitado el coliseo verdiblanco en la Segunda División del fútbol español, con un mediocre balance de cuatro goles a favor y catorce en contra.

Con la historia en su contra

El 19 de septiembre de 2010, a las 12 de mediodía, el Real Valladolid jugó su último partido en el, por aquél entonces, estadio Manuel Ruiz de Lopera como equipo de Segunda División. Era la jornada cuarta, y los vallisoletanos, entrenados por Antonio Gómez, perdieron el partido por 2-1. El Pucela se adelantó en el marcador con un gol de Marc Valiente en el minuto 36, pero once minutos después, Rubén Castro ponía las tablas en el marcador. Mediada la segunda parte, Israel puso el 2-1 que, a la postre, sería el resultado definitivo para los de Pepe Mel. En aquél Betis militaban jugadores del calibre de Rubén Castro, Emaná o Salva Sevilla, y por parte del Real Valladolid jugadores de la talla de Javi Guerra, Sisi o Nauzet. El Real Bétis acabaría la liga como campeón y el Real Valladolid en un discreto séptimo puesto. Los andaluces regresarían así a Primera División.

Foto: Real Valladolid. 

En la jornada 25 del 7 de marzo de 1993, el Real Valladolid empató 2-2 en el Benito Villamarín. Un partido con goles tempraneros donde el Valladolid se adelantó hasta en dos ocasiones por medio de Castillo (10') y Najdoski (23') pero que el Bétis igualó en dos ocasiones hasta el 2-2 final por medio de Ivanov (21') y Kassumov (52'). Andradas Arsumendi arbitró aquél partido rodeado de míticos futbolistas de la talla de Merino, Gordillo, Cuéllar o Caminero, Onésimo, Amavisca o Cuaresma.

Jorge D´Alessandro fue destituído la semana siguiente de jugar con el Real Valladolid tras perder con el Palamós 2-0 y su sustituto, José Ramón Esnaola, sólo pudo conseguir un discreto quinto puesto al final de temporada. Por otro lado, Felipe Mesones, si consiguió el ascenso después de quedar segundos a final de temporada y tras haber estado sin suerte, curiosamente, en el Real Betis la temporada anterior donde una promoción con el Deportivo de la Coruña le privó sin el soñado ascenso.

Toda Quimera necesita su Belerofonte

Tras su explusión frente al CD Tenerife, y tras cumplir su correspondiente partido de sanción, Jonathan Pereira llega al Benito Villamarín en forma de antivirus que alce al equipo castellano a su primera victoria contra el Betis en su estadio siendo equipo de Segunda División. El ratón gallego, que militara en el equipo andalúz durante los años 2010-12, afronta el partido con las ganas que tiene cualquier jugador de medirse a su ex equipo. Un veneno que aporta desmarque, agilidad, velocidad y caída a banda para doblegar al conjunto verdiblanco y, amén de conseguir su primera victoria en Segunda División en el feudo helipolitano, darle un mazazo a un rival directo por el ascenso. Nadie dijo que fuera fácil, pero como dijo Swanbeck: "Esto no es Misión: Difícil, esto es Misión: Imposible, Señor Hunt".