Como ya viene siendo habitual desde el inicio de temporada, resulta bastante complicado adivinar por dónde van a ir los tiros en cuanto a la alineación del Real Valladolid. Ya no solo por los jugadores que partirán como titulares, sino también por el esquema táctico que planteará Rubi. En el último encuentro ante el Sporting de Gijón, el técnico catalán volvió a recuperar el 4-3-3. Un esquema que ha venido utilizando en las últimas jornadas aunque no regularmente. La lesión de Roger hizo que el equipo acusara de alguna manera la falta de gol como así ocurriese en algunos encuentros como ante Betis y Ponferradina, donde el Pucela dominó gran fase del encuentro, pero le faltó ese acierto de cara a gol.

Quizás, otro de los motivos que llevan a Rubi a formar con esta alineación esté en el centro del campo. Habitualmente, hasta finales del pasado año, el Valladolid venía jugando con un doble pivote (Leao - Timor), lo que provocaba que Álvaro Rubio se viera relegado al banquillo, algo bastante inusual en este equipo en las últimas temporadas donde el riojano era titular en la mayoría de partidos.

Más equilibrio

Ahora con este trivote que ha planteado el técnico catalán da cabida a los tres grandes centrocampistas que tiene el equipo en plantilla, André Leao, Álvaro Rubio y David Timor. Sin tampoco olvidar a Lluís Sastre que desde esta temporada estamos viendo una versión algo mejorada con respecto a años atrás. La inclusión de tres mediocentros hace que el equipo tenga mucho más equilibrio en el centro del campo, además de dominar mucho más cada encuentro.

El trivote da libertar a Rubio para pisar mucha más área

Frente al Sporting de Gijón, se vio cómo André Leao y Álvaro Rubio se intercambiaron las posiciones. El portugués partía de ‘5’ por delante de los dos centrales siendo el pivote del equipo acompañado de Timor y del propio Rubio en los interiores. Este esquema hizo que se pudiera observar al riojano mucho más ofensivo que en otras ocasiones, pisando área rival en numerosas ocasiones. Respecto a David Timor, es el centrocampista que le da otro aire al equipo, sobre todo a la hora de destruir el juego del rival dando ese carácter al equipo que la temporada pasada se echó en falta con Juan Ignacio Martínez.

Foto: Real Valladolid

La gran duda, ¿4-2-3-1 ó 4-3-3?

La gran incógnita de cara al próximo encuentro frente al Betis está en ver si Rubi vuelve a apostar por jugar con el 4-3-3 o si de lo contrario vuelve al esquema habitual ante el regreso de Jonathan Pereira tras cumplir sanción. Precisamente en los últimos días hemos escuchado versiones respecto a este tema. Óscar González confesó que é,l personalmente, se encuentra más cómodo cuando el equipo juega con tres centrocampistas ya que tiene menos trabajo defensivo que cuando juega de mediapunta por detrás del delantero. Hay que recordar que para el ‘10’ blanquivioleta esta posición de falso nueve es nueva, pero hasta el momento siempre que ha jugado como hombre en referencia siempre ha cumplido con creces, y teniendo acierto de cara a gol, Zaragoza, Mallorca o mismamente el pasado sábado ante el Sporting.

Óscar: "Me encuentro más cómodo con tres pivotes"

En la rueda de prensa de este viernes previa al encuentro frente al Betis, Rubi también ha sido preguntado acerca si repetirá la fórmula que tan bien ha funcionado ante los rivales más fuertes de la categoría. El técnico catalán, como viene siendo habitual, no ha dado muchas pistas pero sí que ha reconocido que tener esta otra alternativa le beneficia a su equipo ya que el rival tiene muchos más problemas para saber por dónde va a ir su planteamiento.

Quizás, por poner una pega en cuanto a jugar con tres centrocampistas está a la hora de tener que prescindir de un hombre de ataque, y precisamente, la parcela ofensiva es una de las demarcaciones donde más fuerte está el equipo tras la llegada de Jonathan Pereira y Hernán Pérez, además de los Óscar González y Díaz, Mojica, Omar, Jeffren… teniendo que sacrificar una bala más en ataque. Aunque también es cierto, que siempre que el equipo ha jugado con el 4-3-3, el Pucela no se ha visto con problemas de cara a gol recordando las goleadas ante el Barça B o Mallorca.