El conjunto dirigido por Rubén de la Barrera se enfrenta el próximo domingo al CD Guijuelo en la capital de Castilla, un duelo que sin ningún atisbo de duda reflejará la igualdad que se presupone entre dos equipos que están completando una temporada realmente meritoria en la categoría de bronce del balompié español. El filial del Pucela afronta esta cita después de la derrota de la pasada semana por la mínima (3-2) en el fortín de la Cultural y Deportiva Leonesa, mientras que los salmantinos no fueron capaces de pasar del empate a uno a domicilio contra el Coruxo FC.

Además, el envite será realmente especial para un integrante en concreto del plantel blanquivioleta. Se trata de De la Barrera, el técnico gallego que durante la pasada campaña se encargara de liderar la nave del cuadro chacinero. El míster del Real Valladolid Promesas ya tuvo un gran recibimiento en el partido de la primera vuelta disputado en el Estadio Municipal de Guijuelo, donde vallisoletanos y salmantinos acabaron firmando tablas en el electrónico tras los 90 minutos reglamentarios al empatar a uno.

Dicho compromiso se entrañaba muy complicado para el filial del Club presidido por Carlos Suárez, sobre todo teniendo en cuenta que el Guijuelo llegaba en un estado de forma que se podría calificar de intratable, unido al hecho de que al Promesas se le juntaron varios choques frente a rivales de gran entidad en el calendario del campeonato doméstico en el Grupo 1 de Segunda B. No obstante, los pucelanos no se amilanaron y demostraron desde el pitido inicial del colegiado que no iban a renunciar a su estilo en ningún momento, debido a que la clave de su éxito se estaba basando principalmente en mantenerse fieles a su filosofía y su dinámica de juego en cualquier situación.

Cabe recordar que el encuentro celebrado en tierras charras no fue tan vistoso como se esperaba, principalmente porque ambas contiendas se preocuparon en exceso por respetar a su rival, lo que les privó en todo instante de hacer gala de las múltiples cualidades que atesoran cuando saltan al césped para practicar el deporte rey. Hubo varios lances a lo largo de toda la contienda que evidenciaron la tensión típica que se maneja en cualquier derbi regional, si bien es cierto que tanto Guijuelo como Real Valladolid B dieron muestras de contar en sus filas con extraordinarios profesionales dentro y fuera del campo.

Los chacineros fueron los que llevaron la iniciativa del partido

Los chacineros fueron los que llevaron la iniciativa del partido por encima de su adversario, dado que tuvieron la convicción necesaria para arrebatarles a los hombres de Rubén de la Barrera la base en la que se había cimentado hasta la fecha su estupendo balance de resultados en la competición: la posesión del esférico. Sin embargo, el Promesas se mostró muy sólido, compacto e infranqueable durante casi todo el encuentro, lo que obligó al CD Guijuelo a dar su mejor versión con la finalidad de desarmar la seriedad y rigidez defensivas de los pucelanos.

Una contra de libro

Estaba claro que no iba a ser una misión sencilla sacar algo positivo de la visita al Estadio Municipal de Guijuelo, especialmente porque los locales se iban creciendo y ganando presencia en el terreno de juego con el transcurso del encuentro, lo que obligaba al segundo plantel vallisoletano a replegarse y tratar de buscar su oportunidad saliendo rápidamente al contragolpe. Y así es como llegaría el primer tanto de la tarde, una vez que el Promesas pudo pillar desprevenida y descolocada a la defensa charra, completando un contraataque de manual que Toni se encargaría de resolver de manera impecable para perforar el fondo de las mallas de la portería de Garabato.

El duelo se iría al descanso con el 0-1 favorable al Real Valladolid B, aunque daba la sensación de que el equipo salmantino no iba a arrojar la toalla ni a dar su brazo a torcer, sobre todo porque se sentía bastante espoleado por los cánticos de apoyo y de aliento que estaba recibiendo desde la grada por parte de sus seguidores. Y el empeño, sacrificio y constancia de los charros se vería recompensado antes de llegar al ecuador del segundo acto, justo cuando Valero tuvo la precisión y la calma que el partido exigía para batir a Julio Iricibar, lo que posibilitó al capitán del CD Guijuelo (por la ausencia del exalbivioleta Jonathan) devolver la equidad al luminoso.

La pugna no dio mucho más de sí, puesto que siguió el mismo guion que se había desarrollado a lo largo del resto del choque, con los locales arrinconando a su oponente pero sin poner en demasiadas complicaciones al guardameta del filial del Pucela. De hecho, Dani Vega dispuso de la ocasión más manifiesta para haberle dado los tres puntos a los suyos, aunque Garabato realizó una intervención muy meritoria que impidió al juvenil blanquivioleta marcar el segundo tanto de los vallisoletanos. El partido finalizaría con empate a uno entre Guijuelo y Promesas, por lo que habrá que esperar para ver lo que ocurre este domingo en los Anexos, un escenario en el que se espera un envite parejo y nivelado entre dos conjuntos que presentan una de las apuestas futbolísticas más interesantes de la división de bronce del fútbol nacional.

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