Nueva jornada fuera de casa. Las dudas asoman dentro de la parroquia vallisoletana tras los últimos partidos del Real Valladolid lejos de su estadio. Sin Roger Martí ni Alfaro pero con la vuelta de Chica más el posible regreso de Mojica a una convocatoria tras su lesión frente a la AD Alcorcón, Joan Francesc Ferrer Sicilia puede contar prácticamente con la totalidad de la plantilla. El problema reside en cómo plantear el encuentro en El Toralín. Si repite esquema con el 4-3-3 de las últimas fechas, los tres jefes de mando deberán llevar la batuta del partido. Si por el contrario, el preparador catalán busca presionar a los bercianos, el trabajo de la gente de arriba será clave para poder llevarse los tres puntos de Ponferrada.

Necesidad de intensidad

El problema fundamental de la nefasta actuación pucelana en Tenerife o en Sevilla fue la falta de intensidad en todas las líneas del sistema táctico. Con la inmensa competitividad que se manifiesta en la Liga Adelante, la relajación es un mal compañero de viaje. Y el pucela de esto, desgraciadamente sabe mucho. Lejos de Zorrilla, el Real Valladolid baja muchos enteros. Seguramente no haya una explicación concreta, pero es un hecho. Resulta impactante que los mismos jugadores puedan perder por 4 goles a 0 en el Benito Villamarín y saquen adelante una semana después, con el mismo resultado, otro partido en el José Zorrilla.

(Foto: Real Valladolid)

Receta que gana enteros para este próximo domingo. Si la SD Ponferradina tiene opciones de entrar en play off, es esencialmente por su fortaleza defensiva. En todo lo que se lleva jugado de la Segunda División, sólo han sido dos las escuadras que han salido victoriosas de El Toralín. El Sporting de Gijón y el CD Numancia saben lo que es ganar en Ponferrada. Planteles como el Real Betis o el Girona CF, han comprobado que los bercianos, en su casa, son un rival dificilísimo y a la mínima que la intensidad del equipo visitante baje, puedes salir goleado. El gran desplazamiento blanquivioleta que se prevé para la ocasión, espera encontrar a un pucela resabiado de los últimos envites lejos del Pisuerga.

El pucela no estará solo en Ponferrada

Las balas se agotan para ambas escuadras. Los locales buscan con insistencia su presencia dentro de los seis primeros clasificados de la Liga Adelante para buscar su particular "machada" en los play off. Los visitantes, con el baile semanal de los primeros puestos, quieren ganar de una vez fuera de casa y no verse envueltos en problemas ya que en esta jornada, si no se puntúa, pueden verse muy perjudicados.

Todos a una

Tanto con un esquema como con el otro, desde el minuto uno, el plantel albivioleta debe tener las líneas juntas y las basculaciones tienen que ser armoniosas. Si Rubi elige continuar con el 4-3-3, los hombres de arriba, con la movilidad que los caracteriza, tienen la misión de trabajar al unísono con los capitanes del barco, Rubio-Leao-Timor. Si juegan Pereira-Óscar-Hernán, con Mojica a la espera u Óscar Díaz, Jeffren y Omar en el banco, el trabajo defensivo para poder doblegar a los leoneses es clave para sacar el resultado adelante. En cuanto a la parcela defensiva, parece claro que los cuatro hombres clásicos del mister catalán, Peña-Rueda-Valiente-Chica, no podrán cometer fallo alguno con hombres de la talla de Pablo Infante, Acorán, Sobrino, Yuri o Berrocal.

Si es hora de cambiar de táctica, llega la hora de Óscar Díaz, Túlio de Melo o Pereira. No hay que descartar, que por las características del rival y las condiciones del campo, se vuelva a ver al delantero madrileño como titular. Con el 4-2-3-1, el primer hombre de presión es el punta, y a partir de ahí todo el equipo cual grupo de ballet, tiene que bailar al mismo ritmo en esa presión. Con menos gente en la medular, resulta indispensable que Leao y Timor conecten todo el partido con la defensa y el ataque. Con todo el equipo muy junto, sin dejar espacios, las jugadas a balón parado pueden ser otra alternativa. Con un Real Valladolid eficaz tanto despejando balones como introduciéndolos en las redes contrarias, un mínimo fallo en este tema en Ponferrada, puede condenar al plantel de Rubi a la derrota.

El fútbol dictará sentencia en la tarde del próximo domingo. Con las espadas en todo lo alto, el plantel que sepa leer el partido y quiera llevárselo desde el pitido inicial, tendrá mucho ganado. Los planteamientos de ambos entrenadores valen su peso en oro pero, los factores que marcan las diferencias como la intensidad, la lucha o las ganas, se compran aparte. El pucela ha pecado de no haberlas adquirido con anterioridad. Para este duelo, tiene que comprar de sobra.