“Show must go on”, rezaba la canción de Queen y reza el equipo vallisoletano tras unas semanas convulsas en cuanto a murmullos y desconfianzas por los malos resultados del equipo en las últimas jornadas. Las tres derrotas ante Girona, Albacete y Ponferradina han llegado a la mandíbula de cada aficionado blanquivioleta y ha mermado la resistencia del ideario de Rubi, que empieza a estar seriamente cuestionado en tertulias y corrillos de temática futbolística en la capital vallisoletana. Solo vale el triunfo ante un Mirandés que piensa lo mismo y que no lo pondrá fácil, a pesar de jugar fuera y de las dudas generadas también tras los dos malos resultados que han sacado en Anduva.

El equipo vallisoletano necesita mejorar

Como si de un boletín de notas a mitad de curso se tratara, parece que el Real Valladolid ha conseguido un sonoro y decepcionante insuficiente. Tres derrotas seguidas reflejan que la goleada en casa ante el Numancia de Soria no fue más que un espejismo y que el equipo está más verde y flojo de lo que se esperaba y se quería pensar. Desde luego el equipo ha sufrido sin Hernán y Mojica, pero tampoco fueron ellos héroes en el partido ante el Girona, donde solo el paraguayo pareció querer enmendar errores sin estar sobresaliente.

(Foto: Real Valladolid)

Los resultados hablan por sí solos. Quizá la derrota contra el Albacete, por ser en casa y de la manera en la que se produjo, fue la más dolorosa. El equipo no respondió desde la actitud, más que desde la aptitud, lo cual es preocupante, dado que el objetivo del ascenso directo parece haberse alejado lo suficiente como para que muchos aficionados lo vean ya en una distancia complicada. Incluso Rubi, que parecía haber convencido a la 'parroquia' vallisoletana, empieza a ser un elemento al que mirar con desconfianza, tras la escasa reacción vista en las recientes derrotas.

A Valladolid con los dientes apretados

En este escenario llega el Mirandés a Zorrilla, en una situación que para nada es idílica en territorio burgalés. El equipo de Carlos Terrazas llega también con la necesidad de enderezar el rumbo tras tres jornadas sin ganar y dos duros resultados consecutivos en casa, cayendo derrotados contra el Girona y empatando ante el Sabadell, colista de la Liga adelante. Estos hechos hacen del Mirandés un equipo trampa, pues sus urgencias le provocarán presumiblemente al equipo vallisoletano, tener los cinco sentidos en el encuentro.

Con una relativa lejanía de puntos a las difíciles posiciones de descenso, el equipo burgalés podría, con los puntos de Zorrilla, soñar incluso con los aún cercanos puestos de promoción. A pesar de ello, los números fuera de casa del Mirandés no son precisamente esperanzadores, con un rendimiento lejos de su estadio que habla de dieciséis puntos de cuarenta y ocho posibles, incluso habiendo superado en la segunda vuelta la difícil racha vivida a principio de temporada, cuando el equipo rojillo perdió seis partidos seguidos fuera de su feudo. Ahora, con un objetivo claro, visita Zorrilla en lo que será un derbi castellano con mucho en juego.

(Foto: Real Valladolid)

La victoria, un respiro para el míster

Puede parecer algo fuera de lugar por solo una mala racha, pero lo que es cierto es que la gente empieza a comentar sobre el rendimiento y la idoneidad del míster catalán en el conjunto vallisoletano. Francesc Ferrer ‘Rubi’, quien en ocasiones fue muy bien valorado por sus ideas y su sello en el juego del equipo, es ahora el objetivo de las críticas, tras los malos resultados. "Los tres últimos partidos ninguno ha sido bueno. A ellos les ha dolido, quieren volver"En rueda de prensa previa, el entrenador del Real Valladolid quiso dejar claro que el equipo necesita ya “una victoria” y que “tres derrotas seguidas es un palo muy duro”. Esa situación de desasosiego hace que el equipo necesite un golpe de moral: “Estamos en una situación en la que hay que demostrar personalidad”. Además, dio la cara por los suyos: “los jugadores siempre están bastante metidos en los entrenos” y declaró que el Mirandés puede ser un equipo peligroso, ya que son “un equipo incómodo”.

Plena confianza de sacar algo de Zorrilla

El entrenador del equipo burgalés, Carlos Terrazas, indicó que a pesar de que la salida a Valladolid "es difícil", quieren dar un golpe de efecto en el partido del sábado. El entrenador bilbaíno es consciente de que en la categoría es "difícil ganar al primero y también al último", aunque reconoció que la del Zorrilla es una de "las más complicadas del año". "No podemos despistarnos ni un segundo" El míster del Mirandés no cree en la superioridad que le puede dar la mala racha que vive el equipo local ya que entiende que "lo mismo por esa circunstancia van a estar más atentos y lo van a poner más difícil". Recuerdó que el partido de ida fue un partido en el que el Mirandés "acabó llevando el timón" aunque advierte del juego del Valladolid, del que afirmó que "tiene mucha amplitud en todos los sentidos y mucha velocidad en banda".

Así llegan, así se encontrarán

Desde luego, la situación de este encuentro hace que el derbi castellano que se vivirá el sábado sea especial, ya que ambos equipos llegan jugándose los puntos en diferentes situaciones de necesidad. Solo en una ocasión Valladolid y Mirandés se enfrentaron en la categoría de plata del fútbol español y fue en esta temporada, en el partido de ida entre estos mismos conjuntos, en el estadio de Anduva. Ese encuentro, con empate final a cero, no es el único no obstante que enfrentó a los dos equipos castellanos. En la temporada 70/71 y en Tercera División española, ambos conjuntos se enfrentaron en el mismo escenario (a pesar de ser en el antiguo estadio José Zorrilla) en el que nos lo brindarán la tarde del sábado. En esta ocasión, ambos equipos tienen ante sí buenas oportunidades para despejar dudas ante su propia moral y ante las de sus aficionados.

El Real Valladolid, quinto con cincuenta y cuatro puntos, a dos del inmediato superior, Las Palmas, y a cinco puntos del ascenso directo, marcado por el Girona, que ahora es segundo, permiten al Valladolid soñar aún por el ascenso sin promoción. Ese hecho, aunque lejano, parece necesitar ya de victorias, pues el talento del equipo parece que no deja duda alguna, ya con Roger recuperado y con algo más de rodaje; y Hernán y Mojica, seleccionados por sus conjuntos nacionales que ya han podido descansar tras la jornada internacional. Con la única baja de Alfaro, el entrenador confía en ellos y es el momento perfecto para responder.

Convocatoria del Real Valladolid: Javi Varas, Raúl Fernández, Chica, Chus Herrero, Peña, Samuel, Jesús Rueda, Álvaro Rubio, André Leao, Timor, Hernán Pérez, Jeffren, Óscar, Mojica, Óscar Díaz, Tulio de Melo, Roger y Jonathan Pereira.

El Mirandés, al mando de Terrazas, se sitúa decimocuarto en la 33ª jornada liguera, con cuarenta puntos, a ocho del descenso (marcado por el Osasuna) y a ocho de la promoción de ascenso a Liga BBVA, debe dar un golpe encima de la mesa fuera de casa, tras no haber sido un equipo afortunado lejos de su estadio. El entrenador podrá contar de nuevo con el centrocampista Álex García, uno de los fijos que no pudo jugar ante el Sabadell en Anduva por culpa de la acumulación de tarjetas, que ya habiendo sido cumplida, le permite jugar en Zorrilla.

Convocatoria del Mirandés: Imanol, Razak, Espín, Kijera, Javi Cantero, Caneda, Álex Ortiz, Aitor, Corral, Carnicer, Josu Hernáez, Provencio, Álex García, Rúper, Barahona, Juanjo, Urko Vera y Pedro Martín.

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