Toca dar un vuelvo a la situación fuera de casa. Última oportunidad para seguir peleando el ascenso directo. Puede parecer exagerado afirmar esto, con aún ocho jornadas por disputarse y tan solo una desventaja de cuatro unidades en la clasificación respecto al segundo clasificado. Sin embargo, la trayectoria del Real Valladolid obliga a pensar de esta manera, pues con una victoria en los últimos cinco partidos, las sensaciones no ayudan a imaginar a un conjunto pucelano luchando hasta el último día por el retorno a Primera.

El rival, Las Palmas, se encuentra en un momento muy parecido. No acumula tantas derrotas, aunque tiene el denominador común de no funcionar lejos de su estadio. En su casa, todo lo contrario. Cuenta sus últimos partidos como victorias, derrotando incluso a un rival directo como el Girona. En este encuentro, tendrá la oportunidad de volver a hacerlo. Los dos, canarios y castellanos, se han descolgado un poco del ascenso directo, por lo que el vencedor de este choque dejará al derrotado hundido y casi eliminado, o sin el casi.

Para este partido, Rubi no podrá contar con André Leao, sancionado con un encuentro por su expulsión ante el Sabadell. Una baja sensible, que se une a la de Alejandro Alfaro, habitual en la enfermería durante muchos meses. Como duda, Javi Chica, aunque las previsiones son positivas con el catalán.  Por ello, el técnico albivioleta tendrá que hacer algunos ajustes en su equipo, sumados con el plan que trame para anular a Las Palmas, un rival directo, y para volver a mostrar una buena imagen lejos del José Zorrilla. 

La defensa, la parcela más clara

Entre todas las dudas que puede tener Rubi para confeccionar su alineación, la línea defensiva puede ser en donde más claro lo tenga. Los laterales, a pesar de que no están teniendo sus mejores actuaciones en los partidos más recientes, serán los de siempre: Peña por la izquierda y Chica por la derecha, siempre y cuando se recupere a tiempo, como así parece. En caso de no poder viajar, la lógica invita a pensar en Chus Herrero como lateral, viendo que Xavi Carmona, lateral del filial, ha estado lesionado en las últimas semanas. El centro de la retaguardia, debido al bajo nivel de Rueda, que ha encadenado fallo tras fallo, ejemplo de ello su error ante el Mirandés, deja una pareja formada por Samuel y Valiente.

Samuel ha dado un paso al frente en esta recta final 

Papel reseñable el de Llorca, pues se ha quedado en el banquillo durante largos meses, pero cuando ha tenido que actuar, ha cumplido en todo momento. Fruto de ello, la titularidad que le ha regalado Rubi para este tramo final. De su buen nivel se puede contagiar un Valiente algo espeso, aunque siempre solvente. Ante Las Palmas, ambos deberán estar muy atentos, pues el equipo de Paco Herrera juega con una pareja también de delanteros diferentes y complementarios. La referencia, Ortuño, pelea los balones por alto y se coloca entre ambos centrales, mientras que Araujo, máximo artillero de los amarillos, tiene más movilidad. 

La batalla del centro del campo 

Antes de la visita a Girona, Rubi afirmó en rueda de prensa que había encontrado soluciones al mal juego fuera de casa. Su apuesta, disponer un equipo más ofensivo o más defensivo. Sobre el campo, poco se pudo ver en un nuevo día de despropósito pucelano. Su equipo, como acostumbra lejos de Zorrilla, ni atacó bien ni defendió bien. Se volvió a quedar a medias entre una cosa y otra.  Sin embargo, en las últimas semanas el juego ha mejorado, y lo ha hecho gracias a la figura de un hombre: Álvaro Rubio, quién sino.

El capitán del Real Valladolid ha devuelvo la idea de juego a su equipo, construyendo las jugadas desde atrás, defendiendo y ordenando el centro, y erigiéndose como un líder sobre el campo. Su acompañante, esta vez, no podrá ser André Leao, debido a su expulsión ante el Sabadell, por lo que todo parece indicar que será Timor, que perdió el sitio el pasado domingo. A pesar de que Rubi no se cierra las puertas, y siempre afirma tener a cuatro centrocampistas de nivel y preparados para jugar, resulta complicado pensar en Lluís Sastre de inicio en un partido de semejantes magnitudes, jugándose lo que se juega el Pucela y después de tantas ausencias del balear.

El doble pivote Rubio-Timor gana enteros por la sanción de André Leao 

Aun así, habría un resquicio por donde podría aparecer el bueno de Lluís. En el caso de que Rubi apostara por reforzar el centro del campo con un tercer centrocampista, Sastre podría acompañar a Rubio y Timor en un trivote con el luso más retrasado y sus compañeros en cada uno de los interiores. Quedaría una opción más, descabellada como ninguna, por el experimento que sería. Rueda, que en sus años jóvenes fue centrocampista, adelantaría su posición para formar con Timor y Rubio en una medular de mucha contención y trabajo.

No parece que esta última propuesta tenga muchas posibilidades de partir de inicio, siendo el doble pivote con Rubio y Timor la pareja que probablemente escogerá el preparador catalán. Las Palmas, que habitualmente juega con dos centrocampistas también, tendrá trabajo ahí, al igual que su rival, pues gran parte del partido se resolverá en este lugar del campo. Quien domine la medular, con ayudas de los hombres de ataque, tendrá muchas opciones de hacer daño, pues los dos conjuntos tienen la posesión del balón como su mejor arma. Por ello, el Real Valladolid deberá empezar con la máxima intensidad posible, cerrando espacios a la delantera canaria y sus dos bandas ofensivas, en las que no estará Nauzet por lesión. 

 

La incógnita de la delantera

En la última línea del campo, la encargada de conseguir los goles, aparecen las múltiples posibilidades para Rubi. Dos hombres parecen fijos, precisamente los dos futbolistas en más forma del Real Valladolid. Hernán Pérez, por la derecha, y Roger, en la demarcación del ‘9’, partirán salvo sorpresa mayúscula, de inicio en Canarias. El paraguayo es y debe ser la referencia del equipo, pues ningún futbolista tiene la calidad y velocidad que él posee de tres cuartos hacia delante en el terreno de juego. Por su parte, el valenciano, aunque se le nota todavía algo justo para terminar los partidos, es el alma del Pucela. No solo es desmarques, remates y gol; también es garra, eso que el conjunto albivioleta ha podido perder durante su ausencia.

Hernán Pérez y Roger, fijos para Rubi 

Para la banda izquierda, Rubi tendrá un debate interno. Seguir apostando por el Mojica más previsible e intermitente de la temporada o dar la oportunidad a alguno de sus otros jugadores. ¿Quién podría sustituirle? Desde Omar, en un reto personal de brillar ante el rival del equipo de su infancia (Tenerife), hasta Jeffren a pierna cambiada, pasando por el desaparecido Óscar Díaz. Estos tres jugadores, por sus características, pueden jugar en el costado zurdo, aunque el más natural en esta demarcación es el tinerfeño. Quien también puede actuar ahí, aunque no lo haya hecho demasiado, es Jonathan Pereira. Sin embargo, al regresar de una lesión, apostar por el gallego se presenta mucho más improbable.

Estas tres posiciones, sea el esquema que sea, estarán siempre sobre el campo. Es cierto que, con un 4-3-3, que debido a la baja de André Leao significaría dar la titularidad a Sastre o Rueda en la medular, Pereira podría partir de inicio, pues ya lo ha hecho en otras ocasiones; mientras que con solo dos hombres en el centro, y un 4-2-3-1, Omar y sus dos compañeros tendrían muchas más opciones. El dilema principal, para decantarse por un esquema u otro, es decidir qué hacer con Óscar. Sentarle como en la última salida o aportar por el salmantino. Ante un rival que quiere jugar, que no cierra tantos espacios atrás y se abre para disputar el encuentro, el ‘10’ podría tener más sencillo entrar en contacto con el balón, al recuperarlo su equipo y poder hilar jugadas en un terreno de juego que para nada es pequeño. Muchos son los pros, pero también los contras. Ahí es donde Rubi, en su labor de entrenador, tendrá que decidir.

Lo que es seguro que, construyendo el equipo alrededor de Rubio, y de Óscar en caso de declinarse por él, el Real Valladolid tendrá muchas más opciones de sacar algo positivo, siempre y cuando salga enchufado desde el primer minuto y pueda combatir a Las Palmas, un equipo que se asemeja en idea y estilo con el blanquivioleta. Parar a los dos delanteros, controlar la medular y poder llegar por banda para servir buenos centros a un Roger que también buscará las espaldas de los defensas canarios. Duelo por todo lo alto entre dos equipos que practican un fútbol vistoso, de toque y mucho orden. Rubi, ahí, tiene trabajo en su pizarra.