Pues sí, cuando más falta hacía ganar los tres puntos, después de vencer, pero no convencer ante el Mirandés, la pelotita se resistió. Ni Hernán Pérez, ni Roger, ni Óscar, que estrelló el esférico en el cuerpo de Antonio Hidalgo cuando el balón se colaba en el marco del conjunto arlequinado, pudieron batir a un Nauzet que aún no acierta a entender cómo se fue con su marco a cero del Estadio José Zorrilla.

Munuera Montero a un lado, el Real Valladolid demostró, por lo visto fundamentalmente en la primera parte del choque del domingo, que sabe jugar bien al fútbol. Jugadores tiene para ello. Los Óscar, Timor, Álvaro Rubio, o el expulsado el otro día, André Leao, saben mover la bola de magnífica manera, y solo se les pide regularidad para que el Pucela juegue bien y gane.

Recuperando sensaciones

El partido de la pasada semana, aún con el resultado encima de la mesa, deja varias lecturas, muchas positivas, de cara a afrontar los últimos ocho partidos que restan para finalizar esta Liga Adelante tan igualada.

El domingo se pudo ver un Real Valladolid mucho más dinámico, que entraba por las bandas

Por un lado, pudimos ver un Real Valladolid mucho más dinámico, que volvía a entrar por bandas, fundamentalmente por la derecha con el buen hacer de Hernán Pérez. El paraguayo demuestra partido tras partido, ser el jugador más enchufado del plantel de un Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ que sigue siendo cuestionado por sus planteamientos, cambios y también por su “poca sangre” a la hora de dirigir al equipo desde la banqueta.

También da esperanza el partido de Mojica. Al colombiano se le pudo ver mucho más rápido que en el partido anterior ante el Mirandés y con muchas más ganas. La mejor versión del colombiano va a ser clave para intentar ese pleno 24/24 puntos en estas últimas fechas, que sirvan para ver al conjunto de la capital del Pisuerga, el año que viene en la mejor liga de fútbol, al menos, de España. Álvaro Rubio demuestra que, de momento, aguanta bien el tirón, Roger, a pesar de haber estado parado seis meses, está como un tiro, y Samuel se afianza en el centro de la zaga con Marc Valiente. Cosas positivas que de fructificar pueden ayudar a conseguir el objetivo.

No valen las medias tintas

A pesar del buen hacer, como venimos apuntando unas líneas más arriba, del equipo el pasado fin de semana, a la escuadra vallisoletana se le acabó la opción del fallo tras el empate a cero ante un rival netamente inferior como es el Sabadell.

El conjunto pucelano no puede volver a pinchar en lo que resta de temporada

Este domingo los de ‘Rubi’ visitan el Estadio de Gran Canaria para enfrentarse a Las Palmas, un equipo el canario, que ya logró vencer en Zorrilla allá por el mes de noviembre por un tanto a dos a pesar de Óscar Díaz adelantó a los locales con uno de los pocos tantos que ha logrado esta temporada a pesar de haber tenido minutos tras la lesión de Roger en El Molinón a finales del mes de septiembre.

Este fin de semana no valen las medias tintas ni tampoco las excusas. Solo vale ganar para acercarse un poquito a Girona y Sporting de Gijón, que tienen dos partidos exigentes ante Recreativo y Llagostera, respectivamente. Una victoria en una plaza complicada y un pinchazo de cualquiera de los dos equipos que superan en cuatro puntos a los vallisoletanos puede hacer recuperar a la afición la ilusión y se puede volver a pensar que se puede lograr el objetivo.

Echando la vista atrás

Echando la vista atrás, la verdad es que la cosa se pone fea, muy fea. Las cuatro últimas salidas de los de la capital del Pisuerga se han saldado con derrotas y solo se ha marcado un tanto, el de Montilivi, en el que Túlio de Melo consiguió el empate ante el Girona con un gol desde el punto de penalti.

Fuera de casa, últimas cuatro derrotas ante Tenerife, Betis, Ponferradina y Girona

El dos a cero de Tenerife, en el que la expulsión, tonta, de Jonathan Pereira decantó el partido a favor del conjunto canario, el cuatro a cero ante el Real Betis en el Villamarín, ante un equipo, el de Pepe Mel que ahora mismo aventaja en diez puntos a los de Rubi, el desastre de El Toralín, o la merecida derrota ante el ya mencionado Girona, no hacen ser muy optimistas de cara al partido del domingo.

El Real Valladolid ha de sacar el coraje de donde sea para plantarse sobre el césped del Estadio de Gran Canaria y dar un golpe sobre la mesa para demostrar que es un equipo histórico, que quiere volver a primera, y que quiere volver a saborear la victoria fuera de casa. Lleva sin hacerlo desde el siete de febrero en El Sardinero, con ese 1-4 ante el Racing de Santander, en el que el Pucela no hizo un buen partido, pero en el que fue sumamente efectivo y se adjudicó los tres puntos.

¿Por qué no?

Esa es la pregunta clave en estas últimas ocho jornadas que restan para que la Liga Adelante finalice: ¿por qué no se puede conseguir el ascenso? En casa, jugando como el fin de semana pasado, es raro que se escape algún punto más del Estadio José Zorrilla. Fuera es la asignatura pendiente de este equipo. Toca salir con el cuchillo entre los dientes lejos de tierras pucelanas para demostrar al rival de que está hecho este equipo, demostrar el porqué de que este equipo sea uno de los históricos de la liga española y salir en busca del objetivo, el ascenso ha de seguir siendo el objetivo, y si es directo mejor que mejor.

Pero en caso de que el directo no sea posible, el playoff es otra opción. Porque no siempre el camino más corto es el mejor. El meterse en una hipotética lucha por el ascenso en cuatro partidos más, no ha de ser un marrón, sino otra posible solución. Al final, lo que ha de primar y debe conseguirse es el ascenso a primera, el camino da igual. En este caso sí, el fin justifica los medios.

Fotos: Real Valladolid | Marca | Real Valladolid

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Sobre el autor
Alvar Salvador
Licenciado en Periodismo por la Universidad de Valladolid. Colaborador en Es Radio Valladolid.