El Real Valladolid afronta el tramo final de Liga con un once bastante claro en lo que se refiere a los jugadores de ataque. Rubi, que ha ido cambiando sus titulares durante todo el curso, sin dar con la tecla, especialmente en el centro del campo, parece tener claro quiénes serán sus hombres elegidos para crear las jugadas de ataque y buscar el gol. Roger, desde su regreso, es un fijo en la punta de ataque, más aún cuando su forma física le permite ya completar todos los minutos a un máximo nivel. Óscar es innegociable para el catalán, aunque ya se ha convertido en uno de los sacrificados en el segundo tiempo. Y las bandas, con Mojica y Hernán, no aceptan una suplencia, debido al buen rendimiento que están dando, aunque el colombiano sí es cierto que desde su lesión ha bajado el pistón.

De hecho, el único cambio posible de inicio podría ser el del cafetero. Por rendimiento, Mojica bien podría empezar desde el banquillo algún que otro encuentro. Sin embargo, la realidad es bien distinta. Si el colombiano no está del todo bien, sus compañeros que pueden substituirle están peor. Y esto es un problema para el equipo albivioleta, pues cuando Rubi mira al banquillo, no ve soluciones. Realiza cambios, sí; pero rara vez acierta con ellos, aunque no se le puede echar toda la culpa al técnico albivioleta, pues si los hombres que ingresan al campo no consiguen tener presencia en el juego, poco más puede hacer él.

El problema de las bandas

EL carril derecho tiene dueño, pero tiene también caducidad. Hernán Pérez está demostrando ser un jugador que va ‘sobrado’ en Segunda División. Puede estar más o menos acertado, pero siempre crea peligro a sus rivales, y en ocasiones con suma facilidad. Es cierto que, en la definición de cara a portería, le está faltando un punto de precisión y suerte; pero lo compensa con todo lo que genera desde la derecha y con diagonales. A pesar de ello, se puede esperar un poco más del guaraní en estos últimos siete partido de Liga, que pueden ser sus últimos con la camiseta blanquivioleta. El paraguayo renovaría de forma automática en caso de ascenso, pero se perderá el hipotético playoff por la Copa América. Salvo sorpresa mayúscula, será convocado por Paraguay. El Real Valladolid ya negoció con la federación paraguaya que, al menos, pudiera estar en los dos últimos choques del curso (Alavés y Llagostera), por lo que su marcha, en caso de que el Real Valladolid dispute la promoción, cosa que parece bastante probable, dejará un vacío difícil de llenar.

Preocupa que jugadores como Jeffren, Óscar Díaz, Omar y Pereira estén lejos de su mejor versión

Y no será por hombres capaces de actuar en esta demarcación, sino por el rendimiento que están dando. Jeffren, Óscar Díaz, Omar y Pereira. Los cuatro pueden jugar escorados a cualquiera de las dos bandas, aunque el ideal en esta posición es el hispano-venezolano (que también podría ser llamado por Venezuela). En el caso del exbarcelonista, su temporada deja mucho que desear. Apenas unos chispazos, minutos sueltos, sin regularidad alguna y una apatía que puede preocupar a su técnico. Al menos esa es la sensación que deja sobre el campo, las cosas no le terminan de salir y en el aspecto mental parece un jugador débil. En esta promoción, podría tener un papel principal en el costado diestro, pero los precedentes del año invitan a pensar que apenas aportará peligro.

Foto: Real Valladolid.

Óscar Díaz está volviendo a vivir la misma situación que vivió la temporada pasada en el Almería. Muchas expectativas puestas en él, pero un rendimiento alejado de las que son sus características. Entrando y saliendo del equipo en las últimas fechas, su papel es residual y complicado sería verle tomando las riendas del Real Valladolid en la fase de ascenso. Idéntica situación de Pereira, que está demostrando porqué salió del Rayo Vallecano, donde apenas tuvo oportunidades para brillar. Tras su buen inicio, no está aprovechando los minutos que suele darle Rubi en los segundos tiempos. Ambos jugadores, que en buen estado de forma serían un fondo de armario muy aprovechable, deberán dar un paso al frente, pues a buen seguro seguirán teniendo oportunidades y quién sabe si serán importantes en el caso de jugar el temido playoff.

En el playoff, alguien debería ocupar el lugar de Hernán Pérez y las opciones no invitan al optimismo

Quedaría hablar sobre Omar Ramos, pero sobre el canario se ha dicho de todo. Que tiene una gran calidad pero poca ‘sangre’. Que su fichaje por el Real Valladolid fue un fracaso, pues su primera temporada era solo un espejismo. Que es un quiero y no puedo. Quizá, esta última explicación es la más adecuada. Omar quiere, pero no termina de explotar. Aunque, también, da la sensación directamente de que no quiere, que esto ya no va con él y que una salida de Zorrilla sería lo más adecuado para el tinerfeño. Entre el mal momento de Mojica, y la marcha de Hernán a la Copa América, puede que esté ante su última gran oportunidad para brillar en el club albivioleta y demostrar que aún tiene ese fútbol alegre, de desborde y pase, que demostró en su primer curso en Primera División. No se le puede haber olvidado jugar a la pelota.

Pensar en el futuro

Todo esto que se ha explicado tiene que ver con la mencionada marcha de Hernán en un hipotético playoff. Claro que se podría evitar, consiguiendo el ascenso directo en estas últimas siete jornadas, pero son necesarias siete victorias consecutivas, algo que no se ha logrado en toda la temporada. La trayectoria reciente invita a pensar que no será posible, pero nunca se puede afirmar con rotundidad estos casos. Para ello, también será importante que estos cuatro futbolistas de ataque consigan enchufarse y aportar en el campo cuando entren de refresco. Un gol, una asistencia, una buena jugada. A veces tan solo es necesario unos segundos positivos sobre el verde para regresar a un buen nivel. Será de vital importancia, pues la post temporada no espera a que nadie coja el tren, hay que subirse estaciones antes.

Lo que es seguro es que, solo con los cuatro jugadores que son muy titulares, el Real Valladolid no está consiguiendo los resultados que necesitaría para optar al ascenso directo, y que de no conseguirlo, en una futura promoción, sin uno de los más importantes, el objetivo de subir a Primera sería muy complicado. Por ello, alguno de los citados cambios de la discordia tiene que aportar algo sobre el campo, demostrar que puede optar a ser titular, ganarse esa posible plaza del guaraní y ayudar a su equipo en el tenso e importante tramo final de temporada. No solo Rubi debe acertar con sus onces y permutas, también los futbolistas han de aprovechar las oportunidades que se les da. La plantilla pucelana es amplia y extensa, por lo que el fondo de armario debe subir su nivel, para dejar de ser cambios de la discordia y convertirse en suplentes de lujo que aspiren a ser titulares.