Para recordar aquella fatídica eliminatoria entre el Real Valladolid y el Elche hay que retroceder hasta la temporada 2010/11. El conjunto pucelano comenzó aquella Liga con Antonio Gómez como entrenador, que a mitad de aquel año fue destituido. En su lugar llegó Abel Resino para dirigir al conjunto pucelano hasta final de temporada y conseguir que el equipo volviera a Primera, objetivo marcado por el club desde que descendió a Segunda División.

En aquel final de la Liga Adelante, el Real Valladolid acabó en séptima posición, la cual no daba acceso a jugar el playoff, pero al ser el filial del Barcelona tercero y no poder subir a Primera, el playoff lo jugó el séptimo, en este caso, el conjunto dirigido por Abel Resino. Las eliminatorias a doble partido de ascenso a Primera las disputaron entre Elche, Granada, Celta  de Vigo y Real Valladolid. Gallegos y castellanoleoneses, por su posición, tuvieron que jugar el encuentro de ida en sus estadios y la vuelta fuera.

Una ventaja insuficiente 

El Real Valladolid se tuvo que enfrentar el Elche, equipo con el que no había perdido en toda la temporada. El estadio José Zorrilla fue el escenario del enfrenamiento entre pucelanos e ilicitanos en la ida. El Real Valladolid dio un paso muy importante para meterse en la eliminatoria definitiva del playoff por el ascenso. Su victoria frente al Elche (1-0) era un excelente resultado para el encuentro de vuelta. Además de ganar, el equipo de Abel Resino logró su segundo objetivo, dejar la portería a cero. El conjunto blanquivioleta consiguió el único gol del encuentro en el minuto 60 al cabecear Javi Guerra un centro de Barragán desde la lateral. Fue el justo premio al dominio pucelano que tras el descanso se lanzó con decisión al ataque. Poco a poco fue encerrando en su área un Elche que en todo momento se vio superado por los de Abel Resino que merecieron una renta superior de cara al encuentro de vuelta en el Estadio Martínez Valero.

La ventaja del encuentro de ida no fue suficiente para alcanzar la final 

Aquel encuentro de vuelta en tierras ilicitanas fue un partido loco, determinado por la actuación arbitral de Amoedo Chas. Los ilicitanos dieron la vuelta a una situación que tenía controlada el Valladolid, que se adelantó en el Martínez Valero con gol de Óscar. Cerca del descanso, Edu Albacar marcó dos goles de falta. La primera, erró de manera flagrante Javi Jiménez, guardameta pucelano, y la segunda no debió ser lanzarla. El colegiado se inventó una mano de Marc Valiente cuando tocó el balón claramante con la cabeza. En la segunda mitad, los de Bordalás aprovecharon otro regalo, compartido entre Javi Jiménez y Jordi Figueras que Ángel culminó en el 3-1 definitivo que significó la remontada local y el pase a la final para luchar por el ascenso a Primera.

De aquel entonces, a día de hoy existen muchas semejanzas, un equipo recién descendido, con una plantilla renovada y con el objetivo de conseguir volver a Primera cuanto antes. Al igual que entonces, el Real Valladolid volverá a jugar el playoff de ascenso a la liga BBVA jugando el primer partido en el José Zorrilla. Si los de Rubi quieren pasar la eliminatoria deberán tomar nota de lo ocurrido ante el Elche para que no se vuelva a repetir. La ciudad está volcada con el club y el Zorrilla vestirá sus mejores galas para ver al Real Valladolid ganar e ir con ventaja al partido de vuelta en el Estadio Gran Canaria.