A pesar de la labor de Arias López, que expulsó injustamente en el partido de ida a Javi Chica primero y a David Timor después e hizo que el conjunto vallisoletano jugara los últimos 15 minutos de encuentro con nueve futbolistas, los de Rubi salieron vivos de la primera batalla de estas semifinales del playoff y buscarán la victoria o el empate a más de un gol para meterse en la tan ansiada final donde se vería las caras, al 90% de posibilidades, con el Girona, que venció en La Romareda por cero goles a tres.

Después de no conseguir ganar en los dos partidos de Liga al cuadro de Paco Herrera, ni tampoco en el primero del playoff, tanto los jugadores como el cuerpo técnico con el técnico de Vilasar de Mar a la cabeza como la afición son optimistas de cara al partido de vuelta y confían en dar un paso de gigante en busca de lograr el objetivo del ascenso a la máxima categoría del fútbol español.

Optimismo tras la ida

Y eso que los malos primeros 15 minutos en el partido de ida en el santuario blanquivioleta, en los que hubo un fallo clamoroso de Roque Mesa solo ante Javi Varas y el tanto de Sergio Araujo en el minuto ocho, podían haber dejado la eliminatoria muy franca para los amarillos- El Real Valladolid se supo reponer a este jarro de agua fría, cogió el mando del choque y acogotó en ciertas fases del partido a un equipo como la Unión Deportiva Las Palmas que mostró sus debilidades y demostró que es un equipo vulnerable cuando pierde el control del esférico.

Las Palmas demostró que es un equipo vulnerable cuando no tiene el control del esférico

Control con el que tras el 'chicharrazo' del paraguayo Hernán Pérez se hicieron los André Leao, Álvaro Rubio, y David Timor, este último un poco menos porque la verdad es que no cuajó un gran partido. Mención especial para el '18' de la escuadra que preside un Carlos Suárez que tras el choque no quería ni oír hablar de conspiraciones arbitrales contra su equipo. Rubio hizo un encuentro de 10, llevando el tempo de su equipo, construyendo y destruyendo.

El Real Valladolid tuvo fases muy buenas de raza coraje y buen fútbol, sobre todo los 20 últimos minutos de la primera parte en el que el cuadro de Paco Herrera se veía superado completa y constantemente por el equipo local. La segunda parte fue distinta, más con las expulsiones de Chica y Timor. Las Palmas, con dos jugadores más, se dedicó a dormir el partido y a punto estuvieron los canarios de verse sorprendidos en la última jugada de partido, cuando Mojica se plantó ante Raúl, aunque su disparo fue finalmente repelido por la defensa canaria.

Reservas de garantías

Aunque son dos de los jugadores claves para Rubi, las bajas tanto del centrocampista como del lateral derecho pueden ser cubiertas por jugadores como Chus Herrero, que llegó en verano para ser central, pero ha visto como su posición era reconvertida a la del lateral derecho y que ha firmado buenas actuaciones en dicha posición, y la de Timor, posición que puede variar, en lo que al recambio se refiere y dependiendo de si el entrenador del Pucela quiere jugar el choque de vuelta con un 4-2-3-1 o bien con un 4-3-3.

Rubi tiene fondo de armario para afrontar las bajas de Chica y Timor

La baja del dos del Real Valladolid, a priori, puede ser más sensible ya que el ex jugador de Real Club Deportivo Espanyol y Real Betis, entre otros, está haciendo una temporada espectacular y en la primera mitad del partido de ida en el estadio José Zorrilla demostró su buen hacer con la camiseta blanquivioleta como viene haciendo todo el año.

En el caso de Timor, se barajan dos posibilidades. La primera, un cambio de hombre por hombre, en el que entraría un futbolista que ha firmado una buen fase final de la temporada como es Lluís Sastre, para seguir con el 4-3-3. La segunda, la vuelta al once de Mojica y el regreso al 4-2-3-1, con Álvaro Rubio y André Leao guardando las espaldas de Hernán Pérez, Óscar, Roger y el cafetero. Opciones tiene el entrenador catalán del Pucela, todas ellas de muchos quilates y garantías para afrontar el compromiso de vuelta.

Tres choques sin vencer a Las Palmas

Con el partido del pasado miércoles y el resultado final ya sabido de 1-1, el Real Valladolid sigue sin ganar esta temporada al cuadro canario. Fue un 1-2 en Zorrilla, en el encuentro disputado en el santuario vallisoletano y un 1-1 en tierras insulares. En ambos partidos, los Óscar, Jesús Rueda y compañía se pusieron por delante y no supieron administrar una ventaja mínima de la que disponían.

Foto: Real Valladolid

En los tres encuentros la igualdad ha sido máxima, lo que hace vaticinar, que en la final del sábado, los detalles van a ser los que van a dar el pase a la final del playoff de ascenso a uno u otro equipo, dos escuadras de las llamadas al principio de la temporada a estar, por plantilla e historia, luchando por el ascenso. La disputa del choque del miércoles debe servir al equipo pucelano para recapacitar y ser consciente de que los de Paco Herrera no han sido capaces de vencer ni jugando once contra nueve con las expulsiones de Chica y Timor.

La hora de la verdad

Ya no hay vuelta atrás. Toca blanco o negro, cara o cruz, llámenlo como quieran pero para uno de los dos equipos, la aventura del ascenso se quedará en la cuneta del largo y tedioso camino que ambos contendientes han tenido que realizar hasta llegar hasta aquí, el playoff de ascenso, una vez definidas las dos plazas de ascenso directo que se adjudicaron Real Betis y Real Sporting de Gijón, que ven ya los toros desde la barrera y confeccionan sus plantillas de cara al año próximo.

Ha llegado la hora de la verdad para el Real Valladolid. Los futbolistas son conscientes de que con la misma lucha y entrega que la demostrada en el partido de ida en tierras pucelanas, el conseguir el pase a la final de este playoff está al alcance de la mano. Jugadores y afición, aunque esta última desde la distancia, lucharán, con el corazón abierto, para que el sueño de volver a Primera División esté mucho más cerca.