Ya es oficial. Rubi no seguirá al frente del conjunto vallisoletano la próxima temporada. Esta es la noticia que la amplia mayoría de los aficionados del Real Valladolid llevaban esperando desde hace tiempo. El técnico catalán no ha sabido dar con la tecla del equipo y tampoco ha logrado enganchar a una afición que miraba con lupa el hacer del extécnico del Girona.

La estocada final para el entrenador del Pucela ha llegado al final de esta campaña 2014-2015. El no conseguir el que al principio de la temporada era el objetivo real del equipo, el ascenso directo, hizo que se empezara a crear una atmósfera de inestabilidad alrededor del club. Una corriente que señalaba directamente al exentrenador del equipo catalán, entre otros. La posterior clasificación para el playoff y el centrarse más en animar al equipo que en azotar al míster supuso una fumata blanca entre aficionados y Rubi, pero la eliminación del pasado domingo volvió a encender el ánimo de los simpatizantes del Real Valladolid.

La imagen del equipo en la eliminatoria ante Las Palmas, sobre todo en el partido de vuelta, en el que el Pucela no disparó entre los tres palos, no gustó a su parroquia que ve como Joan Francesc Ferrer 'Rubi' es cesado y hace cábalas para adivinar quién será el nuevo inquilino del banquillo de la capital del Pisuerga.

Un equipo sin sistema definido

Uno de los defectos de los que ha pecado a lo largo de la temporada que acaba de finalizar para los intereses de los pucelanos es este. El equipo ha carecido a lo largo de toda la temporada de un sistema claro sobre el que estructurar su juego. El 4-2-3-1 con Óscar de enganche ha sido el dibujo táctico más empleado, sin embargo, y en ciertas fases de la campaña, el 4-3-3 ha tomado protagonismo.

El equipo ha carecido esta campaña de un sistema base sobre el que estructurar su juego

Siempre en función del rival, el de Vilasar ha planteado los partidos con un ‘scouting’ digno de un gran entrenador, pero en función a equipos de categoría y calidad bastante inferior al que era su equipo, el Real Valladolid. Ese 4-3-3 que tan buen resultado dio, por ejemplo, en La Romareda, naufragó completamente en El Toralín, en la derrota ante la Ponferradina. Al conjunto pucelano se le ha notado falto de entendimiento con su entrenador. Los primeros minutos del partido de ida de las semifinales del playoff, en Zorrilla y ante Las Palmas, es un claro ejemplo de ello. El equipo volvía al 4-3-3 después de muchas jornadas, para cambiar en el partido de vuelta, en el estadio de Gran Canaria, al 4-2-3-1.

Foto: Real Valladolid.

Sin estabilidad en el once tipo

No solo estuvo el equipo falto de estabilidad y de continuidad en lo que a los esquemas tácticos y el sistema se refiere, sino también la búsqueda de un once tipo. Esa alineación titular que todos los aficionados recitan de carrerilla este año no ha podido ser posible por los continuos cambios en la alineación titular de ‘Rubi’.

Rubi solo ha repetido once una vez, en 44 partidos

En tan solo una ocasión, el catalán ha repetido su alineación. Fue en las jornadas 18ª y 19ª, en el partido que el Real Valladolid ganó por siete goles a cero al Barça B, en Zorrilla el pasado domingo 21 de diciembre y una jornada más tarde, en La Romareda donde el equipo pucelano venció por cero a dos dando una gran imagen y con un Óscar estelar.

Muy poco bagaje para buscar ese once tipo y esa estabilidad tan importante para el marchar por una liga tan complicada como la Segunda División del fútbol español, en busca de una racha de victorias larga que ayudara a lograr el ascenso, objetivo del club. Otro dato a tener en cuenta, es que la escuadra que preside Carlos Suárez no ha logrado a lo largo de la recientemente finalizada temporada, una racha superior a los tres triunfos consecutivos.

El entrenador complaciente

Es raro cuando todos los jugadores dentro del vestuario, están contentos con el entrenador. Cuando no hay ni un solo integrante de la plantilla que alce la voz por falta de minutos o por un cambio que no consideraba oportuno. Esto ha ocurrido también en esta campaña en el conjunto de un Rubi, más empeñado en dar minutos a todos con el fin de que ningún futbolista causara problemas, que en centrarse en encontrar la estabilidad, de la que hemos hablado unas líneas más arriba, que sirviera de trampolín para llegar a Primera.

Los jugadores, con el paso de las jornadas se han ido acomodando y la falta de competitividad en determinadas posiciones tampoco ha ayudado a un equipo, en ocasiones distraído, en otras falto de tensión, hechos que han propiciado la pérdida de muchos puntos, sobre todo en Zorrilla, que a la postre ha impedido el ascenso.

Foto: Real Valladolid.

Por la puerta de atrás

Lo cierto es que la ilusión que en verano propició la llegada de un entrenador joven, con mucha experiencia para su corta edad y con muchos conocimientos de sistemas y de los distintos equipos de la Segunda División del fútbol español se ha ido apagando con el paso del tiempo y de las jornadas.

Rubi se marcha por la puerta de atrás sin alcanzar el objetivo del equipo

Poco a poco, las excusas de Rubi y la poca capacidad del entrenador catalán a la hora de encontrar los defectos de su equipo, han ido mermando las facultades de un técnico que no ha conseguido el objetivo del equipo este año. Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ sale del Real Valladolid por la puerta de atrás aunque con una larga y seguro que próspera carrera en los banquillos. En la capital pucelana comienzan a sonar nombres y la ilusión se vuelve a encender en los ojos de una parroquia, la pucelana, que quiere a su equipo en el lugar en el que se merece, la Primera División del fútbol español.