Ya es oficial, Diego Mariño no pertenece más al Real Valladolid. El conjunto pucelano ha aceptado la oferta del Levante de alrededor de 125.000 euros (misma cifra que recibirá el Villarreal al tener parte de sus derechos) y el meta gallego pasa a formar parte del equipo de Orriolls en propiedad para las próximas tres temporadas. Se termina de esta forma el culebrón que el portero comenzó el verano pasado, cuando decidió utilizar la cláusula de escape estipulada en su cntrato, aunque fuera de tiempo y de formas, para recalar en Primera División, también en el Levante. Ahora, los granotas se hacen con él en propiedad después de desechar la opción de repetir fórmula con la cesión, y sin un gran desembolso económico. 

Mientras, el Real Valladolid se ha movido bien en el mercado, y ya ha cerrado la contratación, en forma de cedido, de Bruno Varela, quien será el encargado de competir con Kepa por la titularidad. Además, el pellizco económico que ha supuesto la venta de Mariño seguro que ha ayudado a Braulio Vázquez a cerrar las tres incorporaciones del día, Diego Rubio, Erik Moreno y Pedro Tiba. Así pues, la potería queda cerrada con el adiós del gallego, y la presencia del vasco y del luso, ambos internacionales Sub-21, que conforman una de las mejores parejas de Segunda División.

Con la salida, además, el Real Valladolid da por cerrado el mercado de fichajes, con poco más de una hora de antelación, aunque podría haber sorpresas, cosa que nunca se puede olvidar en el fútbol. Gran trabajo, este lunes, en las oficinas de Zorrilla, que han tenido a pleno rendimiento a Braulio durante estos últimos días.