Tres empates consecutivos sin goles hacen que el Real Valladolid B sume tres puntos de nueve posibles en este arranque liguero del Grupo I de la Segunda División B. A la espera de estrenar el casillero de victorias y seguir con el de las derrotas intacto, una nueva fecha liguera arranca este fin de semana. Después de enfrentarse, en los tres encuentros anteriores, a equipos llamados a estar en la parte alta de la tabla, y de la comunidad; los de Rubén Albés se las ven, por primera vez, con uno de esos conjuntos llamados a ser rivales en la lucha por la permanencia: el Cacereño Una victoria y dos derrotas es la renta de la escuadra extremeña.

Defensa férrea y sin fisuras

El balón se resiste a entrar en ambas porterías. Un gran punto a favor para el conjunto albivioleta. Según como se mire, esta situación se convierte en virtud o en defecto. Defensivamente es una gran virtud. En una categoría tan intensa como es la división de bronce del fútbol español, el mantener la portería 'a cero' es síntoma del buen hacer global y por lo menos siempre se va a sumar en cada partido, como mínimo de uno en uno. Esto es lo que le ha ocurrido en estas tres semanas de competición. Y si a todo esto se suma que los rivales han sido de cierta enjundia... las posibles valoraciones se vuelven aún más positivas.

La Cultural y Deportiva Leonesa, que pudo empatar ante el primer equipo vallisoletano en un torneo veraniego, apenas tuvo ocasiones para anotar. El Burgos CF, en su propio estadio, no fue capaz de culminar sus oportunidades. Y el fin de semana anterior, el todo poderoso Guijuelo líder del grupo, se preocupaba más por defender que por atacar. Gran trabajo defensivo de los pupilos de Albés. Especial foco de interés en los laterales, donde el técnico gallego puede contar con magníficos carrileros como son Deve y Óscar Arroyo por la derecha; y Ángel y Royo por la izquierda. Además, la pareja de centrales se va consolidando con el paso de los minutos, pues Cristian y Casado se van conociendo y entendiendo cada vez más. Todo ello, reforzado por la figura de Julio, magnífico en sus dos primeras apariciones; y Dani Hernández, que le suplió a las mil maravillas.

Foto: Real Valladolid

Sin el premio del gol

En todo partido, los tres puntos llegan al casillero de cualquier equipo después de anotar al menos un gol más que el rival, pero hay que hacerlo. Esta faceta del filial blanquivioleta todavía no ha aparecido. Jugadores hay, ocasiones también; pero el balón, ese protagonista principal de este deporte llamado fútbol, no ha querido entrar en las redes rivales. Muy cerca ha estado, pero hasta el momento, no ha podido ser. La pasada campaña ya se erraba en exceso en la parte final de la competición, la única salvedad era que el plantel pucelano ya estaba matemáticamente salvado, muy diferente a estas alturas con tres fechas disputadas solamente. "Falta hacer efectivas las superioridades en el juego", decía Rubén de la Barrera. Ese mismo discurso podría realizar Rubén Albés, que no está para nada preocupado por la falta de gol en este inicio de campeonato. Entrarán, seguro, los goles. Por el momento, los porteros rivales, los palos, y un fallo de puntería son los culpables.

Futbolistas como Guille Andrés o Jorge Hernández, grandes protagonistas en la parcela goleadora el año pasado, han volado fuera de los límites vallisoletanos. En su lugar un actor principal tiene la difícil papeleta de hacerlos olvidar rápidamente: Caye Quintana. El ex del Recreativo de Huelva entrena con normalidad junto al primer equipo, pero la falta de oportunidades lo han relegado al filial. Práctica muy normal por estos lares. En el equipo de Albés, este delantero puro tiene la obligación de hacer gol, de hacer las cosas bien. Calidad tiene, hay que dejarlo trabajar. Ayuda va a tener en forma de actores secundarios. Dos nombres propios aparecen para ser su vida más sencilla: Toni y Dani Vega. Conocen la categoría, en especial el primero, así que hay que tener calma, el gol llegará.

Foto: Real Valladolid

Rival propicio para sumar

El Cacereño, el rival del Promesas esta jornada, acumula un inicio de curso parecido en números a los realizados por el conjunto pucelano. Tres puntos, con una victoria y dos cruces. El triunfo en casa contra el Pontevedra por la mínima (1-0) y las derrotas lejos de su estadio frente al Sporting de Gijón B (2-1) y la UD Somozas (3-1). tras su paso por el Grupo IV de Segunda División, la temporada pasada, en el que consiguieron la permanencia en las últimas jornadas; este curso buscan pasar menos apuros, poder sellar la salvación mucho antes, y soñar con hacer algo grande, como no. Sin embargo, lo primero es lo primero, y materializar la continuidad en la división de bronce es el objetivo principal.

Por ello mismo, el Promesas se presenta en casa de un rival directo, que peleará por la misma meta, y al que debería meter mano para dar un golpe encima de la mesa, y no pasar demasiados apuros. En teoría, a los extremeños les toca victoria, por eso de jugar en casa, pero las estadísticas están para romperse y el Real Valladolid Promesas tiene y necesita una oportunidad como esta para cosechar el primer triunfo de la campaña 2015/2016. Todo puede pasar. La moneda ya está en el aire. ¿Saldrá cara o cruz?