Al final, todo depende de los ojos con que se mire. Alguno trata de ver la botella medio llena afirmando que el equipo suma cuatro partidos consecutivos sin conocer la derrota, algo más de un mes desde que la Ponferradina pintó la cara a base de latigazos al conjunto de Gaizka Garitano, Yuri tiene buena culpa de ello. Sin embargo, es amplia la mayoría que la ve medio vacía y que alega que el equipo no ha sido capaz de vencer en sus últimos tres partidos a rivales de menor enjundia tales como el Nàstic de Tarragona o Huesca.

Puntos de vista a un lado, toda la parroquia vallisoletana coincide en señalar que este Pucela ha de mejorar mucho si quiere aspirar a ser uno de los dos equipos que consigan el ascenso directo a la máxima categoría del fútbol español o bien, previo sufrimiento mayúsculo, vía playoff. La mejora, de la que se viene hablando a lo largo de las últimas tres semanas, pasa por vencer y convencer el domingo al Real Oviedo.

Hacer de Zorrilla un fortín

Lo cierto es que, salvo el pinchazo ante el Nàstic, el Real Valladolid ha comenzado fuerte en Zorrilla más cuantitativamente que cualitativamente hablando y suma un total de siete de nueve puntos posibles en el santuario pucelano. Más puntos que fútbol, pero al final, puntos, que faltan lejos de Valladolid y que no sobran tampoco en la capital castellano y leonesa.

El Pucela suma siete de nueve puntos posibles en Zorrilla y quiere superar los 41 obtenidos en su feudo la temporada pasada

La victoria ante el que es en la actualidad el tercer clasificado en la clasificación de esta Liga Adelante, el Alcorcón, por dos tantos a cero, abrió la buena racha del conjunto de Garitano que también fue capaz de vencer, eso sí raquíticamente al Bilbao Athletic de 'El Cuco' Ziganda, gracias al buen hacer del que hasta el momento es el mejor jugador de lo que llevamos de temporada para los albivioleta junto a Kepa, Juan Villar.

El borrón en el expediente inmaculado llegó ante el Nàstic. A pesar de cuajar los mejores 20 primeros minutos de la temporada, el equipo no fue capaz de meter mano al cuadro catalán y dejó escapar dos puntos de esos de los que te acuerdas al final de temporada, allá por el mes de mayo. El objetivo, este domingo, pasa por continuar con la imbatibilidad en Zorrilla y por seguir sumando en casa, eso sí de tres en tres, con el fin de batir los 41 puntos obtenidos el año pasado, aumentar los 12 triunfos en 21 partidos y evitar que vuelen puntos de la capital del Pisuerga.

Con Julio, también portería a cero

Es cierto que este Real Valladolid no defiende bien, sobre todo por las bandas donde a Moyano y Mario Hermoso hay que exigirles mucho más, fundamentalmente en lo que al apartado de la concentración se refiere, sin embargo, la escuadra que preside Carlos Suárez ostenta el honor en casa de no haber recibido ni un solo gol.

El conjunto de Garitano no ha recibido ningún gol en las primeras cuatro jornadas en casa

Kepa Arrizabalaga, que tan buen resultado está dando esta temporada y que en un par de años será uno de los mejores porteros de Primera División (si continúa en la liga española) no ha tenido que recoger en ni una sola ocasión el balón del fondo de su portería en Zorrilla, pese a haber tenido que esforzarse y firmar actuaciones de mérito para lograrlo.

Concentrado con la sub-21 que comanda Albert Celades y con Bruno Varela también fuera con la selección portuguesa sub-21, el turno le llega a un Julio Iricibar al que se le ha visto, esta semana, con un grado de concentración y seguridad máxima, realizando paradas de mérito durante los entrenamientos. Del vallisoletano depende que el marco siga imperturbable y de lograr que el Pucela se mantenga, por cuarta jornada consecutiva en casa, imbatido.

Desde el 6 de septiembre sin perder

Ante las críticas recibidas resulta increíble constatar que el equipo suma cuatro partidos sin perder. Desde el choque anteriormente citado del pasado domingo, seis de septiembre, en tierras bercianas y ante la Ponferradina. Partido que derivó en 'El show de Yuri' que marcó tres tantos y volvió loca a una defensa mermada con la expulsión en la primera parte de Juanpe.

Desde el seis de septiembre lleva el Real Valladolid sin conocer la derrota

Desde ese partido, cuatro jornadas que se resumen en un triunfo, ante el Bilbao Athletic y tres empates. El primero de ellos en Los Pajaritos donde Piñeiro Crespo no dejó ganar a un Real Valladolid que comenzó poniéndose 0-2 en el marcador y acabó desquiciado, con nueve jugadores y cediendo un empate y gracias, y los dos siguientes ante equipos recién ascendidos como Nàstic y Huesca. Cuatro puntos, sin lograr esos dos triunfos, que parecían claros y claves para los albivioleta pero que volaron y deberán buscarse en otros campos y partidos.

Un triunfo necesario

Cuatro partidos sin perder, botella medio llena. O tres sin conseguir la victoria, botella medio vacía. Pese a las bajas, notables, de Mojica que se encuentra concentrado con el combinado cafetero y sobre todo la de Kepa Arrizabalaga, un seguro a la hora de defender el marco blanco y violeta, el Pucela debe tirar de casta y sacar adelante un partido que será una fiesta en la grada, pero que sobre el campo debe convertirse en una batalla, deportivamente hablando, en la que el Real Valladolid se lleve el gato al agua.

Conseguir una victoria, los tres puntos, desplegar un mejor juego del mostrado hasta la fecha que lleve a una reconciliación con una afición recelosa pero deseosa de dar cariño a su equipo, es necesaria para que jugadores, cuerpo técnico y afición vayan de la mano camino a la máxima categoría del fútbol español. El domingo, ante el Real Oviedo de Sergio Egea, no queda otra que ganar o ganar.

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Sobre el autor
Alvar Salvador
Licenciado en Periodismo por la Universidad de Valladolid. Colaborador en Es Radio Valladolid.