No fue el partido que los asistentes al campo de los Anexos al Nuevo José Zorrilla esperaban en la tarde de este sábado. El Promesas estaba siendo uno de los equipos más sólidos en su feudo, donde todavía no conocía la derrota, mientras que la UD Logroñés llegaba al encuentro a orillas del Pisuerga en una dinámica negativa, ya que había conseguido únicamente cuatro de los últimos 12 puntos que se habían disputado en el Grupo 1 de Segunda División B.

Empezaron realmente bien los visitantes, muy ordenados en todo momento en todas las parcelas del terreno de juego, además de mostrar una contundencia y una seriedad a nivel defensivo bastante positivas y notables para llevarse los tres puntos de su visita a la capital de Castilla. Titi fue una auténtica pesadilla por el flanco diestro del ataque riojano, donde le estaba dando verdaderos quebraderos de cabeza a un Ángel que no tuvo su mejor día con la elástica del Real Valladolid B. Pero tampoco estuvieron demasiado acertados el resto de sus compañeros en la zaga albivioleta, donde Deve fue de lo único destacable en el eje defensivo de los hombres de Borja Jiménez.

Tras un lanzamiento de Deve desde la frontal, el cual no tuvo demasiada repercusión en el devenir del choque, el cuadro encabezado por Carlos Pouso asestaría un golpe al filial del Pucela del que no fue capaz de levantarse el plantel local. De hecho, la acción fue muy desafortunada para los intereses del Promesas, debido a que tuvo lugar después de que Cristian se la cediera a Sergio, quien realizó un control erróneo que sería aprovechado por Carlos Fernández para colocar el 0-1 en el electrónico. Sin ningún atisbo de duda, esta jugada fue muy parecida a la que ocurrió con Kepa en el Estadio de los Juegos Mediterráneos en el gol de Quique.

Corría el minuto 10 de partido cuando el Logroñés se adelantó en el envite, algo que no iba a hacer tanta mella como se esperaba en el conjunto liderado por Borja Jiménez, a pesar de que los visitantes fueron mejores y superiores durante la mayor parte de los 90 minutos. Mayoral probaría fortuna para buscar el empate con un lanzamiento desde fuera del área, aunque el joven futbolista del Promesas no fue capaz de encontrar la portería defendida por Miguel. Pero la ocasión más clara para el equipo blanquivioleta llegaría a la media hora de juego, justo cuando Toni botó un libre directo de manera magistral, pero el chut del extremo del Real Valladolid B salió repelido por el poste de la meta del cancerbero de la escuadra riojana.

Reacción insuficiente tras el descanso

Una vez que los pupilos de Borja Jiménez no pudieron dar con la tecla para desarmar a su rival en el primer acto, salieron completamente decididos en la segunda mitad, sobre todo con la finalidad de lograr un empate que bien sabría a victoria, especialmente frente a un adversario que aspira a pelear por la promoción de ascenso a la Liga Adelante. Los segundos 45 minutos del Promesas fueron más vistosos que los efectuados en la primera parte, lo cual no era muy complicado, si bien es cierto que las ocasiones claras de perforar el fondo de las mallas de la portería de Miguel brillaron prácticamente por su ausencia a lo largo de toda la contienda.

Carlos Fernández gozaría de dos oportunidades para ampliar la renta en el luminoso de los riojanos

Carlos Fernández, el goleador y, a la postre, héroe del Logroñés en el enfrentamiento en el césped de los Anexos, gozaría de dos oportunidades para ampliar la renta en el luminoso de los riojanos. La primera de ellas sería en el minuto 61, concretamente en un golpeo a puerta vacía y con Sergio totalmente vencido, pero el jugador del bando riojano no estuvo acertado en su definición. Y tampoco resolvería como en él es habitual a falta de un cuarto de hora para finalizar el encuentro, dado que tuvo un mano a mano con el arquero blanquivioleta, aunque no tuvo la convicción suficiente y necesaria para haberle puesto la puntilla al Real Valladolid B.

Y a punto estuvo de pagar sus errores el equipo dirigido por Pouso, puesto que el Promesas dispondría de una magnífica doble ocasión en los compases definitivos del duelo. Tras un saque de esquina, los de Borja Jiménez tuvieron en sus botas el empate y el punto que tanto ansiaba su fiel afición, pero Miguel anduvo realmente acertado y pudo alejar el peligro de sus dominios para alivio de toda la expedición riojana.

Por tanto, el pitido final del trencilla supondría la primera derrota del presente curso del Promesas en su campo, así que tiene su mentalidad puesta por completo en el choque de la próxima semana, que será el domingo 22 de noviembre, desde las 16:45 horas, en el fortín del Peña Sport de Tafalla (Navarra). El filial albivioleta se adentra peligrosamente en la zona complicada de la clasificación, mientras que el Logroñés continúa en las posiciones nobles de la tabla liguera del Grupo 1 de la categoría de bronce del deporte rey a nivel nacional, donde seguirá luchando hasta el último instante por hacerse con la segunda plaza de la clasificación.