Un punto insuficiente. No hay mejor manera de explicar el encuentro entre el Real Valladolid Promesas y el Celta de Vigo B. Un duelo que se presentaba igualado, intenso y con la suprema necesidad de los dos contendientes de conseguir la victoria. Además, tenía el extra del regreso de Torres Gómez y Guille Andrés, hombres con pasado muy reciente en el Pucela. Al final, tuvo de todo. Faltas, momentos de dominio, disputas. Pero lo que no tuvo fue goles ni grandes oportunidades. Las hubo, cierto, pero no de esas que si se fallan te echas las manos a la cabeza para lamentarte y te sigues acordando dos días después de tu fallo.

El primer acto estuvo marcado por la igualdad, al igual que el segundo. Igualdad que no pudo deshacerse en ningún momento. Tímidos fueron los intentos, en especial del conjunto gallego, que inquietó, nunca mejor dicho, la portería rival. Solo la inquietó, porque tampoco fueron llegadas de relativo peligro, por lo que la defensa y Julio, perfecto durante todo el choque, resolvieron con comodidad estas acometidas visitantes. Todo esto, aderezado por las cartulinas amarillas que hicieron acto de presencia en el campo y en el banquillo, pues ni Torres Gómez se vio exento de su amonestación particular.  Los condicionantes que también aparecieron fueron la lluvia y el mal estado del terreno de juego, un habitual ya en los Anexos.

Sin acierto

Fue ya en la segunda parte cuando aparecieron las mejores ocasiones, sin ser estas claros momentos para el gol, más por su definición, que por la oportunidad en sí. Toni y el exalbivioleta Guille Andrés tuvieron en sus carnes la mejor para cada uno de los equipos. El pucelano, con la testa, no acertó a rematar a puerta; mientras que el valenciano se quedó muy cerca de darle un disgusto al que fue su equipo el curso pasado. Una segunda parte más disputada y con más momentos de dominio, que se alternaron los dos contendientes. De hecho, tuvo que aparecer más Julio que Néstor, dada la seguridad defensiva que mostró el filial celeste.

Lo intentó sin suerte el Promesas, en la que es una jornada más en los Anexos sin conocer la victoria y, además, dejando pasar muchas oportunidades para ponerse por delante en el marcador. Los de Borja Jiménez tuvieron más minutos de dominio pero fue el Celta el que se quedó más cerca de llevarse el gato al agua. Sea como fuere, el punto no ayuda a ninguno de los dos, pues el Promesas sigue ocupando el puesto de playout a Tercera y el Celta B tan solo aventaja a los pucelanos en dos puntos, una distancia que no permitirá relajarse en ningún instante a los de Torres Gómez. Mientras, la temporada continúa y tras finalizar el primera vuelta, es la hora de disputar la segunda, que comenzará, para el filial blanquivioleta, en el Reino de León ante la Cultural y Deportiva Leonesa.  

Para el Promesas será una final más, situación que se vive desde hace tiempo. Tan solo los malos resultados de los rivales por la permanencia están haciendo que el equipo que dirige Borja Jiménez no esté más abajo en la tabla y se pueda quedar, de momento, fuera de los puestos de descenso directo a Tercera. Tampoco será sencillo a partir ahora para el Celta B, pues los vigueses, con dos puntos más, no están mucho más tranquilos que su rival de este domingo.