Ni renos, hombres de rojo, majestades de Oriente, ni tan siquiera el Ratoncito Pérez, ninguno de ellos se pasó en la noche del lunes por Montilivi para darle un pequeño regalo al Real Valladolid. Cierto es que, en el plano futbolístico, los pucelanos se han portado mal durante 2015, así que tampoco estuvieron en disposición de pedir un presente por aquello de las fiestas navideñas.

Lo más parecido a abrir una caja fue cuando Kepa recogió un balón de su portería en el minuto 48, una diana de Jairo que acabó siendo suficiente para que el Girona superara al Pucela, que a lo largo de los 90 minutos no hizo méritos para llegar a casa con algún punto en el zurrón. En esta ocasión, tras un periodo de mejoras tanto en el técnico como en el juego del equipo, los de morado retrocedieron al nivel de hace algo más de un mes, cuando volvieron a coquetear con los puestos de descenso. Mal juego, peor intensidad y sin acierto en ninguna de las áreas, pésimos argumentos para conseguir algo a domicilio.

Táctica superada

Las pizarras en el fútbol son, año a año, más aburridas. Ya no hay equipos que jueguen con dos delanteros centros puros, el 4-3-3 es cosa de algunos pocos conjuntos y rara vez se ven planteamientos distintos al disciplinado, ordenado y ya cansino 4-2-3-1, un modelo de juego en el que se dispusieron los hombres de Miguel Ángel Portugal sobre el césped gerundense. Por contra, los locales sorprendieron a los castellanos con un 5-3-2 con la presencia de dos carrileros muy abiertos, que en cuestiones ofensivas convertían el dibujo en un 3-5-2 que acabó superando a los futbolistas visitantes.

El 4-2-3-1 impera en el fútbol actual

Los laterales, Chica y Hermoso, no están cuajando una temporada envidiable, es más, su rendimiento es cuestionable, más aún tras sufrir durante todo el encuentro las penetraciones externas del Girona, que tuvo en ambas bandas sendos puñales por los que atacar al Pucela. Los extremos del Real Valladolid, al igual que los jugadores del medio del campo, no supieron equilibrar esta situación con ayudas a su defensa, por lo que era de esperar que las grandes acciones de peligro catalán llegaran desde ambos lados. De hecho, el envío del gol nació de la banda de Hermoso y fue rematado en el palo de Chica.

Las dos permutas que agotó Portugal a la hora de partido, sin más justificación que la amonestación que cargaban Marcelo Silva y Leao, lastraron la capacidad de hacer cambios sustanciales sobre el planteamiento inicial. La entrada de Rodri, que no jugó por enfermedad, podría haber significado un 4-4-2 con el que percutir sobre la defensa ordenada de los locales, que con el gol de ventaja apostaron por colocarse bien atrás y crear peligro a la contra. Mojica, pese a su anarquía, es un buen recurso para desbordar por banda izquierda, aunque al no ser convocado el entrenador burgalés se quedó sin la velocidad del colombiano para la segunda parte.

Ineficacia en las áreas

Cuando Braulio, Portugal y/o Suárez hablan del mercado invernal, salen a colación dos aspectos: el ataque y la defensa. La retaguardia pucelana es endeble, con escasísima capacidad para crear juego desde atrás y con la única virtud de la contundencia, pues la velocidad de Samuel, Juanpe y Silva no es ni de Segunda división. Tampoco los laterales están funcionando, de modo que cuando ninguno de los cuatro defensores tiene el día, Kepa debe cruzar los dedos y rezar un par de avemarías para no sufrir demasiado. Por su parte, el joven arquero vasco tampoco está llegando a cotas excelsas, sino que lleva alguna semana nervioso y muy metido debajo de los palos, un reflejo de lo que sus compañeros hacen a lo largo del 105x68.

En lo referido a la materia ofensiva, que Juan Villar sea el máximo realizador del Real Valladolid señala dos realidades: la primera, que el onubense es el mejor refuerzo veraniego y que hay que mirar la Segunda B más a menudo; la otra, que la capacidad goleadora de los arietes pucelanos no es propia tampoco de la Liga Adelante. Diego Rubio, titular en Girona, se fajó con propios y extraños, pero no tiene esa capacidad anotadora propia de un 9. Similar ocurre con Rodri, aunque este lleva ya tres dianas por cero del chileno, aunque ha jugado muchísimo más que el sudamericano.

Erick Moreno, lesionado durante meses pero que no tardará en entrar en los planes de Miguel Ángel Portugal, tampoco parece el maná que necesitan los albivioletas en ataque. Al menos aporta presencia física, algo distinto a sus dos compañeros en vanguardia, más menudos y con movilidad. El colombiano, típico ariete corpulento, puede servir para fijar a los centrales rivales y generar espacios, algo que no hubo en Montilivi, con Óscar, Guzmán, Alfaro y Villar muy atascados en su papel de segunda línea arriba.

Sin soluciones desde el banquillo

Cuando los once jugadores titulares no rinden como se desearía, el entrenador pucelano mira a sus espaldas y se encuentra con muy pocos efectivos para cambiar la tónica del partido. Con Manu del Moral y Erick Moreno poniéndose a tono tras sus dolencias y Johan Mojica desconvocado, en la jornada del lunes tan solo estaban Rodri y Guzmán como futbolistas con capacidad ofensiva, si bien solo el extremeño gozó de minutos.

Tiba, jugador que llegó en verano con la vitola de buen centrocampista y con visión ofensiva, nuevamente se quedó sin saltar al terreno de juego. El portugués apenas entra en los planes de su técnico, si bien tampoco ha hecho grandes actuaciones que lo hagan merecedor de dicha oportunidad. De cara a futuras convocatorias, Portugal debe equilibrar la lista en busca de contar no solo con suplentes capaces de sustituir a un titular por alguien de perfil similar, sino también para poder revolucionar lo que se ve sobre el verde.

Con Rubio, Leao, Timor y Tiba como efectivos en el centro del terreno de juego, la secretaría deportiva del Real Valladolid tiene que rastrear el mercado en busca de un delantero centro que haga olvidar la sequía anotadora de sus atacantes, así como un defensa que haga algo más que despejar sin rumbo los ataques rivales y se vea superado a poco que su adversario aprieta el acelerador. Puestos a pedir, si 2016 se muestra generoso, que sepa jugar al fútbol y, si el año nuevo se estira, que llegue todo aquello que el Pucela necesita para ponerse en la zona alta de la tabla. Muchos renos harán falta para cargar con todo ello.