Álvaro Rubio ha señalado que el cuadro pucelano está mentalizado en retomar la senda del triunfo lo antes posible: "Las sensaciones fueron buenas otra vez después del partido de Girona, que fue muy malo, pero el resultado no nos acompañó. Como marcamos ese gol en el último minuto, parece que nos hemos llevado un premio, pero en realidad el partido era para haberlo ganado. Hubo buen juego, tuvimos muchas ocasiones y lo que falta es finalizar. Es seguir insistiendo y creando ocasiones para poder marcar goles".

También ha destacado que el Real Valladolid no se rindió en ningún momento del encuentro contra el Elche: "Veíamos que las ocasiones llegaban y al no materializarlas, te vas viniendo un poco abajo. El equipo no bajó los brazos, siguió metiendo balones ahí y, al final, tuvimos ese pequeño premio". El capitán blanquivioleta ha valorado la falta de pegada del cuadro castellano: "La culpa es de todos. Si marcamos pocos goles, es cuestión de todos, y si nos meten muchos, es cuestión de todos también. Yo siempre lo quiero ver así. Somos un equipo para lo bueno y para lo malo. Tenemos que seguir juntos, que es lo que estamos haciendo, el vestuario está muy bien. Tenemos que seguir en esta línea para que lleguen los resultados".

Otro de los aspectos que ha tratado ha sido el cariño que la afición siente por él a orillas del Pisuerga: "Para mí, es un orgullo y una satisfacción. Me siento querido y estoy muy agradecido a la gente. Intento trabajar al máximo, hacerlo lo mejor posible. Hay veces que salen las cosas, otras no, pero el trabajo y las ganas siempre intento ponerlos. Intentar contagiar a todo el mundo eso, que es lo que puedo hacer". Igualmente, Rubio ha dicho que el vestuario está unido: "Veo muy involucrada a la gente. Es verdad que, en dos años, ha cambiado prácticamente todo el equipo. Creo que es una de las fuerzas que tiene este equipo, hay que saber aprovecharla y llevarla por buen camino".

"El Mallorca es un equipo peligroso"

Por lo que respecta a los posibles refuerzos en el mercado invernal, ha sido muy claro: "Yo siempre digo que lo que pueda venir, si es para aportar cosas, bienvenido sea. La competitividad dentro del equipo siempre es buena, nos tenemos que respetar unos a otros, sabiendo que el que tiene que decidir es el míster, que es un trabajo muy duro, pero siempre lo va a hacer en beneficio del grupo". El riojano ha hablado sobre su próximo rival en la Liga Adelante: "Últimamente, ha habido noticias nuevas y cambios en Mallorca, pero nos tenemos que centrar en lo nuestro, sabiendo que es un equipo peligroso porque, a pesar de los resultados que ha tenido, creo que tiene un muy buen equipo que te puede dar la sorpresa en cualquier momento y empezar a ganar".

Máxima igualdad en la Liga Adelante

El que fuera jugador del Albacete ha asegurado que el club presidido por Carlos Suárez debe mejorar mucho si desea aspirar al ascenso: "Ahora mismo, en la posición que estamos, no llegamos al playoff. La segunda vuelta tiene que ser mucho mejor que lo que hemos hecho y en eso estamos. Somos totalmente conscientes de eso y es lo que queremos todos, engancharnos al playoff y esos últimos ocho o 10 partidos llegar con opciones. Vamos a ir poco a poco, remontando posiciones. A partir de ahí, lucharemos por una cosa o por otra. Lo que quiero es, por lo menos, tener opciones. Soy de los que piensa que siempre hay que mirar hacia arriba".

Igualmente, ha reconocido que todo va a estar muy disputado en la Segunda División del balompié español: "Siempre hay equipos que han despuntado antes que otros. Este año está costando un poco más, pero hay mucha competitividad, como todos los años, y se está viendo que en cualquier campo se puede ganar o perder. Eso hace que no haya tanta diferencia entre esos dos o tres equipos que despuntan antes". Por último, Álvaro Rubio ha comentado que su motivación es máxima: "Creo que la ilusión va en aumento. Me encuentro bien, no he tenido ningún problema físico hasta ahora. Soy consciente de que no soy ningún chaval, pero quiero jugar todo lo que pueda. Puede que seamos un poco egoístas por no saber marcar el límite".