Confianza, ilusión y optimismo. Son tres palabras que resumen a la perfección el inicio de 2016 para el Promesas, un equipo que estaba un poco defenestrado, pero que ha sabido salir del pozo sin fondo en el que se había adentrado para abandonar (relativamente) el abismo. Los pupilos de Borja Jiménez tendrán que verse las caras con el Cacereño este fin de semana, un rival directo en la lucha por la permanencia, aunque ambos conjuntos llegan en dinámicas totalmente opuestas a la cita que se desarrollará en la ciudad que vio nacer a Miguel Delibes.

Los de blanco y violeta no conocen todavía la derrota en el nuevo año, si bien es cierto que tampoco saben lo que es saborear gustosamente las mieles del triunfo en su propio feudo en este año bisiesto en el que hay grandes acontecimientos deportivos, especialmente los JJOO de Río de Janeiro. El filial castellano acumula dos empates y dos victorias en las cuatro jornadas que se han celebrado hasta la fecha en 2016, por lo que el mes de enero del Real Valladolid B está siendo muy fructífero, sobre todo teniendo en cuenta la mala racha que atravesó antes de finalizar el pasado 2015.

Por su parte, el conjunto extremeño está viviendo una serie de dificultades realmente preocupantes para levantar la cabeza en la clasificación del Grupo 1 de Segunda División. Varias son ya las semanas que lleva sin sumar de tres en tres, en concreto desde la decimosexta jornada de la competición de la regularidad, por lo que Ángel Marcos intentará hacer todo lo posible para frenar dicha escasez y sequía de triunfos en los Anexos al Nuevo José Zorrilla. Motivación no le falta al Cacereño, además de la confianza y el apoyo de una hinchada que va a estar con el equipo hasta el final.

(Foto: Real Valladolid).
(Foto: Real Valladolid).

Un mes de enero casi inmaculado

Nadie lo pone en duda, algo ha cambiado en la capital de Castilla. La tesitura del Promesas al acabar el 2015 era alarmante, debido a que los jóvenes futbolistas del plantel albivioleta eran incapaces de dar con la fórmula necesaria para elaborar ese juego fluido e hilvanado que se había visto antaño. La ausencia de Rubén Albés era una losa realmente pesada en el esquema del filial del club presidido por Carlos Suárez, aunque la directiva manifestó todo su respaldo a un Borja Jiménez que empezaba a ser cuestionado por los malos resultados cosechados en el campeonato.

El míster abulense ha sabido darle la vuelta a la tortilla como si de un chef se tratara

Sin embargo, el míster abulense ha sabido darle la vuelta a la tortilla como si de un experto chef se tratara, despacito y con buena letra, algo que viene que ni pintado en una profesión como es la escuela periodística. El Promesas fue saliendo poco a poco del ostracismo en el que se había visto condenado por carecer de una filosofía de juego, lo que propició que la parroquia pucelana volviera a depositar su esperanza en mantener la categoría como el curso pasada. Por si fuera poco, el Real Valladolid también comenzaba a carburar, especialmente a orillas del Pisuerga, por lo que el motivo de satisfacción era doble entre los seguidores castellanos.

De hecho, la plantilla ha experimentado una ligera modificación, puesto que Dani Espinar ha alcanzado un acuerdo con el club para abandonar tierras vallisoletanas, mientras que Pelayo se ha marchado en calidad de cedido al Cristo Atlético, perteneciente a la Tercera División española. Mientras tanto, Jorge Juliá, procedente del Huracán Valencia, e Higinio Marín, llegado directamente desde el UCAM Murcia, han supuesto los refuerzos hasta la fecha de un Promesas que aspira seriamente a certificar la permanencia otro año más en la categoría de bronce del deporte rey a nivel nacional.

(Foto: Real Valladolid).
(Foto: Real Valladolid).

No será un objetivo sencillo de materializar, aunque las sensaciones desplegadas últimamente invitan realmente al optimismo. Los dos encuentros celebrados en los Anexos se han saldado con sendos empates, puesto que el Celta de Vigo B arañó un punto tras firmar el resultado gafas en el electrónico, mientras que el derbi regional castellano finalizó con 1-1 en el luminoso. La casta y el coraje de los de Borja Jiménez quedarían patentes en las visitas a la Cultural Leonesa y al Gujuelo, duelos que se decantaron del lado pucelano por 1-2 y 1-4, respectivamente, lo que significó un verdadero golpe sobre la mesa al derrotar a dos equipos superiores en Segunda B.

Alarmas activadas en tierras extremeñas

Si se mira la clasificación, se comprobará que Cacereño y Promesas están al mismo nivel, dado que acumulan los mismos puntos en los 22 choques que se han disputado hasta el momento en el Grupo 1 de la división de bronce del balompié en España. Aun así, hay que realizar un análisis más exhaustivo y pormenorizado para darse cuenta de que los verdiblancos no están disfrutando de su mejor momento de la temporada 2015-2016, puesto que ni los resultados, ni el juego, ni las sensaciones están de su lado desde hace mucho tiempo en el presente curso.

El cuadro extremeño lleva sin conocer la victoria desde la decimosexta cita de la campaña en el Grupo 1 de Segunda B, momento en el que se impuso por 1-3 en el fortín de la Arandina, escenario en el que el Promesas cayó en su día, justo cuando la dinámica de los pucelanos era bastante preocupante. Por tanto, los visitantes arrastran seis partidos de manera consecutiva sin darle una buena alegría a sus fieles e incondicionales seguidores, unos aficionados que han comenzado a mirar con lupa la zona de peligro de la tabla ante la posibilidad de bajar a Tercera.

(Foto: Real Valladolid).
(Foto: Real Valladolid).

La alerta roja se ha activado ya en el Cacereño por los malos resultados del nuevo año

La alerta roja se ha activado ya en el vestuario del Cacereño, principalmente porque es conveniente frenar cuanto antes la mala racha que está sufriendo en la actualidad el cuadro encabezado por Ángel Marcos. Los dos primeros envites del nuevo año se resolvieron con dos derrotas, dos reveses muy duros para unos jugadores que no terminaban de despegar y se asomaban peligrosamente al drama del descenso. Izarra (1-2) y Sporting de Gijón B (0-1) fueron los verdugos de un plantel verdiblanco que no fue completamente noqueado delante de su parroquia, además de no tener casi capacidad de reacción para evitar semejante tortura.

Tampoco ha mejorado mucho la situación en el seno de la entidad extremeña, si bien es cierto que, al menos, fue capaz de lograr un empate en su visita a tierras gallegas para verse las caras con el Pontevedra. Reparto de puntos, aunque los goles brillaron por su ausencia, pero ese punto es el único que ha añadido a su zurrón el Cacereño de los últimos 12 posibles que ha habido en liza. Su compromiso más reciente se saldó con un nuevo traspiés en casa, en esta comparecencia con el Somozas, que se llevó los tres puntos del Estadio Príncipe Felipe al vencer por cero dianas a dos.

Posibles onces

Real Valladolid B: Julio, Arroyo, Cristian, Iván Casado, Royo, Anuar, Juliá, José, Renzo Zambrano, Toni y Caye Quintana.

Cacereño: Vargas, Toni, Álex, Mansilla, Gonzalo, Valverde, Amaro, Cuerva, Leo Ramírez, Aarón y Collado.