Conformar una defensa con experiencia contrastada, que aporte seguridad y consistencia en la retaguardia zaragocista. Esas son las intenciones de la directiva blanquilla para esta temporada. Tras la marcha de Álvaro, Laguardia, Cortés y Arzo, la defensa se quedaba prácticamente descubierta y ha sido una de las primeras en reforzarse, ya que corría prisa y un trabajo ingente. 

En apenas una semana, se logró la contratación de Diogo (que se encontraba libre), Rubén (antiguo compañero de Mario en el Baku FC) y Leandro Cabrera. La incorporación de Mario Álvarez a este elenco de futbolistas, completa la zaga maña. El tinerfeño, de 32 años de edad, cumplimenta todos los requisitos que estaba buscando el Zaragoza, dentro de las limitaciones salariales impuestas desde la LFP. 

Debut en Primera con el Valladolid

Su carrera futbolística comenzó en el UD Longuera Toscal, equipo de su barrio, hasta los 16 años. Posteriormente, comenzó a pertenecer a las categorías inferiores del Atlético de Madrid. Con el filial rojiblanco, jugó la temporada 2000/2001 en Segunda División B, disputando 28 encuentros. Es en esta temporada donde la trayectoria deportiva de Mario cambió drásticamente y dio un giro de 360 grados. El canario jugaba de delantero, pero ante las numerosas bajas que sufrían los colchoneros, su técnico decidió reconvertirlo a central. Mario cuajó buenas actuaciones y desde entonces no se ha movido de la defensa. 

Su debut en la máxima categoría del fútbol español llegó un año después, de la mano de Pepe Moré en el Valladolid. En el conjunto vallisoletano coincidió con jugadores de la talla de Caminero y Eusebio Sacristán, entre otros. Con los blanquivioletas, Mario permaneció dos temporadas, llegando a jugar 59 partidos y anotando dos goles.   

Su buena actuación en el Valladolid hizo que, nada más y nada menos, el FC Barcelona se fijara en él. Sin embargo, durante el curso 2003-2004, Mario apenas jugó dos envites con el conjunto catalán (uno de Liga y otro de la UEFA). Con Rijkaard dejó de contar para los azulgrana y regresó al Valladolid, pero esta vez en Segunda División. Otra vez con el Valladolid volvió a destacar, siendo titular en los 56 partidos que disputó en dos cursos diferentes.

Sus excelentes actuaciones provocaron que el Recreativo de Huelva, recién ascendido a la categoría de oro, se hicieran con sus servicios. El Decano, bajo la tutela de un incipiente Marcelino García Toral, cosechó un curso excelente. Mario, a nivel individual no fue menos, lo que produjo que, de nuevo, muchos equipos de Primera se interesaran por él

Al final, fue el Getafe el que consiguió contratarlo tras la insistencia de Ángel Torres. En el equipo madrileño pasó tres temporadas, rindiendo a un buen nivel y formando parte de ese 'EuroGeta', al que solo pudo vencer el Bayern de Münich tras una apasionante eliminatoria. Tras tres temporadas con los azulones (en la última apenas disputó dos partidos), fichó por el Betis, donde permaneció dos cursos consecutivos.

El último equipo que defendió el zaguero tinerfeño fue el FC Baku de Azerbaiyán. Allí no se encontró muy a gusto, ya que el Baku aún le debe ocho mensualidades de su sueldo. Por ello, rescindió su contrato y pasó a estar libre. 

Un central contundente y con buen posicionamiento

A pesar de que el juego aéreo no es uno de sus puntos fuertes debido a su estatura media (178 cm), el central lo compensa con un excelente posicionamiento sobre el terreno de juego, una pasmosa antelación a los delanteros rivales, con contundencia a la hora de acudir al choque y con un buen manejo del balón con los pies, lo que ayudará a la salida del balón por debajo desde la retaguardia. Con el Real Zaragoza vuelve al fútbol español y busca reivindicarse en busca de un ascenso a Primera ansiado por la afición zaragocista.