El Cornellà rompe la imbatibilidad del Real Zaragoza B en casa

Dos victorias en casa y dos derrotas fuera de ella. Ese era el bagaje cosechado por el Real Zaragoza B hasta la mañana del domingo, cuando recibía a la UE Cornellà, colista de la categoría, que aún no había conseguido un triunfo en la competición liguera.

Ante ello, y con la esperanza de seguir con la buena dinámica en la Ciudad Deportiva, los aragoneses saltaron al terreno de juego con buenas intenciones, pero éstas no se traducían en ocasiones ni dominio, algo que les acabó pasando factura cuando apenas se llevaban 12 minutos disputados.

El colista 'abre la lata'

Fue entonces cuando el Cornellà se adelantó en el luminoso. Los catalanes solo habían conseguido anotar un gol hasta la fecha y, sin embargo, inauguraban muy pronto el marcador en el feudo de un equipo imbatible como local en este comienzo de Liga. José subía por la banda derecha, se iba de Motero y al internarse en el área, lanzaba con la izquierda a la escuadra ante la incredulidad de Sergio Sanz.

Los zaragocistas intentaban reaccionar, pero el peligro en la meta visitante apenas era palpable. Tan solo una ocasión de Suárez, que disparó demasiado flojo y a la izquierda del portero, inquietó algo a los visitantes. 

Sin el dominio del esférico al que el filial zaragocista suele aferrarse, sobre todo en casa, fueron los visitantes los que se sentían algo más cómodos sobre el césped, algo que les sirvió para ampliar distancias. Esta vez, una contra muy rápida sirvió a Gallar para colocar el 0-2 cuando, ante los defensas, prácticamente solo tenía que empujar para anotar.

Con la desventaja de dos goles en solo 25 minutos, los pupilos de Emilio Larraz intentaban centrarse en encontrar su juego, buscando buenas combinaciones en el centro del campo, pero un flojo Rami, que perdió demasiados balones, y un superado Santigosa, que mejoró notablemente en la segunda mitad, no encontraban la manera de generar juego.

Reacción local para poner el empate

Cuando la primera parte llegaba a su fin, se produjo una acción polémica en el área visitante. Gabarre era derribado por el último defensor, en lo que era una manifiesta ocasión de gol. Sin embargo, el colegiado no pitó nada, pero sí lo hizo en la jugada siguiente, cuando ésta vez Lafita cayó en el área grande. Suárez fue el encargado de anotar la pena máxima justo antes del pitido del colegiado.

Tras el descanso, el técnico zaragocista buscó dar otro aire a su equipo en forma de cambio. Tarsi entró en lugar de Rami, lo que hizo que el centro del campo mejorara, y se empezó a ver a un Real Zaragoza B con mucha más garra y criterio.

Cuando apenas se llegaba al minuto 47, un activo Nacho Lafita colgó un extraordinario balón desde la derecha y Bonilla acabó colándolo en el fondo de las redes, tras elevarse por encima de todos con un gran salto. Los maños ponían la igualada, con la misma fe que en los dos partidos anteriores en casa, en los que había conseguido remontar tras empezar perdiendo.

Golpe definitivo del Cornellà

Viéndose con el empate en el luminoso, los zaragocistas siguieron peleando por marcar un tercer gol, y a punto estuvieron de hacerlo en varias ocasiones. La más clara la tuvo Lafita, que remató dentro del área sin portero, pero un defensa consiguió mandar a córner.

Los maños consiguieron desplegar buen juego y mejoraron en conjunto respecto a la primera mitad, pero las fuerzas empezaron a flaquear en los minutos finales y, como consecuencia, los visitantes también dispusieron de buenas ocasiones, aunque no tan claras como las de los locales, para ser ellos los que volvieran a adelantarse.

De esta manera, cualquiera pudo anotar, pero fue el Cornellà quien, por medio de Chemi, consiguió asestar el golpe definitivo a un Real Zaragoza B que, pese a dar la cara, no pudo remontar el partido y terminó por dejar escapar los tres primeros tres puntos de su feudo.

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