El Real Zaragoza arrancó, aunque más tarde de lo esperado

Borja Bastón ha sido el artífice de marcar el gol que ha otorgado al Real Zaragoza la primera victoria de la temporada. Diez encuentros (cuatro jornadas de la temporada 2013/14, cinco de la 2014/15 más un partido de Copa del Rey) ha sido el tiempo que ha tenido que esperar la afición impaciente de volver a celebrar un triunfo de su equipo, algo que no podía hacer desde el 11 de mayo, cuando se impuso por 1-2 al Córdoba en tierras andaluzas.

Igual de alarmante era la racha tan negativa que atesoraba el conjunto aragonés respecto a los partidos en La Romareda. Cinco encuentros consecutivos en los que el conjunto aragonés había sido incapaz de conseguir un triunfo, sumado cuatro empates y una derrota. Había que remontarse hasta el 20 de abril para encontrar la última victoria como local, después de ganar al Jaén por 1-0.

Centrándose únicamente en la temporada 2014/2015, hay varios factores que podrían explicar la tardanza en lograr la primera victoria. Desde el equipo totalmente nuevo que se ha formado durante este verano, la llegada de muchos jugadores importantes con la competición ya empezada, la falta de adaptación de los propios futbolistas a lo que les exigía Víctor Muñoz, lesiones o la mala suerte que ha acompañado a los maños especialmente en los partidos como local.

El Real Zaragoza empezó el nuevo curso futbolístico visitando al Recreativo de Huelva, a mediados del mes de agosto. Por aquellas fechas, el conjunto aragonés estaba todavía en construcción, por lo que pudiera pasar en ese partido estaría algo desvirtualizado al faltar el núcleo duro del equipo. A pesar de ello, el conjunto aragonés fue capaz de sumar un valioso punto tras empatar a cero, dando garantías de una buena solidez defensiva.

En la segunda jornada, el conjunto aragonés recibía a Osasuna. Probablemente, el partido más esperado de la temporada por la afición zaragocista, más aún tras la salida defiinitiva de Agapito Iglesias y la llegada de la Fundación. El partido, que terminó con empate a uno en el marcador, dejó buenas sensaciones entre los seguidores, más allá de que no se lograran los tres puntos.

Tras esos dos buenos encuentros, en los que a pesar de haber sumado dos empates, el equipo había dejado una optimista imagen de cara al futuro, llegó la semana negra. Primero, tras caer derrotados por 4-1 frente al Barcelona B en una estrepitosa segunda parte, dando muestras de una importante debilidad defensiva, algo de lo que se había presumido como el punto fuerte del equipo en los dos primeros choques. En mitad de la semana, llegó el partido de Copa del Rey frente al Albacete. Los manchegos fueron muy superiores a los aragonenes y pasaron la eliminatoria, algo que hizo saltar todas las alarmas.

El partido contra el Sabadell se planteaba como clave para los intereses de los aragonenes. Situados en los puestos de descenso, se iban a enfrentar a un equipo que todavía no había sumado ningún punto, siendo el colista de la clasificación. Los aragoneses se adelantaron en el marcador con un gol de Borja Bastón, y ademas los visitantes se quedaron con uno menos al filo del descanso. A pesar de ello, el domino de la segunda mitad fue del equipo de Miquel Olmo, y finalmente consiguieron empatar el choque.

En la quinta jornada, el Alavés visitaba La Romareda con el principal morbo del regreso de Víctor Laguardia. Durante el partido, a pesar que durante la primera parte fueron los visitantes los que controlaron el domino del juego, los locales consiguieron ponerse por delante en el luminoso, una historia que ya recordaba a los encuentros anteriores jugados en casa. En los segundos 45 minutos, los de Víctor Muñoz llevaron el peso del partido, aunque fueron incapaces de ampliar las distancias. Se llegaba a los últimos compases del choque y el fantasma del gol rival estaba en el ambiente, aunque esta vez no llegó y los puntos se quedaron en Zaragoza.

Si se ve la trayectoria del equipo durante la temporada, la alineación inicial de los aragoneses ha ido sufriendo varios cambios paulatinos hasta llegar a la que ganó al Deportivo Alavés el pasado sábado en La Romareda. De hecho, se pueden apreciar seis cambios entre uno y otro partido, con cambio de sistema incluido.

De ese primer once, tan solo Whalley, Fernández, Galarreta, Vallejo y Javi Álamo han jugado como titulares el resto de partidos de Segunda División. Podría haber dos nombres más en esa lista, pero las lesiones han impedido que así sea. Se trata de Pedro Sánchez y Diego Rico. El primero se tuvo que retirar frente al Barcelona B, lo que obligó a Víctor Muñoz a poner en el siguiente partido de liga a Nieto como interior izquierdo. Pero justamente Rico también tuvo que abandonar antes el terreno de juego, por lo que el canterano tuvo que retrasar su posición al lateral. Contra el Alavés había dudas entre Cabrera y Nieto de quien ocuparía ese lateral, pero finalmente el técnico optó por los dos, con Cabrera de lateral y Nieto de interior.

El partido contra el Alavés fue el primero en el que todos los jugadores que participaron ya ha habían debutado con el Real Zaragoza en algún otro momento de la temporada, otro dato que sirve para demostrar las vueltas que ha tenido que dar el técnico zaragocista para encontrar un once que le convenza.

También es cierto que la mala suerte se ha aliado en contra de los intereses del Real Zaragoza. Osasuna y Sabadell fueron recompensados con un gol cuando ya se daba por finalizado el partido. Esto ha impedido al equipo haber sumado dos victorias más, que le colocarían en una magnifica posición en la tabla clasificatoria. Empatados con el Girona, se situarían en los puestos de promoción con diez puntos, a solo dos de los puestos de ascenso directo.

Abonados a la quinta

Curiosamente y salvando las distancias entre un año y otro, la temporada pasada el Real Zaragoza, entrenado en esos momentos por Paco Herrera, también tuvo un inicio muy parecido al de esta campaña. Ese verano también fue bastante movido en la capital aragonesa: la llegada de Pitarch, Moises y todo su equipo, nuevo entrenador, una gran estampida de jugadores y la llegada de otros tantos.

En lo estríctamente deportivo, el equipo empezó sumando un punto en el desplazamiento a Alicante para enfrentarse al Hércules, dejando buenas sensaciones. En un principio, ese era el partido más complicado del primer tramo de la primera parte de la primera vuelta. A partir de ahi, tocaban rivales asequibles a priori como el Lugo, Mirandés o Barcelona B.

Pecando de inexperiencia en la categoría, los aragoneses se confiaron y solo fueron capaces de sumar un punto frente al Mirandés en el estreno en La Romareda. El resto, dos dos dolorosas derrotas frente a los gallegos y catalanes. Además, se produjo la eliminación de la Copa del Rey tras caer por 1-0 en el campo del Alavés.

Era la quinta jornada y el Real Zaragoza recibía al Tenerife. Las urgencias apremiaban, la grada se impacientaba por los resultados y la figura de Paco Herrera cada vez era más discutiva. Con todo ello, los locales consiguieron dar un duro correctivo a los tinerfeños, ganando por 3-0 y disipando, en un primer momento, parte de las dudas que se habían generado.