Un partido similar al del Alavés y la repetición de los mismos síntomas. Incapacidad de sentenciar el partido ante un equipo inferior y sufrir lo indecible hasta el último minuto. Eso sí, parece que los aragoneses ya han encontrado el camino de la victoria tras todos los vaivenes iniciales que padecieron con una plantilla totalmente nueva.

El Llagostera lo intentó hasta el último segundo del envite por medio de sus conocidas armas: balones en largo, centros y tratar de pillar a la retaguardia rival por las espaldas. Sin embargo, los catalanes no supieron aprovechar todas las ocasiones peligrosas que generaron y no hallaron recompensa alguna.  

El gol de Borja aporta confianza y tranquilidad

Las condiciones del terreno de juego no eran las más óptimas, y el Real Zaragoza no estaba acostumbrado a las mismas. Conque los primeros minutos se puede decir que fueron de adaptación. Es lo que siempre intenta hacer el Llagostera. Desconcertar aún más a su contrincante con un gol tempranero, defender intensamente y sacar al máximo provecho de sus ocasiones. Jugar balones en largo, centros al punto de penalti y ganar siempre las segundas jugadas. Ese era el estilo al que se enfrentaban los pupilos de Muñoz.

Los catalanes buscaron el tanto en dos ocasiones seguidas de características similares. Ambas balones en largo desde la banda izquierda, que supera las espaldas de la zaga zaragocista y que deja a dos jugadores locales a placer, donde solo tienen que superar a Whalley. El primero fue Imad, cuyo seco disparo se marchó rozando el larguero; mientras que en la segunda, Rico desaprovechó su buen desmarque con una pésima definición.

Supusieron un susto y un aviso a los aragoneses. Pero poco a poco se fueron adaptando a las circunstancias que les exigía el envite y trataron siempre de najar el balón al suelo. La primera llegada de los visitantes fue un disparo de Eldin desde el borde del área que desvió René a córner. Poco a poco la posesión del balón pasó a los pies del Zaragoza. Cuando el partido estaba atravesando su fase más aburrida, en la cual el balón permanecía demasiado en el centro del campo y ambos conjuntos abusaban de los pases horizontales, llegó el gol de Borja Bastón.

Fue en un centro de Willian José desde la banda diestra. El balón llegó al segundo palo, donde Eldin, estando algo escorado, vislumbró a Borja en el otro lado que llegaba desde atrás como una moto y le cedió el esférico para anotar el primer tanto en el marcador y único del partido.  El nueve del Zaragoza promete como un goleador fiable que puede otorgar el ansiado ascenso al conjunto aragonés.

Vuelve a aparecer el fantasma del empate en los estertores del partido

El Zaragoza tiene dos problemas que ha de solventar cuanto antes: la fortaleza y el aguante físico, por un lado, y la incapacidad de sentenciar los partidos por el otro. Los comienzos de la segunda mitad fueron muy positivos para los maños. El Zaragoza cedió un poco más el balón al Llagostera, mientras que trataba de aprovechar alguna contra. Javi Álamo buscó correr la banda y poner algún centro a las inmediaciones defendidas por René. La ocasión más clara corrió a cargo de Willian José, que estuvo lento y no supo aprovechar para marcar el segundo tras un buen pase de Galarreta.

Pero dos hechos concretos viraron el guion del partido totalmente. Eldin provocó un penalti infantil (todo hay que decirlo), que él mismo se encargó de desbaratar. René solo tuvo que desviar el pésimo disparo del bosnio. Eso y el cambio más defensivo de Basha en lugar de Galarreta, espoleó los ánimos del Llagostera.

Los gerundenses asediaron a los avispas, pero un seguro Whalley, la falta de puntería de los locales, una defensa cada vez más sólida y una pizca de suerte, hicieron que el Zaragoza se acabara llevando los tres puntos de Palamós. Segunda victoria consecutiva para los zaragocistas, mientras el Llagostera desaprovecha una buena oportunidad para refrendar su magnífica victoria conseguida la semana pasada ante el Barcelona B. 

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Sobre el autor
Mariano López Bolea
Periodismo y de Ciencias Políticas. Escribo en VAVEL sobre política, Real Zaragoza y todo lo que sea necesario.