El Real Zaragoza buscará este domingo enlazar su tercera victoria consecutiva en la presente edición de la Liga Adelante con el fin de auparse a las posiciones de privilegio de la tabla. Por raro que parezca, conseguir tres triunfos seguidos parece algo utópico en el club blanquillo en los últimos tiempos, puesto que en el último año y medio se ha logrado en contadas ocasiones.

Para encontrar la última vez que el cuadro maño sumó 9 puntos seguidos, hay que remontarse a los meses de noviembre y diciembre del año pasado, cuando bajo la dirección de Paco Herrera, el Real Zaragoza se impuso a Córdoba, Las Palmas y Girona entre la segunda mitad y la primera semana de los dos últimos meses del año. Desde entonces, el descalabro fue mayúsculo. Y la rotundidad del fracaso se observa en que desde enero de este mismo año, tras superar al Sporting y al Alcorcón, no se vencían dos partidos consecutivamente, algo calamitoso para un plantel que se encontraba en todas las quinielas para subir a Primera División.

Última vez que el Real Zaragoza consiguió tres victorias consecutivas
Temporada Jornada Partido Resultado
2013/2014 15ª Real Zaragoza-Girona 1-0
2013/2014 16ª Las Palmas-Real Zaragoza 0-1
2013/2014 17ª Real Zaragoza-Córdoba 2-1

Rumbo encauzado tras un inicio deprimente

Tras los dos últimos partidos, el futuro se encara con optimismo e ilusión tras un inicio liguero repleto de sombras. Atrás queda la falta de concentración y seriedad defensiva en los últimos minutos, algo que costó cuatro valiosos puntos perdidos entre los duelos ante Osasuna y Sabadell y que colocarían al Real Zaragoza en puestos de promoción de ascenso y a tan solo un punto del ascenso directo.

Afortunadamente, esos errores parecen haber quedado atrás. Si bien toda precaución es poca, la mejoría es notable. Frente al Alavés, pese a no exhibir un juego excesivamente vistoso, se rentabilizó al máximo el tanto anotado por el hasta ahora sostén del equipo, Borja Bastón, quien ya ha dado siete puntos al equipo con los tres goles que ha conseguido marcar. Contra los vascos los de Víctor Muñoz supieron competir y aguantar el tipo en todo momento, y los fantasmas de los goles encajados en los últimos minutos desaparecieron.

Por otra parte, en el segundo triunfo frente a la UE Llagostera de esta, de momento, breve racha, las sensaciones fueron más que óptimas. Pese a volver a ganar por la mínima, el resultado pudo resultar hasta engañoso. La escuadra aragonesa ofreció momentos de buen fútbol, momentos en los que fueron realmente superior al rival y se pudo aumentar la distancia en el marcador. Pero nuevamente un tanto de un Borja Bastón en idilio permanente con el gol valió para llevarse los tres puntos de vuelta a la capital del Ebro.  Hubo tramos de desconcierto, sobre todo en el tramo final, pero lo visto en Palamós invita al optimismo.

Un triunfo para creer plenamente en el proyecto

Una victoria frente al Mallorca sentaría las bases de un proyecto que empieza a carburar. Por el contrario, una derrota significaría un mínimo retroceso. En cualquier caso nada sería definitivo hablando de la séptima jornada del campeonato. De la euforia al pesimismo hay solo un paso y este partido puede determinar hacia que estado de ánimo se dirigirá el pensamientos de jugadores y aficionados.

El Real Zaragoza no ha tenido una pretemporada fácil. Menos duración que el resto de equipos de la categoría y una plantilla confeccionada en apenas un mes. En desigualdad de condiciones, el arranque tan pobre podía entrar dentro de lo esperado. Tener la posibilidad de ganar tres partidos del tirón en la jornada 7, no tanto. Es el factor psicólogico de derrocar dicha barrera lo que puede hacer que veamos a un equipo más confiado en sus posibilidades, un bloque conjuntado pese a la situación que vivió la institución en verano.

El ansiado tercer triunfo engloba factores más allá de lo que son los tres puntos en sí y el probable avance clasificatorio. Vencer significaría derrocar una cifra tabú, una cifra que parece inalcanzable y que no lo debería ser para un aspirante al ascenso. Vencer significaría una subida de moral en todas las parcelas del club: jugadores, cuerpo técnico, dirigentes… Y lo más importante, vencer implicaría enganchar a la afición, como mínimo, hasta que se divisen nuevamente malos resultados. Cualquier aspiración de subir a Primera pasa por que la Romareda sea un fortín, y con más gente implicada e ilusionada, la afición puede llevar en volandas al Real Zaragoza.

Nada de lo que ocurra el domingo será definitivo, y todo juicio será prematuro, pero está claro que la importancia del envite frente al Mallorca es capital para refrendar resultados y sensaciones. Ganar para seguir progresando, ganar para generar ilusión.