El Real Zaragoza ha vivido un infierno desde que descendió a Segunda División. Deudas, fichajes que no llegan, descontento por parte de los aficionados y más que se traduce en un decimocuarto puesto en la clasificación con trece victorias, catorce empates y quince derrotas en su primera temporada como equipo de segunda. Era el principio de la agonía del club, que encontró un atisbo de esperanza cuando a principios de junio un grupo de empresarios liderados por Mariano Casasnovas se presentan como los nuevos accionistas mayoritarios del Real Zaragoza. Nadie podría haber imaginado lo que venía detrás. Negociaciones fracasadas, propuestas que no ven la luz, los empresarios acaban abandonando el proyecto, y mientras la afición es testigo de la muerte anunciada de su equipo.

Al mismo tiempo en el que se rechazaban las soluciones que el empresario pakistaní Kadir Sheikh (acompañado por Nayim) ofrecía y se esperaba al grupo de inversores mexicanos, el equipo comenzaba la pretemporada bajo mínimos con nueve bajas con respecto a la temporada anterior. Esta situación caótica hizo que el 17 de julio la afición saliese a la calle a mostrar su rabia y descontento en una multitudinaria manifestación que recorrió la capital aragonesa pidiendo una vez más la marcha de Agapito Iglesias.

Y se obró el milagro. El 22 de julio Agapito Iglesias anuncia en un comunicado su intención de recuperar las acciones y donar el 72% a la Fundación Zaragoza 2032 y el 18% a la Fundación Real Zaragoza.

El 24 de julio la Fundación Zaragoza 2032 se convierte en propietaria del Real Zaragoza y se pone manos a la obra. Uno de sus objetivos es volver a reunir al equipo con la afición y el 1 de agosto lanzan la campaña de abonados bajo el lema “Sí, soy del Real Zaragoza”. Christian Lapetra, presidente del club maño, afirmaba que sería un reto “atractivo, apasionante y más emotivo que los demás”. Su objetivo era alcanzar la cifra de 16.500 abonados, número de la temporada pasada, y la afición maña respondió inmediatamente acercándose a las oficinas a retirar su abono durante el primer día de campaña. Muchos rostros conocidos como la waterpolista Andrea Blas, exjugadores como Galletti y Javier Villarroya o el cantante Sho Hai quisieron sumarse también al “Sí, soy del Real Zaragoza”.

La llegada de la Fundación Zaragoza 2032 fue un soplo de aire fresco que, gracias a sus proyectos como “Somos Leyenda”, planes de viabilidad para afrontar los pagos de la entidad y fichajes de nuevos jugadores, consiguió devolver la ilusión a los zaragocistas y hacerles creer en un nuevo Real Zaragoza. El 8 de agosto se alcanzaron los 13.234 abonados y una semana después el número había aumentado a 14.500. La captación de abonados terminó el pasado miércoles 15 con 19.283 personas que apuestan por el nuevo Real Zaragoza, casi 3.000 más que la temporada pasada.

Después de todo lo vivido este verano, la afición ha respondido a la llamada del club y vuelve a demostrar que es una hinchada de 10 que apoyará a su equipo tanto en los buenos momentos como en los malos.