El Real Zaragoza perdió trasuna racha casi inmejorable de partidos sin conocer la derrota. El equipo de Víctor Muñoz mostró una de sus peores caras a lo largo de este curso, aunque lo cierto es que el Tenerife tuvo mucho mérito en su plantemiento, para poder llevarse la victoria. No fueron superiores, pero tuvieron claro como ahogar al Real Zaragoza, como tapar sus grandes cualidades ofensivas.

Planteamiento inicial

Continuó Víctor Muñoz con la idea del último encuentro. Jaime y Eldin fueron los extremos e iniciaron el partido jugando a banda cambiada, aunque luego tendrían que cambiar por el transcurso del partido y el planteamiento del Tenerife. En defensa estuvo la novedad de Vallejo por Mario, que se lesionó en el calentamiento. Una baja que se haría notar a lo largo del partido.

Los laterales, Fernández y Cabrera, siguieron sin aprovechar los movimientos interiores de Jaime y Eldin, mientras Willian José no retrasó su posición tanto como otros días. El Real Zaragoza empezó con el dominio del balón, salió activo y no le peso el gol recibido en contra. Sin embargo lo paso mal por el planteamiento del Tenerife, que mostró varias carencias del equipo de Víctor Muñoz.

La falta de recursos y el centro del campo tinerfeño

El Real Zaragoza ha demostrado que sabe jugar muy bien cuando se encuentra replegado y tiene espacio por delante para salir a la contra. Sin embargo el Tenerife le propuso un partido al equipo maño en el que los locales no estuvieron nada cómodos.

Con un centro del campo formado por tres hombres (Vitolo, Ricardo y Aitor Sanz), el Real Zaragoza perdió la salida en esa zona de tres cuartos en la que en otros partidos no dejaron de aparecer Eldin, Jaime o Willian José. Se perdió por tanto la posibilidad de los extremos de jugar por dentro y el espacio entre los cuatro hombres de ataque y los dos mediocentros zaragocistas aumentó.

Por si fuera poco, cuando Jaime y Eldin se metían por dentro, los espacios que crearon no fueron aprovechados en ningún momento por Cabrera y Fernández. Se trata de un recurso que este Real Zaragoza no aprovecha en prácticamente ningún momento del partido. Si bien es cierto que ninguno de los dos laterales son exquisitos técnicamente ni se prodigan en el apartado ofensivo, cuando se aprovechó este recurso que genera el jugar con extremos a banda cambiada, el Real Zaragoza creó peligro. para muestra el gol de Borja Bastón, en el que Cabrera apareció completamente solo pese a que el Tenerife estaba completamente replegado.

Con un Tenerife muy replegado y el buen trabajo de su centro del campo, el Real Zaragoza perdió espacios arriba, siendo incapaz de salir al contraataque a lo largo del partido (condicionado también por el resultado). El espacio entre Galarreta y Dorca y el resto del equipo, tanto por delante, por detrás, a los costados o en diagonal era tan grande y existía una falta de apoyos tan evidente que el único recurso del Real Zaragoza fue una salida a través de pases medios o largos desde los dos pivotes a los extremos o delanteros.

Cuando Víctor Muñoz decidió cambiar a los extremos de banda viendo el evidente problema, solo Eldin ofreció soluciones, mientras Jaime mostró su versión más indolente, empeñado en regatear por su cuenta y perdiendo gran cantidad de balones.

La movilidad de Suso e Ifrán y las segundas jugadas

No fue tampoco un buen partido atrás, en la zona defensiva del equipo. Los movimientos de Ifrán y especialmente de Suso fueron un incordio constante para la zaga blanquilla. Sin Mario el equipo perdió consistencia, anticipación y liderazgo, que quedó claro en lo mal tirada que estuvo la línea del fuera de juego en varias ocasiones claras para los visitantes.

Suso partía teoricamente desde la derecha, dejando la izquierda a Cristo Martín y un triangulo en el centro del campo siendo Ricardo el que más progresaba. Sin embargo Suso dejaba completamente descubierta la banda derecha para venir al centro y crear superiordades con Ifrán. El espacio que existía entre el centro del campo y la defensa maña permitieron esta clase de movimientos. Además la velocidad de Suso le servía para correr a la espalda de los centrales del Real Zaragoza.

Al margen de los movimientos de ambos delanteros, quedó patente que las segundas jugadas fueron casi todas para el Tenerife. La gran distancia ya comentada entre centro del campo y defensa abría un gran hueco que a menudo se producía al borde del área, donde cualquier centro o disparo repelido era recogido por los jugadores visitantes.

La ausencia de Mario

Si algo notó el Real Zaragoza demasiado fue la ausencia de Mario. El central se había convertido en el gran jefe de la zaga, pero ayer quedó demostrado que su aportación no es solo vital en el apartado defensivo, sino que también tiene gran influencia en la zona ofensiva.

La anticipación de Mario no solo supone un recurso en defensa, sino en ataque, en el inicio de jugadas. Sin esa anticipación los jugadores del Tenerife, especialmente Suso, pudieron campar a sus anchas en la zona de tres cuartos de campo. Además el Real Zaragoza perdió mucha capacidad para robar balón en zonas más adelantadas e iniciar contraataques descolocando al rival.

La posible solución

Viendo los problemas que tenía el Real Zaragoza, Víctor Muñoz pudo haber cambiado por completo el planteamiento al descanso. Una posible solución podría haber sido la siguiente:

Apuntalar el centro del campo con la entrada de Tierno por Willian José hubiera permitido aumentar los recursos. Las salidas con pases medios o largos darían paso al mayor control del balón. La estabilidad de tener superioridad por dentro ofrecería la posibilidad de que Fernández y Cabrera subieran más, por lo que en este caso si tendría sentido jugar con los extremos a banda cambiada y buscando siempre el centro.

Para aprovechar esa zona de la mediapunta que tapó el Tenerife, un jugador como Galarreta, móvil, con capacidad para crear, bajar a recibir y sobre todo combinar con Jaime y Eldin en sus internadas. Se formaría una especie de arco más o menos largo dependiendo de la cantidad de subidas de Fernández y Cabrera, mientras Borja Bastón estaría más cubierto pero también más provisto de más pasadores.

Fuente Imágenes: LFP