El Real Zaragoza ha perdido por 3-1 contra el Sporting de Gijón en El Molinón y suma su segunda derrota consecutiva, algo que contrasta con la buena racha que había mantenido hasta el último partido. Los locales se adelantaron muy pronto en el marcador, pero Javi Álamo puso la igualada a la media hora de juego. En la segunda parte los de Abelardo consiguieron marcar dos goles frente a un equipo que se encontraba con uno menos desde el final de la primera parte.

Aunque en un principio se pensaba que Víctor Muñoz iba a repetir el once que cayó derrotado en La Romareda frente al Tenerife, el técnico introdujo una novedad importante dejando a Eldin en el banquillo y sacando a Álamo, que anotaría su primer gol con la elástica blanquilla. Por parte local, Guerrero recaía en el entrenamiento del sábado de una lesión, por lo que no podría jugar con su equipo. Castro sería su sustituto.

Un Sporting de más a menos

Desde los primeros compases del encuentro el Sporting intentó demostrar que no era producto de la casualidad ser el único equipo que no había perdido en la competición y se lanzó al ataque, dejando claras sus intenciones. A los cinco minutos ya dispusieron de la primera oportunidad clara, cuando Carmona recuperaba en el centro del campo y tras una combinación entre Nacho Cases y Ndi recibía el balón Jony que ponía el centro desde la izquierda pero el testarazo de Castro se iba fuera. La gran pesadilla de los aragoneses fue Ndi, que tendría una participación activa en las jugadas de ataque de su equipo, primero asistiendo a Menéndez pero su disparo lo paraba Whalley, y a los diez minutos logrando llevarse un balón desde el suelo en la izquierda zafándose de Vallejo, Rubén no logró pararle y puso el pase a Carmona, que de primeras la dejaba para que Castro fusilara y pusiera el primero de la mañana.

Tras el gol, los maños no consiguieron reaccionar y seguían siendo un títere por parte de los asturianos. Los locales decidieron retrasar algo las líneas para buscar los contraataques y matar definitivamente a un Zaragoza cuyo centro del campo no conseguía conectar con los hombres de arriba. Solo alguna jugada individual de Jaime Romero conseguía alterar algo a una zaga que era mera espectadora. A los veinte minutos un córner a favor de los visitantes se volvió en contra. Jony salía desde de su propio campo a la carrera, recortaba a Fernández y colaba un balón a la espalda de la defensa que Castro desperdiciaba solo ante el portero, que salvaba a los maños.

Javi Álamo conseguía contrarrestar a la media hora el gol inicial de Castro

Conforme pasaban los minutos, los visitantes consiguieron frenar las ofensivas visitantes e igualar el partido, aunque no eran capaces de llegar a la portería defendida por demostrando una gran solvencia defensiva. Por ello, el Real Zaragoza se vio obligado a recurrir al juego directo si quería generar peligro y a la primera lo consiguió de la forma más eficaz: Rubén efectuaba un cambio de banda a la derecha y ponía un balón en largo a Javi Álamo que controlaba, se internaba en el área para buscar el disparo y conseguía poner el esférico en la cepa del poste, poniendo el empate a la media hora de juego.

Este tanto fue un mazazo para los hombres de Abelardo que si ya de por sí estaban sufriendo físicamente por el esfuerzo realizado hasta ahora, fue un golpe psicológico. Los de Víctor Muñoz habían anotado en el primer acercamiento y ahora querían el segundo ante un Sporting que ansiaba llegar ya al descanso. Pero cuando apenas quedaba un minuto llegó la jugada polémica: el colegiado expulsaba con roja directa a Fernández por considerar que el lateral había propiciado un manotazo en la cara a Jony. Esto supuso que el técnico tuviera que sacar a Diogo y quitara a Borja Bastón.

El Sporting aprovecha la superioridad

Comenzaba la segunda parte sin cambios en ninguno de los dos equipos pero con una ventaja muy importante para los locales con la superioridad de jugadores al borde del descanso, algo que el Sporting hizo notar desde el primer momento aumentando la presión en el centro del campo y jugando con velocidad. Pero sería con mediante el balón parado como conseguirían volver a adelantarse. Los locales sacaban una falta desde el sector derecho al área que Rubén remataba hacia su propia portería y Castro recogía el rechace de Whalley para poner el 2-1 en el luminoso.

Los de Abelardo ya tenían lo que estaban logrando y ahora era el turno del Real Zaragoza si quería obtener un buen resultado en El Molinón. Los de Víctor Muñoz intentaban hacerse con la posesión del esférico y llegar tocando a la portería rival, algo que resultaba en balde ya que los asturianos hacían estéril ese dominio. El técnico visitante decidió gastar sus últimas balas y sacó a Pedro Sánchez y a Eldin para dar más mordiente y peligro a los suyos, pero fue Jaime Romero el que dispuso de la más clara para igualar la contienda. El manchego se plantaba solo tras una contra ante un Cuellar adelantado, pero su disparo llegaba manso a las manos del guardameta.

El Sporting dominó en la segunda mitad a un equipo con uno menos en sus filas

El Sporting necesitaba hacer el tercer gol para sentenciar definitivamente el partido y no llevarse ninguna sorpresa desagradable ante un rival que estaba con uno menos, algo que llegó a la media hora de la segunda mitad. Los locales sacaban un córner que Sergio Álvarez remataba en el primer palo ante la pasividad de la zaga aragonesa y ponía el 3-1. 

Con este tanto los rojiblancos dejaban finiquitado el choque. Los maños intentarían recortar distancias por todos los medios, pero los hombres de arriba no conseguían conectar entre sí y tan apenas llegaban a los tres cuartos del campo rival. Así se llegaría a la conclusión del encuentro. Los locales dan un golpe de autoridad al ganar a un rival directo y se consolidan en la parte alta de la tabla.

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