El Real Zaragoza ha empatado a dos frente al Betis en La Romareda y suma tres jornadas sin conocer la victoria. Ha sido un duelo en el que los dos han podido ganar, pero las imprecisiones a la hora de finalizar las jugadas han lastrado a los dos equipos. Los verdiblancos dominaron la primera mitad y se adelantaron en el marcador por medio de Rennella. En la segunda parte los maños mejoraron y dieron una mejor imagen. Willian José puso el empate pero Cabrera anotó en su propia portería dando la victoria momentanea para los de Velázquez. Al final, Pedro Sánchez logró la igualada.

Víctor Muñoz revolucionó el once e introdujo cuatro cambios respecto al último partido: uno por obligación (Vallejo se encuentra con la selección) y tres por decisión técnica. Mario, Diogo, Eldin y Pedro Sánchez se hacían un hueco en la alineación en lugar de Fernández, Álamo y Jaime Romero. En el Betis, por su parte, destacaba la vuelta de Xavi Torres al centro del campo verdiblanco, que no jugaba desde la quinta jornada.

El Betis domina, el Real Zaragoza sufre

El conjunto visitante salió al encuentro con las ideas más claras ante un Zaragoza que era incapaz de imponerse en el centro del campo. Aunque los de Velázquez no crearon verdaderas oportunidades, sí que llevaron a cabo varias internadas por las bandas y cuyos centros rasos al área tuvieron que ser despejados por los centrales maños. Además, Víctor Muñoz sufrió un contratiempo importante cuando Rubén se lesionó a los seis minutos y tuvo que entrar Rico. Poco a poco se fue intentando quitar el domino verdiblanco el conjunto aragonés y empezaron a relucir algunas individualidades de hombres como Pedro Sánchez, Galarrera o Willian José, aunque sin demasiado éxito. Precisamente del brasileño fue la primera gran oportunidad del choque con un duro disparo desde fuera del área que Adán tuvo que desviar a córner.

Este intento de reacción tan solo se trató de un espejismo y el partido volvió a sus derroteros iniciales La defensa aragonesa daba sensación de sufrir cada vez que los visitantes se acercaban a tres cuartos del área maña, que centraban su juego ofensivo especialmente por las bandas, conocedores de la debilidad aragonés en esas demarcaciones. Rubén Castro pudo poner el primero de la noche después de un magnifico pase por alto a la espalda de la defensa, pero su vaselina ante la salida de Whalley terminó sacándola Cabrera prácticamente bajo palos.

El Betis fue muy superior en la primera parte a un Zaragoza que no lograba funcionar

Pero si por algo destaca el Real Zaragoza esta temporada es por la calidad que tiene en la parte ofensiva, algo que volvió a quedar claro después de un taconazo de Willian José que llegaba a Eldin y Adán conseguía salvar en la salida con el pie. La afición, que veía como su equipo estaba sufriendo, se animó después de esto aunque poco duraría ese buen ánimo. Cuando quedaban 10 minutos para la conclusión de la primera mitad, un fallo en la entrega de Whalley del balón sumado a una buena recuperación bética sirvió para que el balón llegara a Rennella y superara al guardameta aragonés con un disparo cruzado.

Lejos de contentarse con este resultado, los de Velázquez (que tuvo que ver el partido desde la grada), fueron a por el segundo y casi lo consiguen con un disparo de Rennella tras otro pase de Kadir a la espalda de la defensa maña que se topó con el poste, llegando el balón a Rubén Castro que se tiró dentro el área simulando un penalti que el colegiado no señaló. A estas alturas hacía tiempo que el centro del campo maño había sido desbordado y superado por el visitante, lo que imposibilitaba que los de Víctor Muñoz tuvieran alguna posibilidad de reacción y desearan que se llegara a la conclusión de los primeros cuarenta y cinco minutos, algo que resultó un alivio cuando sucedió.

Toma y daca

Sin cambios en las formaciones de los dos conjuntos empezaba la segunda parte tal y como terminó el primer acto, buscando las espaldas de la línea defensiva. Por ello, y para dar mayor contundencia y seguridad al centro del campo, Víctor Muñoz retiró a Galarreta dando entrada a Lolo, más de corte ofensivo y que no gustó a La Romareda. Entre los pitidos por el cambio se iba a producir la jugada que dio lugar al empate. Willian José realizaba un duro disparo desde la frontal del área que paraba Adán, pero el rechace le llegaba otra vez al brasileño que volvía a intentar el disparo pero el lanzamiento golpeaba en la mano de Figueras, señalando penalti el colegiado. El propio delantero, de los más activos, fue el encargado de lanzarlo y anotar el empate. Poco duraría la alegría ya que a los tres minutos los verdiblancos conseguían volverse a adelantar con un gol en propia de Cabrera en el intento de despeje a un centro de Casado.

Willian José puso el empate en el marcador | Foto: Andrea Royo (VAVEL)

Los maños, lejos de venirse abajo tras ese varapalo, intentaron por todos los medios hacerse con el empate de nuevo. El balón ya no circulaba por un centro del campo que estaba totalmente partido, lo que permitía que se generara más sensación de peligro. Pedro Sánchez dejó claras sus intenciones con un remate tras un centro desde la izquierda que terminó en las manos de Adán y a los cuatro minutos el mismo jugador era el encargado de anotar el empate tras recibir un balón en largo en carrera y colarlo en la cepa del poste desde fuera del área.

Pedro Sánchez recibía un balón largo, controlaba con el pecho y batía a Adán con un zurdazo desde fuera del área a la cepa del poste

Este gol no hizo más que volver a dejar clara la debilidad compartida de los dos equipos: la defensa. La falta de contundencia, los nervios por el resultado y la calidad de las dos delanteras provocaban continuos fallos. Dos ocasiones tuvieron los verdiblancos para adelantarse gracias a esta circunstancia, pero a la hora de rematar les faltó claridad. Los maños, por su parte, buscaban huecos en la zaga combinado con balones largos sin lograr precisar.

Se llegaba al tramo final del encuentro con todo en el aire y sin un dominador claro. Los ataques por parte de aragoneses y andaluces eran incesantes y fueron Eldin y Rubén Castro los que pudieron adelantar a sus equipos, pero en la primera ocasión Adán y en segunda la mala puntería de no disparar a los tres palos no permitió que el marcador se moviera. Cuando tan apenas quedaban segundos para la conclusión del partido, Adán salvaba milagrosamente un disparo de Borja Bastón dentro del área pequeña tras un centro de Jaime, llegando así al final del partido.