A cualquier zaragocista, sea de la edad que sea, si le nombras a Canario te recitará de memoria los nombres de Los Cinco Magníficos: Lapetra, Villa, Santos, Marcelino y Canario. Darcy Silveira dos Santos se ha ganado un hueco en los corazones de todos los aficionados blanquillos, ya que sus hazañas pasan de generación en generación sin caer en el olvido.

Sus inicios

Canario comenzó a dar sus primeras patadas a un balón en las calles de Río de Janeiro hasta que a los 19 años un árbitro, amigo de su padre, le propuso jugar en el Olaria de Primera División. Poco duró su estancia allí, puesto que tres meses después fichó por el América F.C., club en el que comenzó a despuntar como delantero. “En el América de Río tuve mis mayores éxitos en Brasil. Nunca he ganado la Liga brasileña, pero tengo un subcampeonato tras perder la eliminatoria final ante el Flamengo al mejor de tres partidos”. Fue también jugador de la selección brasileña llegando a jugar diez partidos. A punto estuvo de jugar el Mundial de Suecia de 1958 pero fue descartado y en su lugar seleccionaron a Garrincha.

Foto: Esporte Ilustrado

El salto a Europa: Real Madrid y Sevilla CF

Darcy Silveira dio el salto a Europa recalando en el Real Madrid en 1959. Fue fichado por el club merengue junto con su compañero Waldir Pereira “Didí”. Formó parte de una gran delantera que brindó grandes títulos al Real Madrid: Del Sol, Di Stéfano, Puskas, Gento y Canario. En su primer temporada como jugador blanco, ganó su primera y única Copa de Europa ante el Eintracht jugando como titular los 90 minutos y quedando el marcador 7-3. Fue una época dorada para el Real Madrid y una gran época para Canario. En su segunda temporada obtuvo dos trofeos: la Liga 60/61 y la Copa Intercontinental, y en su tercera y última temporada como merengue conquistó junto a su equipo de nuevo la Liga y también la Copa del Generalísimo (Copa del Rey actual). En 28 partidos con el Real Madrid, marcó 7 goles convirtiéndose así, en un jugador deseado por todos los equipos de la Liga española.

Foto: esporte.uol.com.br

La temporada 62/63 la jugó en el Sevilla F.C. donde jugó 30 partidos y marcó 5 goles. Solo militó en las filas del club hispalense durante esta temporada puesto que en el año 1963 se convertiría en el extremo derecho de la delantera del Real Zaragoza.

Cinco temporadas en la ciudad maña

El Real Zaragoza es el club en el que más temporadas ha jugado Canario. Llegó procedente del Sevilla en la temporada 63/64 y no fue hasta la 67/68 cuando se despidió de la afición zaragocista. Le costó muy poco adaptarse a sus compañeros y conseguir esa unidad que llevaría al Real Zaragoza a conseguir tres títulos durante esas cinco temporadas. “En aquella época los jugadores éramos un grupo de amigos y compañeros. Jugábamos de memoria, era un equipo que era todo para todos, defendíamos y atacábamos todos”.

Su primera temporada con el conjunto maño fue la mejor en cuanto a títulos. Debutó ante el Iraklis Salónica griego en los dieciseisavos de final de la Copa de Ferias que más tarde conquistarían enfrentándose al Valencia CF en el Camp Nou dejando el marcador 2-1 (goles de Villa y Marcelino). Esa temporada también ganaron la Copa del Generalísimo ganando al Atlético de Madrid por 1-2 con goles de Lapetra y Villa.

Foto: Los Blanquillos

Fue en esta temporada cuando Canario, junto con Lapetra, Santos, Villa y Marcelino, maravillaron a la afición zaragocista pasando a ser conocidos como “Los cinco magníficos”. Su compenetración en el campo hacía que el equipo funcionase, y así lo demostraron hasta la salida del brasileño en el año 1968.

“Lapetra era el cerebro; Santos, el pulmón; Villa, un malabarista; Marcelino, cabeceador; y yo era un luchador”

Durante las cinco temporadas que jugó Silveira en el Real Zaragoza, disputó un total de 178 partidos (16019 minutos) y marcó 56 goles. A parte de la Copa del Generalísimo y de la Copa de Ferias de su primera temporada, ganó también otra Copa del Generalísimo y jugó la final de la Copa de Ferias en 1966 y la semifinal de la Recopa de Europa ante el West Ham United en 1965.

Al final de la temporada 67/68, el presidente del club decidió no renovarle, por lo que Canario jugaría su último año en el R.C.D. Mallorca.

Fichaje por el Mallorca y retiro

Canario llegó al club bermellón en la temporada 68/69 aceptando la oferta del equipo balear. Esa temporada, el Mallorca se encontraba en Segunda División y el jugador contribuyó en la labor de regresar a Primera. Tras conseguir el objetivo habiendo marcado 2 goles en 24 partidos, a final de temporada y con 35 años decidió colgar las botas.

En la actualidad, reside con su familia en Zaragoza. Tras colgar las botas, montó una cafetería hasta el día que se jubiló. Participa activamente en muchos de los eventos programados por el Real Zaragoza. La última vez que se le ha visto ha sido en la fiesta anual de la peña zaragocista Los Alifantes tras haber estado hospitalizado por una afección cardíaca.

El “magnífico” será siempre querido y conocido como uno de los artífices de la mejor época del conjunto maño y su nombre quedará escrito en la historia del Real Zaragoza.

Foto: Andrea Royo/Vavel