Empate del Real Zaragoza que puede ser positivo, especialmente por como se puso el partido con el transcurrir de los minutos, sobre todo por la expulsión de Jaime. Sorprendió Ranko Popovic en su segundo partido con un planteamiento muy ofensivo e inesperado. Las bajas del equipo obligaron a experimentar al serbio.

Planteamiento inicial

Sorprendente a la vez que atrevido planteamiento de Ranko Popovic de inicio. Lo que se esperaba como un simple cambio de cromos de Basha por Dorca y Diogo por Cabrera se convirtió en un experimento. El albanosuizo se quedó en el banquillo, mientras Diogo, que todo hacía indicar que jugaría como central, fue desplazado al lateral zurdo.

El lugar del central zurdo lo ocupó Diego Rico, que además sorprendió con una actuación más que aceptable y llena de ayudas a un Diogo sobrepasado y fuera de posición. Por delante de esta línea de cuatro completada con Lolo y José Fernández, se situaban séis hombres que están más acostumbrados a atacar que a defender. Ruiz de Galarreta se colocaba como único pivote por delante de la defensa, pese a que las ayudas de Pedro fueron constantes, dejando a Eldin más libre por delante. En las bandas, Álamo y un Willian José que se vio obligado a sumergirse en una posición que no le fue nada bien. Como ariete quedaba Borja Bastón.

Las ideas de Popovic eran claras. Acumular gente arriba, buscar el balón y amedrentar al Albacete obligándole a cerrarse a base de ataques. Sin embargo, aunque por momentos pudo parecer un acierto, el planteamiento se tornó contraproducente, por ciertos matices que analizamos a continuación.

El mérito del Albacete

No se le puede quitar ni un ápice de mérito al Albacete, concretamente a su centro del campo. Mario Ortiz destruyó la presión zaragocista con su buen criterio a la hora de sacar el balón desde atrás. Una vez se superaba la primera línea de presión, Eldin y Pedro quedaban descolocados, situándose en alturas muy diferentes y abriendo huecos entre ambos y con Galarreta. Espacios que Cidoncha y Portu explotaron para campar a sus anchas por el centro del campo. El Albacete empezó a apoderarse del encuentro desde el balón.

También fue un acierto explotar la banda izquierda zaragocista. Antoñito subía la banda constantemente, abriendo más hueco en la derecha a Portu para moverse. Por su parte César Díaz lanzaba diagonales constantemente hacia ese lateral, sobrepasando a un Diogo que recibía ayudas de Willian José y Rico.

La endeblez del Albacete atrás también se hizo notar desde los primeros compases. Problemas para replegarse, incertidumbre en los balones largos y ciertas imprecisiones especialmente en la colocación, que unidas al potencial ofensivo del Real Zaragoza y a su efectividad arriba hacían presagiar que la balanza podría decantarse para cualquier lado.

Demasiados riesgos en la salida

Jugar con Eldin y Pedro por delante de Galarreta implicaba muchas ayudas, pero no oslo en defensa, sino también en apoyos para salir con el balón. A la hora de defender Eldin quedaba más exento de trabajo en el repliegue, mientras Pedro apoyaba más a de Galarreta. El extremo, poco acostumbrado a jugar en esa nueva posición, quería abarcar mucho campo pero quedaba asfixiado y perdido ante los movimientos de los manchegos. Aun así el sacrificio de Pedro es digno de mención

A la hora de sacar el balón desde atrás el problema de Popovic vino en que planteó un partido para jugar muchos metros por delante de lo que se vio obligado a jugarlo el Real Zaragoza. Pedro y Eldin se veían obligados a recibir en zonas muy retrasadas, e incluso en ocasiones desaparecían dejando solo a un sobrepasado de Galarreta. Si los que reciben en zonas comprometidas son jugadores que acostumbran a recibir el balón en zona de 3/4 de campo el equipo corre muchos más riesgos, provocando las imprecisiones constantes en la salida de balón y permitiendo al Albacete recuperar balón en zonas determinantes, como en el gol de Portu.

Los tres se situaban a diferentes alturas, pero los movimientos no se produjeron de forma correcta, sin conseguir crear superioridades en un costado y provocando desajustes por la falta de apoyos que recibían los jugadores en las bandas, especialmente por la izquierda, donde Willian José no cuenta con la velocidad de Javi Álamo.

El Real Zaragoza se vio obligado muchas veces a recurrir al pelotazo buscando a Borja Bastón. La segunda línea zaragocista, sin embargo, tampoco acompañaba, de la misma forma que en la salida de balón, a Borja, habiendo mucha distancia entre la línea de mediapuntas, tanto por delante como por detrás.

Willian José, perdido y exigido

Caso aparte merece el brasileño, relegado a jugar en la banda izquierda. Por lo que se vio en la primera mitad que disputó Willian José, Popovic le había pedido que ayudará constantemente a Diogo. El brasileño se quedó muy cerca del uruguayo, excesivamente cerca, retrasando la altura de la presión zaragocista y descompensando al equipo porque Álamo estaba a más altura.

A la hora de atacar, Willian José, que no tiene el recorrido ni la velocidad de Álamo en el otro extremo, se veía exigido a no subir demasiado, impidiéndole pisar el área del Albacete salvo en los primeros minutos. Desde ese rincón tan escorado las cualidades de Willian José quedaron reprimidas, pese a su sacrificio defensivo.

Sin reacción en la segunda mitad

Los problemas evidentes en la salida de balón no se solucionaron en la segunda mitad. Ranko Popovic no tuvo la capacidad de reacción necesaria para arreglar el desajuste. El serbio buscó subir la presión y ganar velocidad en la banda izquierda con la entrada de Jaime, a riesgo de dejar aun más desprotegido a Diogo, multiplicando las ayudas de Rico que, sin embargo, no pudieron impedir el 2-1.

Pedro reguló su posición, colocándose más cerca de Galarreta y dejando solo a Eldin en la mediapunta. El equipo encontró el gol en una jugada aislada, fruto de una mala salida de Alberto. Jaime, autor del gol, dejó mucho que desear en cuanto a sacrificio defensivo, y recibió dos amarillas injustas a la vez que evitables.

El Real Zaragoza con 10

Tras la expulsión de Jaime, Popovic dio entrada a Basha para buscar reagrupar líneas. El albanosuizo realizó una buena labor, cerrando huecos en el centro del campo e impidiendo moverse sin libertad a Portu y a Cidoncha. El Albacete puso toda la artillería sobre el césped, pero fue incapaz de superar el 4-4-1 del Real Zaragoza.

La zaga zaragocista se mostró bastante más contundente en los últimos minutos que en el resto del partido. Sin embargo, son necesarias las recuperaciones de hombres clave, que llegarán en la siguiente jornada, en la que se podrá ver mejor lo que busca Popovic. Otro partido para descubrir al técnico serbio.

Fuente de las imágenes: LFP