El Real Zaragoza se impuso al Girona en La Romareda con una remontada después de que se adelantaran los visitantes con un gol de Mata en la primera parte. En la segunda parte, Eldin y Borja Bastón de penalti le dieron la vuelta al marcador para el conjunto de Popovic.
El colegiado encargado de arbitrar este partido fue José María Sánchez Martínez del colegiado murciano. Bueno Grimal, ex árbitro de Primera División, analiza todas las jugadas polémicas y que dieron mucho que hablar ayer en La Romareda.
No fue un partido fácil de dirigir, sobre todo durante una primera parte cargada de jugadas polémicas. "Es un árbitro recto y al año que viene lo veremos en Primera División", afirma Bueno Grimal.
El gol del Girona llegó en una jugada en la que el Real Zaragoza mostró una gran debilidad defensiva. Para José Ignacio Bueno Grimal el asistente, Juan José Lopez Mir, acertó no anulando dicho gol porque el defensor zaragocista se quedó rezagado. Antes de acabar la primera parte, el Girona volvía a anotar un gol pero esta vez quedaba anulado por fuera de juego. Bueno Grimal considera que también estuvo acertado anulándolo.
Bigas fue amonestado durante la primera parte con una tarjeta amarilla clara por derribar a un contrario. Este terminó expulsado en la segunda parte después de recibir la segunda amarilla por arrollar a un jugador zaragocista. Bueno Grimal considera un acierto la expulsión ya que ambas tarjetas estaban justificadas, pero considera que Fernández debería haber sido amonestado también con tarjeta amarilla por reclamar ostensiblemente y con los brazos en alto, algo que no se debe hacer.
Durante la primera parte hubo dos jugadas polémicas que levantaron a los zaragocistas de sus asientos. Primero un posible penalti en el área rival que no fue pitado. José Ignacio asegura que "no se ve claramente". Pero sin duda una de las jugadas que más molestó a los zaragocistas fue una cesión que el colegiado no vio.
Con el empate a uno en el marcador, el colegiado murciano señala un penalti a favor del Real Zaragoza por mano de la defensa del Girona. Para Bueno Grimal no hay duda:
El reparto de tarjetas fue amplio: tres para los locales y siete para los visitantes.Además el entrenador del Girona también fue expulsado tras protestar una tarjeta que el colegiado mostró a Bigas en la primera parte.
"Hizo un buen arbitraje. No dudó a la hora de señalar las infracciones y mostró las tarjetas justas a pesar de la cantidad", señala el ex árbitro aragonés. Por ello obsequia al colegiado con un siete.