Estos años atrás no han sido especialmente buenos para el Real Zaragoza. Descensos, fichajes que no llegaban nunca, plantillas a medio hacer, cambios de entrenadores, incompetencia por parte de la directiva, problemas extradeportivos... Y el desencadenante de esos años fatídicos fue el descenso al final de la temporada 2012/2013 en La Romareda ante el Atlético de Madrid. Tras una campaña para olvidar, el equipo volvía al infierno de la Segunda División, el pozo en el que poco a poco fue hundiéndose más y más y del que, por mucho que la esperanza sea lo último que se pierda, no creían que podrían salir.

Foto: Fidel de la Fuente / VAVEL.

Tras un estreno nefasto en Segunda, los primeros meses de 2014 tampoco fueron coser y cantar para el equipo. No se sumaban puntos, la afición se encontraba desanimada y en las oficinas del club se empezaba a mascar la tragedia. Víctor Muñoz ocupó el lugar de Paco Herrera en el banquillo y consiguió al final de la temporada que el Real Zaragoza acabase en 14ª posición en vez de en Segunda B. El final de la temporada dio paso al verano; un verano muy largo e intenso en el que casi se asistió a la muerte del Real Zaragoza.

Sangre: la desaparición se acerca

Foto: realzaragoza.com

El 4 de junio, cuatro días antes del último partido de la temporada para el Real Zaragoza, Agapito Iglesias emitía un comunicado cuyo primer párrafo sacó miles de sonrisas a los zaragocistas y, esa esperanza casi marchita volvió a aparecer: “Zaragocistas: Sirvan estas líneas para anunciarles que tras ocho años de ostentar la mayoría accionarial del Real Zaragoza ha llegado el momento de decir adiós”. Ocho años de descontento de los aficionados que al fin terminaban y darían paso a una nueva etapa en la que un grupo de empresarios aportarían un capital de ocho millones de euros para sacar al Real Zaragoza de ese pozo de deudas en el que estaba sumido.

Dos días después, se presentaron en una rueda de prensa los nuevos accionistas mayoritarios en la Sala del Consejo de las oficinas del club con Luis Gamón de portavoz. “Hace unos meses, un grupo de empresarios y directivos aragoneses, amigos, preocupados por la difícil situación por la que estaba atravesando nuestro querido club y, ante las alarmas de una posible desaparición, decidimos elaborar un proyecto que culminase en la adquisición de las acciones del accionista mayoritario Agapito Iglesias, con el único y exclusivo fin de tratar de dar viabilidad y estabilidad a un Club que se merece estar por afición y por historia en la elite del fútbol español.”

Ese grupo estaba compuesto por Luis Gamón, Mariano Casasnovas, Javier Lasheras, James Edward Brumwell, Víctor Otal, Ignacio y Ángel Zorita, y Antonio Martínez. Afirmaban querer devolver al Real Zaragoza al lugar que le correspondía por historia y aseguraban tener avanzadas conversaciones con un grupo inversor. Era un proyecto diferente. Cualquier idea que no tuviese nada que ver con Agapito Iglesias era recibida con los brazos abiertos, y este grupo de empresarios no tuvo mala acogida, aunque también hubo aficionados que se mostraron en contra y con miedo desde el primer momento.

Foto: Heraldo de Aragón

Y comenzó el que ha sido conocido como “El culebrón del verano”. El 13 de junio se publica un comunicado en la página web del Real Zaragoza informando de que los accionistas mayoritarios “han alcanzado y suscrito un principio de acuerdo vinculante con un grupo inversor mexicano”. La noticia se recibe con cierto desconcierto, ya que los medios de comunicación se habían hecho eco de que también se había estado negociando con un grupo de inversores alemán.

Y de repente, en menos de una semana, se emiten cinco comunicados distintos en la página del Real Zaragoza haciendo que la situación se enrevese mucho más. Jamás el encargado de llevar la página había tenido tanto trabajo. El primero, del día 20, informaba de la desvinculación de Mariano Casasnovas del proyecto “como consecuencia de las continuadas agresiones sufridas por él y su entorno familiar más cercano, tanto verbales como escritas de carácter público”. Ese mismo día, se publicó también el segundo comunicado, éste dedicado a los medios de comunicación principalmente, en el que se aclaraba el objetivo de los accionistas, señalando que existe un documento de compromiso de compraventa con un grupo inversor mexicano que debemos y queremos respetar. Dicho acuerdo esta pendiente del resultado de las negociaciones con Hacienda” y que el resto de las propuestas de compraventa de acciones habían sido rechazadas.

En medio de toda esta vorágine de acontecimientos, la Agencia Tributaria embarga de manera preventiva por una deuda de 1,92 millones de euros los derechos federativos del Real Zaragoza que le dan derecho a participar en la Liga Española de Fútbol. Kadir Sheikh asoma la cabeza y las dudas asaltan a los accionistas mayoritarios. Era imposible procesar tanta información negativa.

Foto: Heraldo de Aragón.

El tercer comunicado se emitió el día 21, esta vez dedicado a Kadir Sheikh, en el que el Grupo de accionistas invita al empresario pakistaní a presentar una oferta en firme para entrar a formar parte del accionariado, aportando aval por un importe de 8.152.000 euros. Pocos días antes, Sheikh, respaldado por Fernando Sáinz y Javier Láinez, se presentó ante el zaragocismo con un cheque de 1’9 millones de euros para rescatar la licencia federativa del club aragonés, embargada por Hacienda, y con dos cartas de solvencia por valor de 30 millones de dólares, así como su DNI español y su pasaporte. De los mexicanos no había rastro, así que la opción de Kadir Sheikh se presentó como la mejor hasta la fecha. El empresario tuvo un gran apoyo por parte de la afición, aunque su propuesta acabaría siendo desechada como todas las demás.

Los otros dos comunicados se publicaron los días 30 de junio y 1 de julio. Los accionistas ya habían declarado a Sheikh como insolvente y el fiscal jefe provincial de Zaragoza, Alejandro Fernández, declaró que no había fe de veracidad alguna en los documentos presentados por Sheikh en la rueda de prensa ofrecida el 19 de junio, pero a pesar de eso, los accionistas mayoritarios se reunieron con él y con Nayim, Láinez, Sáinz y Genzor el 1 de julio a las 9:30 en la sede de Ibercaja. Tras la reunión, en la web del equipo maño se aclaraba que no se había firmado ningún tipo de acuerdo.

Cada vez era más difícil sacar algo en claro y el fin de la entidad se aproximaba a una velocidad de infarto. Nadie aportaba dinero; nadie aportaba soluciones. Hacienda no paraba de pinchar, de pedir más, y los zaragocistas se llevaban las manos a la cabeza. La escasa plantilla volvía al trabajo sin saber exactamente si podrían jugar la temporada que estaba por venir. La afición estaba harta y decidió mostrar su indignación en la calle.

Sudor: la afición sale a la calle

Foto: Somos Leyenda.

El 17 de julio fue el día clave del cambio de Real Zaragoza. A las 12:05 comenzaba en el Hotel Palafox la presentación del proyecto Fundación Zaragoza 2032. José Antonio Martín “Petón” fue el portavoz del grupo y explicó en qué consistía este proyecto. El primer paso era devolver las acciones a Agapito Iglesias y que éste las vendiese a la Fundación por el valor de un euro. El objetivo de la fundación era devolver la propiedad del club a los socios del Real Zaragoza. Se presentó como segunda opción si el grupo de inversión mexicano fallaba, y, finalmente, tuvo que llevarse a cabo.

Esa misma tarde, en la Plaza del Pilar se congregaron cerca de 15.000 zaragocistas, cansados, hartos de ser engañados una y otra vez con propuestas que nunca llegaban a ver la luz y asustados por la posibilidad de que su Real Zaragoza muriera. Juntos, hicieron que el sentimiento que les une se expandiese por toda la capital maña, paralizándola y recorriendo el camino que une la Plaza del Pilar con el estadio de La Romareda, aunando sus voces, pidiendo que el equipo de sus amores, con el que han crecido, que tantas alegrías y disgustos les ha dado, siguiera con vida.

Foto: losblanquillos.com

Tres eran las opciones que podían mantener al Real Zaragoza vivo: la primera, el grupo de inversores mexicanos; la segunda, la entrada de capital alemán; y por último, la Fundación Zaragoza 2032. Las negociaciones de Javier Lasheras con los mexicanos nunca llegaban a buen puerto, cosa que hizo que la Fundación Zaragoza 2032 se pusiese manos a la obra, ya que nada quedaba claro. A la vez que se negociaba con los mexicanos, se hacía lo mismo con un grupo alemán, lo que complicaba mucho más las cosas. El día 25 de julio se iba acercando y, si no se encontraba ninguna solución, el equipo sería excluido de la Liga Adelante. La Liga Profesional de Fútbol se decantó por la propuesta de Lapetra, Alierta y compañía alegando que el proyecto “representa para la Liga una salida responsable, solvente, sólida y acreditada para el futuro del Real Zaragoza”. Finalmente, Agapito Iglesias decide ceder el 72% de sus acciones a la Fundación y el 24 de julio la Fundación Zaragoza 2032 se hace con el control del Real Zaragoza.

Lágrimas: el león comienza a resurgir

El Real Zaragoza consiguió llegar a tiempo y salvarse del descenso administrativo. La afición al fin respiró, y en las oficinas del club empezaban a maquinarse los primeros proyectos de cara a la temporada que estaba por comenzar.

Después de la disolución del anterior Consejo de Administración, el mismo día 24 se compuso el nuevo órgano de gobierno con Christian Lapetra como presidente del Real Zaragoza, acompañado por Fernando Sáinz de Varanda Alierta, Fernando Rodrigo y Carlos Iribarren. Al día siguiente, la LPF recibió cerca de 6 millones de euros que servirían para comenzar a saldar la deuda del club y realizar los pagos más urgentes.

Tras la primera reunión del consejo, los proyectos iban saliendo a la luz. Negociar impagos, abonar las deudas a Hacienda... El Real Zaragoza comenzaba a caminar paso a paso, al igual que el verano iba terminando y la temporada 2014/2015 estaba a la vuelta de la esquina. La campaña de abonados se presentó el 1 de agosto y tuvo una gran acogida. Andrea Blas, Sho Hai, Teresa Perales, B-Vocal o Galletti fueron varias de las personalidades que se sumaron al “Sí, soy del Real Zaragoza” que, el 15 de octubre cuando acabó la campaña, había conseguido reunir a 19.283 zaragocistas que creían en el nuevo Real Zaragoza.

En lo deportivo, el equipo también iba creciendo. Pedro Sánchez, Vullnet Basha, Carlos Diogo, Leandro Cabrera, Rubén González, Iñigo Ruiz de Galarreta, Mario Álvarez, Jaime Romero… Todos ellos fueron muchos de los nuevos fichajes del nuevo Real Zaragoza que tiene como objetivo el ascenso a Primera.

La temporada comenzó y el Real Zaragoza fue demostrando su cambio. Buenos resultados, puestos altos en la tabla clasificatoria, esperanza, mucho trabajo por parte del equipo… Todo eso es lo que define al Real Zaragoza actual. Bien es cierto que hace falta trabajar mucho para lograr el ascenso, pero la meta está cerca y en el equipo todos aportan su granito de arena para que así sea.

2014 ha sido un año de infarto para el club maño. Actualmente, la entidad sigue negociando con Hacienda y peleando, haciendo malabares para que este proyecto que comenzó en verano, en el que se han dejado sangre, sudor y lágrimas, siga en pie, porque el Real Zaragoza es un equipo histórico y, pase lo que pase, siempre habrá alguien que de su brazo a torcer para que este club vuelva al sitio que merece: lo más alto del fútbol español.