No fue solo un simple cambio de entrenador por entrenador, no fue un simple cambio de nombre por nombre, el cambio que supuso la destitución de Víctor Muñoz por Ranko Popovic fue mucho más allá. Las ideas con las que había jugado el Real Zaragoza, los planteamientos, el papel de muchos jugadores. ¿Cuáles han sido las principales transformaciones a nivel táctico? ¿Qué se aprecia diferente sobre el terreno de juego?

Los planteamientos

De Víctor Muñoz a Ranko Popovic, la diferencia la podemos observar desde los planteamientos. Son dos entrenadores que piensan distinto y que, por tanto, proponen cosas distintas.

Víctor Muñoz:

Líneas algo separadas y bloque bajo en el 4-4-2 con el que se inició Muñoz y que terminó siendo un 4-4-1-1 o un 4-2-3-1, tras retrasar a Willian José a la mediapunta para intentar cerrar huecos entre las líneas. Cabrera se afianzó en el lateral zurdo y Mario se hizo fundamental con su capacidad para anticiparse.

Arriba los movimientos de Eldin hacia dentro y las diagonales de Willian José se combinaban a la perfección, mientras en la otra banda Álamo buscaba dar profundidad, con Borja Bastón estático buscando siempre el remate.

Ranko Popovic:

Claro 4-2-3-1 como planteamiento de inicio. Dos laterales con tendencia a prodigarse en ataque como Rico y Fernández y dos puestos en el centro de la zaga condicionados por las bajas.

Los ‘peloteros’ tienen su oportunidad, Eldin, Galarreta, Dorca y un recuperado Pedro ganan en importancia a nivel ofensiva. Son prácticamente indiscutibles y su rol, en cuanto a lo que les pide el entrenador se refiere, cambia respecto al anterior técnico.

Presión en campo contrario

La agresividad a la hora de realizar la presión cuando el rival inicia la jugada con balón desde atrás ha sido otra de las variantes de Popovic. Ahora la presión es más adelantada y se produce de forma más conjunta entre las líneas, a riesgo de dejar más huecos atrás pero con el aliciente de que lo que necesita el serbio para su idea de juego es el balón.

Con Víctor Muñoz la presión en campo contrario corría a cargo de Borja Bastón y Willian José. A excepción de cuando el balón iba de adelante hacia atrás, solo uno de los delanteros presionaba, con lo que se trataba de una presión pasiva, se invitaba al contrario a superar esa primera línea de presión porque era a partir de ahí cuando el Real Zaragoza aumentaba la intensidad con los hombres de segunda línea, para robar el balón con espacio por delante.

Con Popovic la presión se produce de forma más agresiva desde la primera línea de presión. No se necesitan espacios por delante por que se prima tener el balón para construir a partir de él, aunque evidentemente la presión tan adelantada produce situaciones de ventaja con espacios cuando se produce el robo adelantado con superioridad, momento en el cual el Real Zaragoza se lanza hacia portería.

Posicionamiento en fase defensiva

Una vez el rival ha conseguido superar las primeras líneas de presión y ha conseguido asentarse en el campo defendido por los zaragocistas, el Real Zaragoza ha cambiado el esquema en el cual se posiciona.

Con Víctor Muñoz el 4-4-1-1 era la tónica habitual, con Willian José por detrás del punta buscando evitar la inferioridad blanquilla en el centro del campo, que se producía de todas formas y que resultaba ser una de las debilidades del Real Zaragoza.

Con Ranko Popovic el mediapunta, que acostumbra a ser Eldin, se coloca a la misma altura que Borja Bastón, aunque es el encargado de retrasarse si un pivote rival viene a recibir el balón. Por tanto el esquema cambia a un 4-4-2.

Algo que pudimos ver en ciertos partidos con Víctor, buscando un bloque compacto como ante el Alcorcón, se produce también con Popovic, con la diferencia de que en el caso del aragonés era un bloque a baja altura y en el del serbio se coloca a más altura, con la intención de obligar a acelerar las decisiones del equipo rival.

Salida de balón

Probablemente es uno de los cambios más evidentes. El equipo ha cambiado totalmente su forma de sacar el balón jugado desde atrás para iniciar jugada.

Con Víctor Muñoz la preferencia en esta zona era hacer llegar el balón cuanto antes a la línea de mediapuntas y a los delanteros. Dorca y Galarreta tenían poco que hacer en esta fase, ofreciendo apoyo constante pero obligados a distribuir siempre de forma demasiado vertical, primando la rapidez de las transiciones. El problema es que especialmente cuando no estuvo Galarreta el equipo busco con el mediocentro sustituto (Lolo) aprovecharse de la segunda jugada tras balones en largo. La falta de ideas con balón era la tónica habitual en la salida de balón.

Con Popovic el equipo inicia jugada desde atrás con una salida lavolpiana, aunque en el caso del Real Zaragoza los centrales no se abren tanto. Esto viene dado porque tienen peor salida de balón que Dorca, que es el pivote que se coloca entre centrales y que asume gran parte de la responsabilidad, lo cual puede convertirse en un problema. La otra razón es que ninguno de los tres es rápido, y dejar demasiado espacio puede ser letal cuando se produce una pérdida.

A partir de ahí el equipo busca ganar las posiciones ofensivas. Galarreta, situado a menudo en diagonal respecto a Dorca, es la principal salida. Ganan importancia los laterales, que se sitúan a mayor altura, así como los movimientos de los tres mediapuntas, especialmente de Pedro y Eldin. Incluso Borja Bastón ha ganado movilidad para favorecerlos movimientos de sus compañeros. Una forma más elaborada, que parte del posicionamiento y los movimientos y que es menos vertical, pero más segura por el tipo de futbolistas que tiene el Real Zaragoza.

El papel de los laterales

Es el puesto que más se ha transformado con la llegada de Ranko. Los laterales, tanto por la derecha con Fernández como por la izquierda con Rico, han ganado en importancia e influencia en el juego del equipo.

Con Víctor la principal función de los laterales era defender, mantener la descompensación que se producía al atacar con tantos hombres de forma tan vertical. Por ello no extraña que el extécnico zaragocista prefiriera a Cabrera como lateral zurdo en lugar de Rico. Con el uruguayo el Real Zaragoza no solo ganaba un mejor defensor para el carril izquierdo sino un baluarte en el juego aéreo para los centros laterales que se producían desde la izquierda.

El problema llegaba a la hora de atacar. Eldin, que actuaba como mediapunta por esa banda, siempre actuaba con tendencia de moverse hacia el centro, por los espacios que dejaba Willian y por la necesidad de tener contacto con balón. Aparecer sin estar para sorprender y conducir las ofensivas zaragocistas. Los pasillos laterales que dejaba el bosnio quedaban sin ocupar, perdiendo así un espacio y ganando previsibilidad.

Por otro lado, lo cierto es que el equipo ganaba una variante ofensiva gracias a la fuerza de Cabrera en los saques de banda. Uno de los centrales (Rubén) subía al remate y cada saque de banda por la izquierda se transformaba en una jugada de peligro para el Real Zaragoza.

Con Popovic los laterales tienen importancia desde la salida de balón. Buscan ganar posiciones ofensivas colocándose a mucha altura, siempre con amplitud para hacer que el equipo gane espacio por dentro.

Con tantos jugadores por dentro, cuando el balón va hacia el lateral el equipo bascula hacia la zona de balón. Los laterales ahora tienen muchos más apoyos, se gana en variantes y se obliga al equipo rival a concentrar sus efectivos en esa zona.

El resultado es un gran espacio en forma de pasillo lateral en la banda contraria. El equipo decide cuando tocar de cara y cambiar el juego a la otra banda, provocando el desequilibrio del rival.

Estrategia principal

El cambio principal se ha producido desde la mentalidad. No es que Víctor Muñoz restringiera en exceso a sus jugadores, sino que los contenía para soltarlos en un momento fundamental. Víctor Muñoz dejaba al rival salir en un inicio, superar la primera línea de presión y obligarle a salir para crear un espacio a su espalda. Cuando el rival llegaba al centro del campo, era el momento de apretar, de morder con todos los jugadores de ataque para robar y lanzar las contras. Si el robo se producía en la línea de los mediapuntas, Eldin y sus movimientos interiores eran los encargados de conducir, apoyándose en el gran juego de espaldas de Willian José. Si el robo se producía más atrás, era Dorca el que actuaba como lanzador gracias a su buen desplazamiento en largo. Imprescindible que la cantidad de hombres que se suman al ataque sea la mayor posible, normalmente los cuatro hombres de ataque (Eldin, Willian, Borja, Álamo).

Dentro de este esquema era imprescindible un jugador con el que Popovic todavía no ha podido contar. Mario, pese a partir como central, se volvió fundamental en el juego ofensivo de Víctor Muñoz gracias a su habilidad para anticiparse al rival. A menudo era él el que robaba e iniciaba el contraataque. Sin embargo, la valentía de Mario escondía un peligro a su espalda, que jugadores de calidad superior como Kadir fueron capaces de aprovechar.

El gran problema llegaba cuando no se culminaban los contraataques. El equipo, al perder el balón en transición ofensiva rápida, quedaba desorganizado totalmente, con el centro del campo vendido. Dorca y Galarreta tenían mucho campo que abarcar y durante los partidos con Víctor Muñoz la sangría de tarjetas para ambos no cesó.

Popovic parte de otra premisa. Las transiciones de balón rápidas y excesivamente verticales han dado paso a las triangulaciones y a los movimientos, a superar las líneas de presión rival sin excesiva prisa, asegurándose mantener el cuero. Con Dorca actuando entre centrales, Pedro y Eldin bajan a dar apoyo a Ruiz de Galarreta para combinar y a triangular, apoyados a su vez por dos laterales más productivos en ataque.

Ganar hombres por dentro sin perder las bandas gracias a la altura de los laterales. Incluso Álamo ha conseguido ser productivo por dentro con movimientos con sentido. Las opciones se reducen, sin embargo, para un jugador con las características de Willian José.

Más allá de un delantero rematador.

Incluso Borja Bastón ha visto cambiado su rol con la llegada de Popovic, sigue siendo el encargado de finalizar las jugadas, pero es evidente que ahora debe ser algo más que un rematador.

Con Víctor Muñoz era Willian José el encargado de moverse a las bandas o de bajar a recibir. Borja Bastón se aprovechaba de los espacios y los balones con los que le surtía el brasileño y Eldin.

Ahora Borja Bastón, que por otro lado ha bajado su ratio goleador y su acierto de cara a puerta, ve como debe moverse para producir espacios para los hombres de la segunda línea, del mismo modo que puede crear superioridades cuando se desplaza hacia un lateral.

Tabla comparativa

El Zaragoza de Muñoz

El Zaragoza de Popovic

Planteamiento

4-4-2 a 4-2-3-1 (o 4-4-1-1)

4-2-3-1
Presión Presión pasiva en 1ª línea de presión. Intensidad aumenta al superarla. Presión intensa. Conjunta. Buscando precipitación del rival.
Posicionamiento defensivo

4-4-1-1. Bloque a baja altura.

4-4-2 Bloque compacto a mayor altura.
Salida de balón Hacer llegar el balón cuanto antes a zona mediapuntas/delantero. Balón en largo. Precipitación.

Dorca entre centrales. Laterales largos y con amplitud. Galarreta de apoyo y movimientos interiores de Eldin, Pedro, Jaime.

El papel de los laterales Cabrera > Rico. Laterales defensivos. Se gana en el juego aéreo y en los saques de banda. Se pierde potencial ofensivo y variantes. Importantísimos en ataque. Situados a mucha altura, aprovechar movimientos interiores de extremos, buscar profundidad. En defensa Fernández encargado de cubrir espaldas.
Estrategia principal Robar con espacios por delante y lanzarse con muchos hombres buscando porterías. Importantísimos Mario, Willian y Eldin. Superar líneas a base de movimientos y pases. Elaborar a partir del balón. Cuando no se tiene el equipo sufre mucho.
El papel del delantero Rematador. Llegar al área dispuesto a finalizar las contras. Más móvil. Cae a bandas o se ofrece por dentro. En los últimos partidos menos movimiento. Crea espacios.

Los pros y los contras del cambio

Pros Contras
Jugadores aptos para elaborar un fútbol con balón. Equipo más débil sin balón cuando debe defender en estático.
Más llegadas a portería, presión muy intensa. Las bajas en defensa evitan ver el potencial del equipo.
Se ganan variantes ofensivas gracias a los laterales. Cuando Eldin no aparece el espacio entre mediocentros y mediapuntas es excesivo y faltan ideas para superar líneas.
Jugadores como Galarreta, Fernández o Pedro ganan importancia. Mucho desgaste físico con constantes movimientos.
Mucha influencia de Dorca en salida de balón. Jugadores como Willian José pierden protagonismo.
Los jugadores disfrutan más del fútbol, no tan obligados a hacer esfuerzos en defensa y si más en movimientos ofensivos. Sin la opción de los saques de banda colgados al àrea.

Fuente de las imágenes: La Sexta; LFP y Esport 3

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