Nacho Lafita Castillo (Zaragoza, 23 de abril de 1988) regresó el pasado verano entidad aragonesa, tras su paso por varios equipos de Aragón y País Vasco, para entrenar con el filial zaragocista. Finalmente, terminó por quedarse en la que siempre ha sido su casa, y pasó a formar parte de una renovada y joven plantilla, en la que él destaca por sus años de experiencia en el mundo del fútbol.

Al extremo no le costó nada volver al Real Zaragoza, pese a que tenía otras ofertas de Segunda B, ya que suponía volver a estar cerca de la familia y los amigos que había ido dejando atrás tras su marcha a diferentes equipos. Además, volvió con la ilusión de seguir creciendo y formarse como futbolista, de manera que pueda engancharse casi por última vez a las oportunidades que siempre otorga estar en un filial.

El Real Zaragoza B afronta la segunda vuelta con mentalidad positiva, siendo consciente de que el objetivo de la permanencia no va a ser fácil de lograr, pero sí con firmeza y fe en sus posibilidades, ya que el equipo ha mejorado considerablemente durante las últimas fechas, pese a que eso no se ha visto reflejado enlos resultados.

Comienzos y trayectoria

Pregunta: ¿Cómo empieza Nacho Lafita a jugar al fútbol?

Respuesta: Empiezo en el colegio, como casi todos. Iba a Corazonistas y empiezo allí a jugar a fútbol sala. Al año siguiente, mi abuelo creó en la Ciudad Deportiva un equipo también de fútbol sala, y a partir de ahí empieza mi trayectoria.

"Desde el principio, mi padre me inculcó los valores del zaragocismo, también con el tema de tener a mí hermano como ejemplo"

P: ¿De que manera recuerda sus años en las categorías inferiores del Real Zaragoza?

R: Como canterano, mi padre fue el primer entrenador que tuve, y ya desde el principio me inculcó los valores del zaragocismo, también con el tema de tener a mí hermano como ejemplo, y la verdad que lo recuerdo como años de formación muy buenos, en los que además hice muy buenos amigos y me ayudaron a aprender mucho.

P: ¿Qué motivos provocan su marcha a la SD Huesca?

R: Salgo del Amistad jugando en División de Honor Juvenil allí durante dos años. En la SD Huesca estaba Manolo Villanova de entrenador, y la verdad que es un cambio muy grande pasar a jugar en Segunda División B, pero se aprende mucho, porque hay muchos futbolistas veteranos que te apoyan desde el primer momento. Fue un año difícil porque no jugué demasiado, pero la verdad que a nivel de ayudarme y empezar a entender el fútbol de manera más profesional, me ayudó mucho.

P: Después regresa al Real Zaragoza, para militar dos años en Tercera División. ¿Qué le aportó esa etapa?

R: El Real Zaragoza siempre lo ha sido todo tanto para mí como para mi familia, y llegar al filial es muy importante. Algunos pensaban que era dar un paso atrás por el tema de bajar una categoría, pero yo creo que no fue así. De los dos años, el primero fue muy bueno para mí, porque de hecho estuve entre el primer equipo y el filial, y me ayudó bastante. Al año siguiente, se complicó un poco la cosa, y no tengo buenos recuerdos.

P: Vuelve a marcharse de su casa, esta vez para probar suerte en otro lugar. ¿Fue fácil tomar la decisión de salir? ¿En algún momento pensó que suponía dar un paso atrás?

R: Me apetecía cambiar un poco de aires. Sabía lo que era el fútbol en Aragón, tampoco había tenido muchas oportunidades, e intenté buscar la mejoría en otro lado. Probé en Chipre, pero no cuajó la cosa, y decidí irme al País Vasco para cambiar de lugares y ver otra manera de entender el fútbol. Cuando no te dan las oportunidades que crees que tienes que tener en un sitio o que las cosas no van bien, lo mejor es cambiar. Me salió la oportunidad y lógicamente no me lo pensé.

P: Después de estar en la SD Ejea y el Cuarte Industrial, en Aragón, ¿cómo se produce su fichaje por la SD Leioa?

R: Me llamó el entrenador de allí, David Movilla, que yo no lo conocía, y me dijo que me había visto un par de partidos y que estaba interesado en que fichara allí. La verdad que era un buen proyecto, se hizo un buen equipo, y aunque de Tercera vasca yo no conocía nada, fue un buen año porque además de que jugué bastante, era el primer año que el equipo entraba en playoff de ascenso y guardo muy buen recuerdo.

P: Al final, un año después se marcha de nuevo a otro equipo del País Vasco, el Arenas Club, donde cuaja una gran temporada y están a un paso de ascender, pero finalmente no renueva. ¿Qué sucedió?

R: Ese año también fue muy bien. Tan solo nos quedamos a un gol de ascender a Segunda B, y el tema económico fue por lo que no renové. Luego me vino la oportunidad de volver aquí, a mi casa, además en Segunda B, una categoría más, y era muy buena oportunidad.

Vuelta a casa

P: Y surge la oportunidad de entrenar con el filial del Real Zaragoza, tras quedarse libre. ¿Siempre fue su decisión la de formar parte del equipo? ¿Qué importancia tuvo Emilio Larraz en su definitivo fichaje?

R: Tuve ofertas de otros equipos de Segunda B, pero aquí me quedaba en casa, y el tema económico no es un problema. Una categoría más y vuelta a esa última oportunidad, ya por mi edad, de poder enganchar con el fútbol profesional. Desde el primer día, Emilio Larraz me acogió muy bien y me hizo ver que podía ser un jugador importante en el equipo.

"Estar en el filial de nuevo, supone la vuelta a esa última oportunidad, ya por mi edad, de poder enganchar con el fútbol profesional"

P: ¿Qué opina sobre la norma impuesta al club, sobre que los futbolistas fichados el pasado verano no puedan subir al primer equipo? ¿Cómo la recibió?

R: Para los que veníamos nuevos es una faena, porque no podemos contar para el primer equipo, a no ser que se nos haga ficha o pase un año, pero no te quita la ilusión. Si haces un buen año, deberían darte una oportunidad en el futuro. Yo estoy centrado en el filial, en salvar al equipo y todo lo que venga a partir de ahí, será un premio.

Transcurrir de la temporada

P: Tuvieron un buen comienzo ganando los dos primeros partidos en casa, pese a no sumar fuera, consiguiendo seis puntos de nueve posibles ante rivales fuertes. Sin embargo, septiembre se les atragantó. ¿Qué explicación puede darle?

R: Yo creo que el problema fueron los nervios del principio, al tener una plantilla muy joven que no tiene mucha experiencia en esta categoría. Pero los filiales siempre son equipos que van a ganar, los jugadores somos muy impulsivos y no contemporizamos bien. Pienso que es un poco consecuencia de la inexperiencia del equipo en general, porque aunque empiezas con ganas y bien, tienes que amoldarte a la categoría y dejar que pasen unos cuantos partidos para mejorar.

P: En lo personal, cuando empezaba a contar como titular y estaba cuajando buenos partidos, llega una lesión que le hace parar casi un mes. ¿Qué supone parar de golpe en un momento así?

R: Es complicado. Estaba jugando bien y teniendo un papel importante, pero las lesiones vienen cuando vienen, y ya hacía mucho tiempo que no me rompía. Llegó de esta manera y tuve que parar cuatro semanas. Pese a ello, seguí contando con el entrenador al volver y, a partir de ahí, intentar coger minutos para estar al máximo otra vez.

P: En plena vorágine de malos resultados, se produce la destitución de Emilio Larraz. ¿Se la esperaban? ¿Qué supuso el cambio?

R: No nos lo esperábamos ninguno. Estábamos un día preparándonos para salir a entrenar, como siempre, vino y dijo que lo habían cesado por motivos personales. Nos quedamos todos un poco en shock, porque Emilio había confeccionado una buena plantilla, nos conocía a todos y cada uno teníamos un rol para él. No sabíamos que iba a pasar y fue un golpe duro para la plantilla, porque todos estábamos con él, pero por suerte ya estaba César Láinez, que también nos conocía a todos, y poco a poco, hemos ido mejorando.

P: César Láinez tomó las riendas, dejando el puesto de segundo entrenador. ¿Qué podría destacar de él como entrenador?

R: Me ha sorprendido gratamente, porque se ha implicado mucho desde el primer día que llegó. Siempre está preguntando, hablando, corrigiendo, con entrenamientos con mucha intensidad, y la verdad que en eso no tiene mucho que ver con Emilio, pero cada uno a su manera han ido ayudando y poniendo todo de su parte.

"César Láinez se ha implicado mucho desde el primer día. Siempre pregunta, habla, corrige y nos pide mucha intensidad"

P: Después de este gran cambio, usted vuelve de la lesión justo cuando el equipo empieza a mostrar mejoría con tres empates en cinco partidos, algunos ante rivales complicado. ¿Cuál fue el cambió?

R: Llegó un punto en el que el equipo ya le había pillado el ritmo a la categoría con el paso de los partidos, y eso fue un poco lo que nos hizo mejorar. Cada vez estamos mejor y competimos más, lo único que seguimos puntuando poco, pero el equipo lo está haciendo bien y los resultados también llegarán.

P: ¿Afecta verse en la última posición desde hace semanas? ¿Cómo se trabaja el factor psicológico tras derrotas o empates por errores puntuales cuando el equipo ha merecido más?

R: Sí, porque una vez que entras en la dinámica de estar abajo y no ganas prácticamente ningún punto, por mala suerte o por lo que sea, y siguen pasando los partidos, lógicamente te merma. Aún así, yo veo un equipo que se sacrifica, que no baja los brazos, que está muy unido, y sinceramente creo que lo vamos a sacar adelante.

P: ¿Considera que el parón invernal llegó en mal momento?

R: El parón no nos vino muy bien por el hecho de que, además, el último partido antes de éste creo que fue el mejor de la temporada. Pusimos contra las cuerdas al Hércules, pero otra vez volvimos a tener mala suerte metiéndonos el gol en propia. El equipo estaba carburando bien, pero llegó el parón y no nos queda otra que seguir en esa línea.

P: ¿Cómo afrontan la segunda vuelta? ¿Cree que hay equipo para conseguir el objetivo de la permanencia?

R: Yo creo que sí hay equipo para mantenerse, porque nos hemos amoldado en una primera vuelta entera a la categoría y, a partir de ahora, sabiendo cómo van los tiros para quedarse en Segunda B, no creo que haya problema.

P: ¿Consideran que es indispensable hacer de la Ciudad Deportiva un fortín?

R: En casa deberíamos de intentar puntuar en todos los partidos, aunque también el equipo cuando sale fuera le echa ganas y hemos sacado puntos importantes. Pero sí que es necesario mejorar en casa, aunque la línea general que hemos seguido no es mala.

P: ¿Cuáles son, para usted, los rivales más fuertes de la categoría?

R: Por los partidos que he visto, creo que equipos como el Nàstic, Hércules, Lleida, Alcoyano... Equipos que ya conocen esta categoría y que saben lo que es estar arriba para pelear por el ascenso hasta el final.

P: A veces, se ha visto reflejado que lo que sirve para puntuar en algunos partidos acaba por no servir para llevarse algo positivo en otros...

R: Recuerdo dos partidos, que son Nàstic y Hospitalet, que nos empataron los dos, uno en el 92 y otro en el 96, y la verdad que te quedas con cara de tonto después de estar 90 minutos currándote el partido y trabajando todos juntos. Llega la desmotivación, pero son cosas que pasan. También contra el Badalona marcamos al final nosotros y ganamos. El fútbol te da y te quita, y aunque deberíamos tener algunos puntos más, las cosas se han dado así, y debemos seguir aprendiendo para que los últimos minutos, en vez de que nos quiten, nos den.

P: ¿Afecta tener que buscar alternativas a su estilo de juego?

R: No lo veo como un factor negativo. Sí que es cierto que los filiales intentamos siempre jugar desde atrás con más toque y más combinación, y lógicamente los equipos veteranos saben cuándo tienen que jugar, cuando deben ir más fuerte o cuando no... y ese factor nos puede faltar, pero no podemos renunciar a nuestro estilo. No nos está yendo muy bien, por la mala suerte de cara a gol, pero creo que es acertado jugar así, porque los futbolistas que tenemos son para hacer este estilo de juego.

"Veo un equipo con gente que viene con muchas ganas, aportando trabajo, sacrificio y calidad"

P: Pese a que usted ha contado con la confianza de ambos técnicos, ¿cómo ve la competencia en el Real Zaragoza B? ¿Cuesta tener minutos?

R: Veo un equipo que individualmente tiene muy buenos jugadores, y que además son gente que viene con muchas ganas, aportando trabajo, sacrificio y calidad. Igual es verdad que como equipo no hemos llegado aún al punto álgido, pero hay buenos jugadores. Todos entrenamos para ser titulares, y aunque algunos juguemos más que otros, la gente no decae, y es bueno que exista esa comptencia interna.

Plano personal

P: ¿Un ídolo dentro del mundo del fútbol?

R: Yo tengo a mi hermano Ángel Lafita como referente (ríe); pero de pequeño siempre me fijaba en Luis Figo, porque yo siempre jugaba en su posición, y la verdad que me llamaba la atención su forma de jugar.

P: ¿Alguna anécdota que recuerde en sus años como futbolista?

R: De las primeras veces que subí al primer equipo, que estaba mi hermano. No me lo creía, porque él llevaba ya cuatro o cinco años jugando en Primera División, y era la primera vez que entrenaba con él, y la verdad que me trataba un poco como a niño pequeño y me vacilaba (ríe). Pero ese año lo recuerdo muy bien, sobre todo por vivirlo con mi hermano.

Puedes leer aquí, los 20 chuts de Nacho Lafita.