Ocho goles en los primeros siete partidos de Liga. El inicio de Sergio Araujo como jugador del U.D. Las Palmas no pudo ser mejor. Desde entonces solo ha anotado tres goles más en la siguientes once jornadas, dos de ellos en un doblete al Recreativo de Huelva. Ha perdido protagonismo como goleador, pero sigue estando en la lucha por el pichichi, ahora Paco Herrera le pide que aporte más cosas al margen de los goles.

Trayectoria

Siempre fue una promesa en su juventud. Deseado por los grandes, Boca Juniors se frotaba las manos con el jugador que tenía en sus categorías inferiores y que podía darles una suculenta cantidad de dinero. Sin embargo, su potencial se fue apagando con su primer paso por Europa. Llegó cedido al Barcelona en verano de 2012, era una cesión de dos años en la que el club azulgrana esperaba ver si el 'chino' Araujo valía realmente o no para poder jugar en su equipo.

Apenas estuvo un año en el filial del Barcelona, en el que no fue titular pese a jugar 34 partidos (solo 15 de titular). Anotó siete goles, pero el F.C. Barcelona le comunicó a final de temporada que no contaba con él y que regresaría a Boca. La temporada siguiente el equipo donde creció decidió cederlo a Tigre. Araujo empezó de titular y jugando bastantes minutos, pero cuando fue relegado al banquillo su mentalidad cambió a peor, perdiendo mucho terreno en el equipo y sin capacidad para luchar por un puesto pese a tener condiciones. 

Este verano llegó cedido al Las Palmas y, al fin, encontró su sitio. Su rendimiento excelso en las primeras jornadas llamó la atención de todo el mundo. Sin embargo una sequía goleadora le trajo cierta obsesión al argentino. Su idilio con la afición de Las Palmas, sin embargo, se mantiene fuerte y su capacidad para decidir partidos está muy presente.

Velocidad, desequilibrio... y gol

Araujo siempre fue un jugador capaz de definir partidos. Jugando como delantero centro, fue referencia en las categorías inferiores de Boca, aunque lo hemos visto en ocasiones jugando como mediapunta por detrás de un referente o incluso tirado a la banda derecha. No se trata de un excelso goleador, al menos no hasta llegar a España por segunda vez. 

En Las Palmas ha explotado al máximo su técnica de disparo, su capacidad para ir al espacio y su velocidad. Con el gol entre ceja y ceja, Araujo afronta cada partido sabiendo que su aportación al equipo es importantísima. Su velocidad le permite realizar desmarques que sorprenden a los defensas. Difícil de parar en carrera. Técnicamente es un muy buen jugador, capaz de desbordar con cierta facilidad y con muchos recursos en el disparo.

Sin embargo Paco Herrera le pide más al juego del argentino. Por su carácter, es un jugador que debe ser tratado con un cariño especial, y así lo hace el extécnico del Real Zaragoza. Debe asociarse más con sus compañeros, especialmente en la línea de tres cuartos de campo, donde al equipo canario le falta algo de continuidad. La llegada de Jonathan Viera puede ser un gran aliciente para que Araujo siga creciendo. La pareja que formarán entre ambos y como congenien será determinante para ver las verdaderas opciones del Las Palmas al ascenso directo.