Los últimos partidos del Real Zaragoza, desde la llegada de Ranko Popovic, han hecho que los puestos de ascenso de la Liga Adelante le abra las puertas al conjunto blanquillo. Aunque aún no están dentro de los puestos que garantizan ese playoff, el Real Zaragoza sólo está a un punto de la Ponferradina, equipo que marca la última posición de esa fase de ascenso.

Víctor Muñoz se quedaba como entrenador del Real Zaragoza. Buena plantilla confeccionada por el equipo directivo, tras salvar al club de la desaparición. A pocos días del cierre del mercado, supieron fichar a buenos jugadores de los que la gente esperaba buenos resultados. Aunque a esta altura de la temporada, recién comenzada la segunda vuelta, muchos jugadores no están satisfaciendo demasiado a la afición zaragocista.

El balance hasta la destitución de Víctor Muñoz fue de 20 puntos de 42 posibles (cinco victorias, cinco empates y cuatro derrotas), dejando al equipo en octava posición a un punto del playoff y a nueve del ascenso directo, que marcaba el Girona. Pero una dinámica negativa para el equipo dirigido por Víctor Muñoz, de cuatro puntos de quince posibles, junto a las palabras en la sala de prensa de Los Pajarito, hizo que la directiva destituyese al entrenador.

Era el momento de la llegada de Ranko Popovic. Un entrenador no conocido para la afición, que llegó a causar alguna duda, pero se vieron disipadas en el momento en el que echó a rodar el balón en La Romareda ante la Ponferradina. Victoria con goleada incluida y rompiendo maldiciones: "Entrenador nuevo, victoria segura".

Los siguientes partidos no fueron del todo malos: dos empates y una victoria contra Albacete, Mirandés y Girona, respectivamente. Estos resultados dejaban al conjunto blanquillo a un punto de los puestos de ascenso (en séptima posición) y a ocho del ascenso directo. Este ascenso directo parecía alejarse, pero esta crisis de pocas victorias seguía en el conjunto maño. El Zaragoza necesitaba ganar para seguir enganchado arriba, pero llegaban dos fuertes de la competición y en la lucha del ascenso: el Valladolid y Las Palmas. Dos derrotas en las que el equipo parecía no levantar cabeza.

Pero la situación cambió. El equipo dirigido por Popovic, seguía siendo consciente de la importancia de ascender, objetivo del club y de la plantilla; aunque muchos integrantes de la plantilla confirmaban que la Liga era muy larga y se debe ir poco a poco.

No desengancharse de 'los de arriba'

Ante el Leganés, de nuevo se necesitaba ganar para no desengancharse del todo del playoff. Pero, el Real Zaragoza daba un golpe de autoridad encima de la mesa y ganaba el partido ante el Leganés y el siguiente ante el Recreativo de Huelva. Estas dos victorias les situaban a un punto de la fase de ascenso y en séptima posición, ya que los equipos de arriba seguían cosechando puntos. Seis puntos importantes para estar ahí presentes entre los grandes de la Segunda División, consiguiendo además la portería a cero, que puede aumentar la motivación del equipo, y desplegando un buen juego.

La llegada de Ranko Popovic ha sido positiva para el conjunto aragonés que parecía necesitar un cambio en el banquillo. Catorce puntos de 24 (cuatro victorias, dos empates y dos derrotas), le han servido al equipo para que el nombre del Real Zaragoza siga estando ahí. Además, conforme van pasando los partidos el entrenador serbio parece no disgustar a la afición maña. 

Afición que ha llorado, sufrido y emocionado por este Real Zaragoza. Y que ahora ve que su equipo del alma está luchando por jugar entre los mejores de España, por jugar en la Primera División. Para ello, el equipo tiene que seguir demostrando el juego de los últimos partidos y ganar más de la mitad de los partidos. Hacer una muy buena segunda vuelta, y poder hablar al final del Play-Off, y quién sabe si del ascenso. Lo primero que deberá hacer el equipo blanquillo será ganar el derbi del domingo.