Osasuna y Real Zaragoza tuvieron que suspender el partido entre ambos el pasado fin de semana por culpa del temporal. La nieve imposibilitaba, según el club navarro, la circulación de balón y, por tanto, disputar el encuentro. Suspendido el partido, el conjunto aragonés puso rumbo a Zaragoza donde se entrenó para la siguiente jornada ante el Barça B. 

Se han barajado muchas fechas en los últimos días, pero la que más satisfacía al club navarro era el 10 de febrero. Finalmente, así será después  de rechazar la propuesta zaragocista. El Real Zaragoza proponía el mes de marzo, pero no ha cuajado y finalmente será el martes 10 de febrero. 

Esta decisión perjudica al conjunto de Popovic porque supone tres salidas consecutivas fuera de casa.