El Real Zaragoza tiene una prueba de fuego durante este mes en el que el equipo aragonés después de disputar tres jornadas seguidas en casa, tendrá que salir tres partidos seguidos fuera. El primer asalto se dará el martes diez ante Osasuna en El Sadar. Ranko Popovic ha atendido a los medios tras el último entrenamiento del equipo antes del partido.

El técnico blanquillo cuenta con la baja de Jaime después de recaer de su lesión, algo que ha lamentado en rueda de prensa: "Afecta mucho perder un jugador de la calidad de Jaime, teniendo en cuenta la plantilla tan corta que tenemos". Diego Rico recibió la quinta amarilla ante el FC Barcelona B en La Romareda, debería estar sancionado, pero todavía no ha habido confirmación y está en el aire si podrá o no jugar mañana. En el caso de que no pudiera jugar, Popovic tiene claro que Mario entraría en el once. Otro de los jugadores que se encuentran con molestias es Javi Álamo. El canario tiene dolor en el talón, pero no hay nada roto por lo que esperarán la evolución de este para el partido.

"Podemos demostrar que, en esas condiciones, también podemos ofrecer buen fútbol"

Una de las mejores noticias del equipo aragonés es que llevan tres partidos anotando goles, pero sin encajarlos. Popovic cree que esta es la línea a seguir: "Vamos a tratar de seguir de esta manera. Lo más importante de todo es que ya parecemos más un conjunto y es fruto de ese juego". El equipo llega al partido con solo 48 horas de descanso, pero el entrenador zaragocista cree que estas circusntancias pueden ayudar al equipo para demostrar que se pueden superar y ofrecer una buena imagen y un buen fútbol. Osasuna llega descansado al encuentro después de haber suspendido también el encuentro ante el Alavés. De esta forma, el equipo navarro llega con dos semanas de descanso aunque Popovic le intenta restar importancia: "En este aspecto seguro que tendrán alguna ventaja (...) pero yo creo que los chicos están conscientes de lo que nos estamos jugando y tienen muchísimas ganas".

La preocupación principal para ambos equipos de cara al partido es el estado del terreno de juego. Las fuertes nevadas que han caído sobre Pamplona han podido perjudicar, aunque todo indica que mañana se podrá jugar el partido perfectamente. De hecho, Popovic tiene claro el once y no quiere que influya el estado del césped en eso: "Lo más importante es que nosotros estemos preparados para superar todos los problemas que nos podamos encontrar". Sobre el rival, el técnico serbio asegura que es un equipo que nunca le falta actitud, sobre todo en su campo. Además, ha afirmado que es un partido con mucha rivalidad y, por tanto, una motivación extra para el equipo.