Un Real Zaragoza en horas bajas se enfrenta este sábado a un Lugo "in crescendo" que buscará llevarse los tres puntos de La Romareda para acercarse a los puestos de promoción. Las bajas locales serán una de las claves del partido, ya que el conjunto maño no podrá contar con Rubén, Insa, Bono, Mario, Tierno, Álamo, Pedro, Jaime y Basha; lo que ha hecho que Popovic incluya a ocho canteranos (Whalley, Rico, Vallejo, Suárez, Pombo, Meseguer, Pablo Moreno y Sergio Gil) para completar la convocatoria.

Para los aficionados del león rampante, esta sería el once ideal que Popovic debería sacar ante el Lugo.

En la portería, los parroquianos zaragocistas eligen a Pablo Alcolea por delante de Óscar Whalley. Parece que las actuaciones del meta de 26 años han convencido más que las de Whalley, a pesar de que no se ha conseguido ninguna victoria con Alcolea bajo palos.

En la defensa, los aficionados tienen tres jugadores predilectos: Vallejo, Cabrera y Fernández. En esta ocasión, eligen a Meseguer para acompañar a Vallejo en el eje de la zaga, mandando a Cabrera al lateral izquierdo y dejando en el banquillo a Diego Rico, uno de los jugadores más cuestionados por el público de La Romareda. También se ha planteado la presencia de Lolo en el centro de la defensa, pero esta opción apenas cuenta con apoyos tras el pésimo partido del andaluz ante Las Palmas.

En el centro del campo, ante las numerosas bajas, Dorca y Galarreta son los elegidos para ocupar el doble pivote. Sergio Gil también ha recibido varios votos, pero la mayoría de aficionados prefieran la experiencia de Dorca antes que probar al canterano.

En la línea de 3/4 y ataque es donde más se notan las bajas. Jaime, Álamo y Pedro no estarán disponibles para este partido, lo que hace que la afición se decante por Eldin, Willian José y Diego Suárez para ocupar la mediapunta maña. En la punta de ataque los aficionados lo tienen claro: el pichichi del equipo debe tener continuidad. Borja Bastón es el preferido por unanimidad para ocupar la delantera, sus 18 goles le avalan. Los aficionados ni se plantean la presencia de Tato en el once, prefieren dar antes una oportunidad al canterano Pablo Moreno, uno de los pocos jugadores salvables en la tortuosa temporada del filial.