En el día de su presentación con el Real Zaragoza, Willian José prometió sumar 15 goles en su cuenta particular durante esta campaña. Hasta el momento, sólo ha marcado cinco tantos. Con el número diez a la espalda, Willian ha disputado 26 partidos esta temporada de los cuales ha sido titular en 14 ocasiones. Con Víctor Muñoz en el banquillo aragonés, el juego directo del Zaragoza convertía al brasileño en una pieza fundamental para los planes ofensivos. Sin embargo, la llegada de Ranko Popovic y su estilo de juego, ha limitado las condiciones de Willian sobre el césped.

Una suplencia interminable

En este segundo tramo de temporada, Willian José ha competido muy pocos minutos. El gran estado de forma de Borja Bastón, máximo goleador de la categoría, y las buenas actuaciones del centro del campo blanquillo, han hecho de Willian un recambio de poco peso. Con sus motivos, la moral del delantero ha sufrido más altibajos que el equipo zaragocista en general. Sólo la ausencia de Borja Bastón en algún partido, podría reivindicar las características de Willian y el domingo pasado le fue brindada una buena oportunidad. No obstante, su gol no fue suficiente para consolidarse como una apuesta fiable en las alineaciones de Ranko.

Lo cierto es que Willian ha jugado muy poco en su posición natural a lo largo de los partidos que ha disputado, pero contra el Alcorcón jugaría en la punta de ataque, posición en la que destacó con el filial del Real Madrid. El joven rematador empezó el encuentro bastante activo, el balón se encontraba en tierra de nadie y Willian ganaba metros a la defensa alfarera. Tan sólo había transcurrido un cuarto de hora de juego cuando en una gran jugada de estrategia, el brasileño adelantó al cuadro local. Minutos después, el de Porto Calvo desaprovecharía una buena ocasión tras una combinación con Galarreta. El partido pintaba muy bien para el futbolista, que fue de menos a más y su actitud dejó mucho que desear en la segunda parte.

Tras el paso por vestuarios, Willian salió algo incómodo al igual que sus compañeros. Perdido y sin ganas, el delantero no respondió y la defensa del Alcorcón tuvo poco trabajo. Los visitantes controlaban el balón y Willian seguía sin presionar, incluso Jaime tuvo que hacer su trabajo en ocasiones, y la grada respondió con algunos pitos hacia el brasileño. No eran los únicos a los que no les estaba gustando. Ranko aguantó hasta los últimos 10 minutos con el ariete en el campo, que fue sustituido por Diego Suárez. Al fin y al cabo, un partido que prometía ser la respuesta de Willian a su suplencia, se quedó en una oportunidad desaprovechada.