El Sporting de Gijón visitaba esta tarde el feudo aragonés en un duelo de históricos de Primera División. Un partido que ha contado con gran presencia de aficionados rojiblancos en la grada zaragocista. Buen ambiente de deportividad en una apacible tarde en la capital aragonesa. El Real Zaragoza necesitaba la victoria para seguir sumando y hacer de La Romareda un fortín.

Pese a las dudas que podían surgir en la portería con la llegada de Bono de nuevo a la portería, Popovic volvió a apostar por Pablo Alcolea entre los palos. 

Primera parte soporífera 

Ambos equipos saltaron al terreno de juego con las ideas muy claras: tres puntos para seguir progresando en la parte alta de la tabla. Pero pasaban los minutos y las fuerzas estaban más que igualadas, no solo en el marcador. El balón no tenía dueño y ambos equipos se turnaban con la posesión, aunque el Sporting tenía más la intención de dominar y el Real Zaragozaz de sorprender a la contra. 

Vallejo volvió a lucir el brazalete de capitán 

El conjunto aragonés partía de inicio con Galarreta y Fernández como novedades respecto al partido anterior. Pese a la vuelta de Fernández a la banda, Vallejo volvió a portar el brazalete de capitán zaragocista como ante el Tenerife. Bono volvía a la convocatoria zaragocista, pero Alcolea continuaba siendo el dueño de la portería zaragocista. 

Ambos salieron con mucha intensidad en el partido, pero no inquietaban a los porteros quienes tenían poco trabajo. No fue hasta la media hora del partido cuando Pedro Sánchez disparó desde el borde del área mandando el balón al larguero. La ocasión más clara del partido en un partido bastante aburrido para el aficionado. El Sporting de Gijón intentaba llegar a la portería de Alcolea, pero Vallejo ha ganado todos los duelos durante la primera parte y ha sido aplaudido en todas sus buenas acciones defensivas por parte de la afición blanquilla. 

Los atacantes rojiblancos intentaban salir rápidamente intentando ganar la espalda a los defensores zaragocistas, pero Cabrera y Vallejo tenían bien defendida la posición. El único protagonista destacado hasta el momento era el colegiado quien no había beneficiado a ninguno de los dos equipos perjudicando con tarjetas más que dudosas y duras acciones sin amonestaciones. 

Se llegaba al final de la primera parte con un empate a cero en el marcador que reflejaba la intensidad de ambos equipos. Una primera mitad en la que la que el balón no tuvo dueño, pero tampoco encontraban portería. Solo el disparo de Pedro Sánchez podría haber cambiado el marcador. 

Duelo de titanes 

La segunda parte comenzó con la misma intención y disputa por el balón, pero sin peligro para los porteros. Popovic decidía mover ficha en el equipo y quitaba del campo a Galarreta y entraba Lolo en su posición. Pasaban los primeros cinco minutos de la segunda parte sin peligro ni opciones de gol, hasta que el colegiado señaló una falta en el lateral del área rojiblanca. Pedro Sánchez centraba el balón y Dorca por la derecha mandaba el balón a la red poniendo la ventaja para el equipo aragonés. 

Dos goles en dos minutos

Pero la alegría duraría muy poco en La Romareda, tras una buena jugada combinativa del equipo visitante por la banda izquierda que Isma López mandaba el balón a la red después de caerle un balón despejado por Alcolea. El empate volvía a estar en el marcador, aunque ahora la intensidad y las ocasiones de peligro empezaban a llegar con mucha frecuencia por parte de ambos equipos. 

Pedro Sánchez despertaba en la segunda parte en su mejor versión y volvía loca a la defensa rojiblanca en las contras del equipo aragonés. De hecho, tras recibir un golpe de Menéndez, este fue expulsado por doble amarilla y quedando con uno menos. Con el Sporting de Gijón con uno menos, Popovic introducía a Willian José para dar más creatividad al centro del campo. 

El Real Zaragoza comenzaba a dominar el encuentro y llegaba con mucho peligro al área rojiblanca. Jaime Romero y Pedro Sánchez eran los más peligrosos ante un Sporting que se encontraba aturdido tras la expulsión de Menéndez. A pesar de encontrarse con uno menos, el Sporting no le perdía la cara al partido y hacía daño al conjunto aragonés a balón parado ante un bien posicionado Alcolea. 

El conjunto aragonés lo seguía intentando de cara a la portería, pero no conseguía ganar la espalda a la defensa rojiblanca muy bien plantada en el campo. La diferencia numérica no se notaba en las contras rojiblancas que hacían mucho daño al equipo aragonés. Y mucho podría haber cambiado la situación tras una buena jugada combinativa por la banda izquierda que dejaba solo al atacante sportinguista ante Alcolea y que da el pase a su compañero, pero no llega y la defensa blanquilla despejó.