El Real Zaragoza no ha podido continuar con la buena dinámica de los últimos encuentros y ha caído derrotado en La Romareda ante el Mirandés. Las bajas han obligado a que Natxo Insa ocupara la banda zurda, una posición que no es la la suya pero en la que no ha desentonado.

El centrocampista se ha mostrado decepcionado por el resultado final, y más teniendo en cuenta de la forma que se produjo el gol: a balón parado. "Sabíamos que donde podían hacernos daño era de ese modo y hemos tenido un despiste tonto que nos ha costado el partido", apuntaba Insa.

Lo cierto es que el conjunto aragonés ha tenido el control del encuentro durante muchos tramos, pero ha sido esteril y las prisas han jugado una mala pasada. "Hemos empezado bastante bien, dominando, pero el gol nos ha desconcertado. Luego nos hemos recuperado, pero ya en la segunda parte, a partir del minuto quince y en el último tramo especialmente nos hemos revolucionado", señalaba el futbolista. 

El conjunto aragonés tenía una gran oportunidad para distanciarse de equipos como la Ponferradina y el Leganés, que habían perdido sus respectivos encuentros. Desde el vestuario se es consciente de esta oportunidad, pero Insa ha apuntado a "la ansiedad" como posible causa de la derrota.

Ahora toca pensar en el próximo encuentro, que será el domingo contra el Valladolid en Zorrilla. "Queramos o no, hay que levantarse. Tenemos que ser fuertes y seguir. No podemos poner excusas porque el objetivo es la sexta plaza y pasa por levantarse", señalaba el centrocampista sobre el estado anímico de los jugadores para ese choque.