Se presentaba el Real Zaragoza en Butarque con la ilusión de mantener viva la llama del ascenso. La ilusión por conservar esa sexta plaza que da derecho a disputar el playoff a la máxima categoría del fútbol español. Lo hacía consciente de que debía buscar la victoria ante el Leganés, pero que ésta tal vez no fuera absolutamente necesaria para lograr su objetivo, ya que los de Ranko Popovic estaban condenados a estar pendientes de lo que pasaba a 400 kilometros, en Ponferrada.

Enfrente, el Real Zaragoza tuvo a un Leganés que daba una imagen de todo menos de parecer un equipo que no se jugaba nada y no se iba a resignar a ser un mero espectador en el encuentro. Aunque así fuera. Los de Garitano no le iban a poner nada fácil alcanzar el objetivo al Real Zaragoza que, como ha hecho toda la temporada, iba a tener que sudar sangre, sudor y lágrimas para estar en el playoff de ascenso.

Toma y daca

El partido comenzó frenético. No se habían cumplido 30 segundos de la primera mitad cuando el Real Zaragoza tuvo el primer acercamiento con peligro a la portería de Keko Piña. Fue con un disparo de Eldin que no encontró puerta. El conjunto de Ranko Popovic, empujado por el ánimo de la afición maña, parecía convencido de que tenía que solucionar el partido por la vía rápida. Sin embargo, sería el Leganés el que golpearía primero. Un balón en largo sobre Chuli (en una acción en la que el Real Zaragoza pidió falta sobre Willian) al que no consiguió llegar Vallejo, supuso el primer gol del partido. El atacante pimentonero cruzó el balón ante Bono y dejó helada a la parroquia zaragocista. No se habían cumplido 5 minutos de partido y al Real Zaragoza le tocaba remar ante el marcador adverso.

El Real Zaragoza estaba obligado a dar un paso adelante tras el gol de Chuli y se propusieron ser protagonistas de un encuentro que se convirtió en sus primeros minutos en un correcalles. Tan solo diez minutos después del gol del Leganés, el colegiado señalaría penalti en el área de los madrileños por mano de Santamaría, que impidió que el balón llegara a Willian José dentro del área. Fue el delantero brasileño del Real Zaragoza el encargado de lanzar la pena máxima y no falló. Superó a Keko con un buen lanzamiento y puso el 1-1 que hacía recobrar el aliento al zaragocismo.

La primera parte dio para que ambos equipos tuvieran ocasiones para adelantarse en el marcador. Pudo hacerlo el Real Zaragoza por mediación de Eldin (minuto 29), que disparó tras una gran dejada de Willian José en el interior del área, pero que se marchó a córner después de tocar en un defensor pimentonero. El Leganés también estuvo cerca de poner el 2-1 en varias acciones. Chuli fue un verdadero dolor de cabeza para los defensores maños que, a pesar de formar en defensa de tres centrales, no conseguía controlar al delantero del Leganés. Los de Garitano brillaban con el contragolpe como mayor virtud, frente al ataque más posicional de los de Ranko Popovic, que buscaban generar superioridad por los laterales con Natxo Insa y, especialmente, Diego Rico en banda izquierda.

El Real Zaragoza gozaba de sus mejores minutos sobre el césped y esto se materializó en el 1-2. Lo hizo Eldin en el minuto 37, que solo tuvo que empujar el balón a la red tras un maravilloso taconazo de Willian, que convirtió un balón muerto en el área pequeña del Leganés en una sobresaliente asistencia. Parecía encarrilar el partido el Real Zaragoza, pero nada más lejos de la realidad. Pronto reaccionó el Leganés, que puso de nuevo las tablas en el marcador en el minuto 40 (2-2) gracias a una gran acción de Rubén por banda izquierda que, después de una pared con Fran Moreno, asistió para que Eraso batiera a Bono. Tras el gol del Leganés, al Real Zaragoza se le hicieron largos los últimos minutos de primera parte, ya que los pimentoneros apretaron y cerca estuvieron de conseguir adelantarse en varias acciones de peligro.

Sufrimiento hasta el final

El descanso del encuentro, sin cambios en ambos equipos, suavizó el choque en gran medida. Parecía que los de Ranko Popovic no iban a permitir que la segunda mitad supusiera un calco de la primera, de ida y vuelta, conscientes de que un gol del Leganés (y uno de la Ponferradina) supondría que los zaragocistas saldrían de la zona de playoff. Una acción de Eldin, en un disparo a bocajarro que detuvo Keko Piña despejándolo a córner en el minuto 51, y una gran jugada del Leganés al contrataque que no pudieron definir los pimentoneros en el minuto 58, supusieron las situaciones más peligrosas de la segunda mitad.

La última media hora de juego mostró la exigencia física que había supuesto la primera mitad de encuentro, ya que varios jugadores de ambos equipos tuvieron que ser atendidos por molestias musculares. La fatiga, provocada también por el intenso calor, hizo mella en los futbolistas del Leganés y, especialmente, de un Real Zaragoza que acusó la escasa pretemporada y la plaga de lesiones sufrida durante toda la temporada. Fue tiempo para los cambios en ambos conjuntos. Salieron Eneko Morán, Aguirre y Bryan Rabello para el Leganés, y Lolo, Tato y Suárez por el Real Zaragoza para dar aire fresco a sendos equipos.

Sin embargo el marcador no varió. Los dos conjuntos mostraron grandes argumentos ofensivos pero más carencias defensivas que virtudes. El Real Zaragoza sufrió más de lo debido en los últimos 10 minutos de encuentro pero aseguró su presencia en el playoff de ascenso. El empate (1-1) de la Ponferradina ante el Alcorcón hizo bueno el punto conseguido en Butarque por los de Ranko Popovic, que seguirán soñando con su regreso a Primera. El jueves que viene, ante el Girona en La Romareda, la siguiente etapa de ese sueño del que el Real Zaragoza no quiere despertar.

Así lo hemos vivido en VAVEL.com